Pioneros del rugby femenino

El club DAOM del Bajo Flores es una de las primeras instituciones en tener un equipo de rugby femenino. Charlamos con Jon Allison, entrenador de las chicas del plantel superior desde el 2017.

El rugby es un deporte de contacto y de evasión en el que consiste en convertir más puntos que tu rival, tienen ciertos rasgos parecidos al fútbol, pero con la diferencia que a la hora de pasar la pelota tiene que ser con las manos. Se utiliza el pie, pero en ciertos momentos. Este deporte nació en el siglo XIX, en ese momento solo lo disputaban los hombres, pero en la mitad del siglo XX las mujeres tomaron la decisión de jugar, tal es así que en 1982 tuvo su primer partido internacional.

En Argentina, tres años después, más exactamente el sábado 23 de noviembre de 1985, se realizó el primer partido de rugby en el que las protagonistas eran las mujeres. Para saber mucho más de esta rama del rugby, hablamos con Jon Allison que se desempeña como entrenador del rugby femenino del Daom.

El Daom es un club que queda en el barrio de Flores y tuvo la visión a futuro de ser uno de los primeros clubes en tener equipo de mujeres: “DAOM fue uno de los clubes pioneros en tener rugby femenino, cuando URBA (Unión de Rugby de Buenos Aires) organizó el primer torneo había menos de 10 con equipo femenino”.

La institución que queda en la calle Avenida Varela 1802 compite en el torneo oficial de URBA. También están disputando el Seven, una modalidad del rugby que consiste en tener siete jugadores en cancha, a diferencia del convencional que tiene 15 jugadores. El Daom lleva jugadas dos fechas y se encuentran en sexto lugar.

Jon habló con LC7 sobre cómo llegó el deporte a él: “Siempre me interesó el deporte, pero de chico jugaba más al fútbol que al rugby. A los 16 años decidí cambiar a rugby, después de una lesión, y llegué a tener una etapa de jugador semi-profesional en mi país (soy del Reino Unido), hasta que dejé de jugar a los 22 años”. Su día no es ser 100% entrenador, sino que se basa en, por la mañana es trabajador bancario y de noche se calza el traje de entrenador.

Comentó en qué año se convirtió en DT: “Hice el curso de entrenador de la Unión de Rugby de Buenos Aires en el 2016. Mi esposa se interesó por jugar después de mirar el mundial de 2015, y decidí hacer el curso para ayudarla a aprender mejor. Como en ese momento no necesitaban entrenadores en DAOM, empecé en otro club, pero ya desde el 2017 que entreno al equipo”.

Se le consultó cuáles son sus referentes, nos señaló que en el rugby es Wayne Smith, técnico de Nueva Zelanda, en el básquet es Gregg Popovich y que en el fútbol es Carlo Ancelotti. Eligió a estos tres porque ellos tienen la concepción de priorizar el lado humano del deporte.

Allison contó cuáles son sus virtudes en el rol de entrenador: “Creo que mi mejor cualidad como entrenador es la tranquilidad. Soy de explicar los ejercicios, qué es lo que estamos buscando y el por qué de cada cosa, y si no sale, lo repetimos o vamos a otra cosa. Intento recordar en todo momento que las jugadoras vienen por voluntad propia, y que ningún entrenador tiene derecho a quitarles esa diversión”.

Sobre sus defectos a mejorar también señaló que lo que tiene que trabajar es el plan de juego. Lo explica porque al tener que estar siempre formando jugadoras nuevas, se enfoca en las habilidades individuales y después no tiene tiempo para armar la estructura coherente y completa de juego. Allison no se considera cabulero, señala que si hicieron bien el trabajo en la semana, el partido se tiene que resolver solo, por ende, le pone mucho foco a los entrenamientos. Que dicho sea de paso, entrenan los martes y jueves a las 20.30 horas.

Allison habló de los valores del deporte y de cómo el Daom ayuda a esto: “Uno de los valores centrales del deporte es la inclusión. Es un deporte para todo tipo de personas, todas las edades y todos los tamaños de cuerpo. Al estar situado en la zona del Bajo Flores, el club hace muchas actividades en colegios de la zona, y presta sus instalaciones a los mismos para hacer deporte, además de ir enseñando a través de los valores de integridad, pasión, solidaridad, disciplina y respeto”.

El técnico del femenino considera una sensación única el ser entrenador. También siente agradecimiento y felicidad, aclara que agradecimiento con sus dirigidas porque buscan divertirse y mejorar; y la felicidad aparece cuando sale lo que estuvieron trabajando. Señala que hay momentos difíciles, pero que siempre intenta volver a esas dos emociones.

Se le preguntó si hay mucha diferencia entre un sueldo del rugby masculino y el femenino: “En Argentina, el rugby es casi 100% amateur. A nivel masculino, sólo hay dos equipos profesionales, además del seleccionado de Seven. A nivel femenino, las jugadoras del seleccionado de Seven reciben una beca del Comité Olímpico Argentina, pero no son profesionales. Para graficar, hay jugadores masculinos que cobran más de un millón de dólares por año, y la jugadora femenina mejor paga del mundo no llega a 100.000 USD”.

En la misma línea se le preguntó si cree que en algún momento se va a profesionalizar, Jon Allison manifestó que cree que en algunos países como Inglaterra se va a profesionalizar. Pero que acá en Argentina es más difícil porque el rugby siempre tuvo la tradición de ser amateur a nivel local.

Allison habló sobre lo que viene sucediendo con el rugby a nivel sociedad, sobre los casos que estuvieron ocurriendo y si estos hicieron que las personas corran el foco de lo que en realidad el rugby aporta. “Como deporte, y como grupo de personas que practicamos el deporte o estamos involucrados en el mismo nos debemos una autocritica fuerte. Si la sociedad piensa que es un deporte violento, es porque personas ligadas al deporte fueron violentas. Por un lado, hablamos mucho de que es un deporte que forma carácter y buenas personas, y por el otro,  nos desentendemos como deporte cuando esas personas que formamos hacen cosas aberrantes”.

“No considero correcto que hagamos caso omiso o que digamos que son hechos aislados. Obviamente, no estamos exentos de lo que pasa en la sociedad en general, pero si vamos a decir que formamos personas, nos tenemos que hacer cargo de lo que hacen esas personas, y aportar cada uno su grano de arena para que estos hechos no se repitan”, concluyó.

Jon Allison señaló que a nivel país hay un crecimiento de jugadoras que se da año tras año. Además, manifestó que el rugby femenino fue el único segmento que ha crecido en cantidad de jugadores en Buenos Aires durante la pandemia. “Actualmente hay más de 6000 jugadoras fichadas en Argentina, y esperamos que el año que viene sea aún más”.

En sus primeros años como entrenador era de ponerse objetivos referido a los  resultados de su equipo. En la actualidad, piensa más en el proceso, en disfrutar del trabajo y de mejorar cada entrenamiento. Desliza que si logra eso, se va contento. A nivel equipo se plantearon objetivos más de desarrollo que de resultados. Uno de estos es ganarse el respeto de sus rivales, el otro crecer en cantidad y calidad como jugadoras y terminar formando un grupo humano sólido.

Finalizando, nos comentó cuál es su sueño en el deporte: “A nivel personal, no sueño con ganar tal torneo o llegar a tal equipo. Es algo que hago porque me gusta, entonces, mi sueño sería seguir ligado con buena gente, y ayudarles a llegar a sus objetivos”.