Miercoles 15 de Mayo del 2024

Reunión con Horacio sin Horacio

La reunión virtual del jefe de gobierno porteño con vecinos de Parque Chacabuco se realizó […]

Publicado el 23 enero, 2021 por Gustavo Viera

La reunión virtual del jefe de gobierno porteño con vecinos de Parque Chacabuco se realizó sin su presencia, por una reunión urgente de último momento. Carrillo, Bouzas y Cordero al frente de los temas.

El miércoles pasado se llevó a cabo otro de los encuentros que Horacio Rodríguez Larreta mantiene con vecinos y vecinas del barrio Parque Chacabuco, en forma virtual, pero una urgencia le impidió estar presente. En su lugar, estuvo Facundo Carrillo, secretario de Atención Ciudadana y Gestión Comunal porteño, secundado por Federico Bouzas, jefe de la Junta Comunal N° 7, y Laura Cordero, subsecretaria de Atención Hospitalaria.

Como siempre, la dinámica consistió en la apertura de participación a los vecinos que se anotaron previamente como oradores y, luego de 5 o 6 intervenciones, los funcionarios toman su protagonismo y se aprestan a responder.

A su turno, Alejo abrió el temario con el tema del verano 2021: la negativa a la construcción de las torres en Parque Chacabuco. Explicó que es arquitecto, y que con un grupo de vecinos autoconvocados que ya recolectó 1.000 firmas, ven con preocupación el avance de proyectos de construcción de gran escala en una zona tradicional de casas bajas que no está preparada para ese impacto ambiental. Una obra que, afirma, fue impuesta sin consultarle a los vecinos. A continuación, Analí manifestó que vive justamente en esa manzana y que el proyecto de erigir las torres de 12 y 20 pisos aportan problemas y no solucionan nada, en una ciudad con viviendas ociosas.

Nos quita luz natural en nuestras casas, nos van a afectar nuestros servicios. Me gustaría saber si el GCBA esta al tanto de esto que ya se esta vendiendo a inversores y especuladores. Si el GCBA habilitó esto, cuando la altura máxima de construcción permitida es de 11,20 metros”, inquirió Analí.

Jonathan, otro vecino, apuntó que el edificio de 12 pisos en Pumacahua 1.208 tiene su cartel de habilitación del gobierno porteño y ya están trabajando. En cambio, el proyecto de mega torre llamado “Alto Grande Asamblea no posee dicho cartel. Jonatan se pregunta amargamente: ¿son legales estos emprendimientos que modifican la fisonomía del barrio?

Carrillo tomó la posta en la respuesta. Si bien afirma que no está en tema, explicó que el nuevo Código Urbanístico plantea evitar “los chichones en la Ciudad, es decir; incorpora un esquema de volumetrías para evitar que “esas torres salgan como chichones de la Ciudad”. Afirmó que si la obra estÁ autorizada previa a la sanción del código nuevo, el poder ejecutivo no puede actuar en contrario porque es una obra que está amparada por la ley anterior. Y finalizó: Es difícil que se habilite una obra de semejante infraestructura con el código nuevo». Bouzas, por su parte, se comprometió a averiguar junto con su equipo el estado de trámite de las dos obras conforme al código urbanístico.

Cecilia, respecto a los matrimonios, consultó si es posible que los jueces de paz concurran a los domicilios privados a realizar ceremonias. El Secretario de Atención Ciudadana puso de manifiesto el contexto Covid-19: el 37% del personal del Registro Civil son personas de riesgo, lo cual implica un problema operativo y una menor capacidad para generar turnos para casamiento. Carrillo mencionó las alternativas que se mostraron en el último tiempo de abrir lugares abiertos para casar y que asista más gente, como lo fue en el Rosedal o incluso en el Parque Chacabuco. Claramente no es el esquema que nos gusta y nos sentimos cómodos”, afirmó el funcionario.

De cara a la audiencia pública que se realizará el próximo 24 de febrero sobre el proyecto de Ley de Rezonificación para el predio que San Lorenzo quiere construir en Av. La Plata al 1.700, esta reunión también sirvió de tribuna para las voces opositoras del barrio. Claudia, vecina de Parque Chacabuco que vive cerca de la zona, solicitó que se haga una consulta sectorizada a los vecinas que habitan en un radio de 6 cuadras alrededor del predio para escuchar lo que piensan acerca de la iniciativa.

Pensar un estadio para shows y espectáculos para 60.000 personas en nuestro día es irracional. San Lorenzo ya tiene un estadio acá a 20 cuadras. Necesitamos espacios verdes, hospitales, escuelas, bibliotecas y para eso no necesitamos cambiar una ley ni rezonificar”, concluyó la vecina. Edith se acopló al reclamo, afirmando que, mientras el resto del mundo está tomando medidas para sacar los estadios de los ejidos urbanos, la Ciudad toma otro camino.

En respuesta a estas voces, Carrillo se limitó a invitar a los vecinos a participar de las instancias que propone la Ciudad para escuchar sus voces respecto de este tema, antes de las audiencias públicas que son parte del mecanismo institucional legislativo.

El barrio Simón Bolívar también fue uno de los ejes. Elisabet, vecina de ese mismo barrio, reconoció las obras de puesta en valor del patio de juegos, pero hizo hincapié en el estado de los caminos, tapados por la tierra, que hace que los que tienen que usar carritos de bebé o los ancianos con problemas de movilidad se les dificulte transitar por el barrio. Nuevamente Carrillo tomó la posta en la respuesta afirmando que había una partida presupuestaria para el arreglo de los caminos pero que, con la aparición de la pandemia, las obras se suspendieron. Se comprometió a retomar el tema.

Carolina vive en el Pasaje De las Artes y ve como gran cantidad de tránsito pasa por allí evitando la congestión de Emilio Mitre. En el último tiempo, afirmó que hay dos choques mensuales en las intersecciones debido a que van a alta velocidad. Les solicita a los funcionarios la colocación de reductores de velocidad en la zona. El tránsito también fue el tema de otro vecino que describió distintas intersecciones para solicitar semáforos: Cachimayo y Zañartu, Emilio Mitre y Zañartu, y sobre la Av. Castañares. Sobre esta última, con el cambio a asfalto quedó como una pista de carrera y pidió poner un cantero que divida las manos. En ambos casos, los funcionarios se comprometieron a elevar los reclamos al área de Tránsito para que, en función de sus indicadores, evalúen las acciones más pertinentes.

Por último, no podía faltar el tema de la seguridad. Si bien la pandemia y el consecuente aislamiento le quitó protagonismo en la agenda pública, con el avance de la fase DISPO (Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio) también avanzaron hacía arriba los índices de inseguridad. En un plazo de 6 meses me robaron 4 veces a mano armada”, denunció Marcelo, en la zona sur de Parque Chacabuco, a la vez que recalcó el retiro de Gendarmería de la zona del Bajo Flores, lugar donde los vecinos señalan como el origen del delito y de donde provienen las motos que provocan los hechos delictivos.

Carrillo admitió el crecimiento del delito, con un agravante, en palabras del funcionario: La policía también está controlando conductas que pueden propagar el virus, como por ejemplo las fiestas clandestinas. Y se suma que las fuerzas policiales son personas de riesgo y que son los que más se contagian. Eso hace que requieran ser aislados. Tenemos menos gente en calle que en situaciones normales”. La buena: en abril se suman 500 cadetes que se sumarán a engrosar las filas de las fuerzas de seguridad porteñas.


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