El 2020 culminó para el Consejo Consultivo de la Comuna N° 7. Un repaso por […]
Publicado el 2 enero, 2021 por Gustavo Viera
El 2020 culminó para el Consejo Consultivo de la Comuna N° 7. Un repaso por las acciones de las comisiones.
El miércoles 16 de diciembre tuvo lugar el Plenario N°89, de forma virtual, el último del año 2020. Cristina Sottile y Carlos Paz fueron los moderadores, mientras que Adrián Francisco y Juan Aguilar, los secretarios de Actas.
En primer lugar, la Secretaría de Presupuesto y Control Presupuestario dio detalles sobre la aprobación del presupuesto 2021 de la Ciudad en la Legislatura. Resultó aprobado con 39 votos a favor de Vamos Juntos, UCR Evolución, GEN, Partido Socialista y Consenso Federal y 20 negativos del Frente de Todos, FIT y AyL. También fue aprobada la toma de deuda por más de $15 mil millones. Los gastos totales estimados son de $612.643.520.105 con una estimación de recursos $587.568.891.258, lo que arroja un déficit de $25.074.628.847.
En lo referente al ámbito comunal, Domingo Merlino anunció que parece que “no se han abierto” las jurisdicciones presupuestarias para cada comuna, estando todas incluidas en la Jurisdicción 21. Para nuestra Comuna 7, comparando la información, arrojó la siguiente conclusión: el 2020 tuvo un presupuesto de $258.081.490 mientras que el 2021 el número es de $370.621.480 representando un 43,6% de aumento.
Esta secretaría presentó dos mociones al Consejo Consultivo: por una parte, una solicitud a la Junta Comunal de información acerca de la ejecución presupuestaria del 2019 y del 2020 con el mayor grado de desagregación posible, y el contenido del proyecto de presupuesto para el año 2021. Además solicitaron una reunión con el responsable contable de la Junta. Esta moción, tal como lo indica Domingo Merlino, es reiterativa: en el 2018 y 2019 ya se han solicitado pedidos similares, sin resultados.
Por otra parte, la segunda moción solicita al plenario el permiso para oficiar de representante del Consejo en una eventual reunión con representantes de la Comuna. Ambas mociones fueron aprobadas por unanimidad.
La Comisión de Mantenimiento Barrial trajo buenas noticias. Luego de dos años de reclamos, el 9 de diciembre se procedió a la reparación (reconstrucción) de las tres rampas averiadas en Av. Varela y esquina Baldomero Fernández Moreno, situadas en ambas esquinas. No obstante, continúan los reclamos de la Comisión por el tema de la iluminación en la vía pública, luego del cambio de luminarias del sistema VASP al Led.
Denuncian que, ante los reclamos, como parche se pretende solucionar con un desrame o despeje en los árboles; cuestión que los miembros de la Comisión afirman que no soluciona la mala distribución de luminarias y la inadecuada ubicación de las mismas por sobre las copas de los árboles o hasta dentro de ellas.
Cada despeje de luminaria, indican, tiene un costo implícito para el presupuesto, que oscila entre los $4.000 a $7.000, además que esos despejes demostraron ser, en reiteradas oportunidades, mutilaciones de las especies arbóreas. La Comisión peticionó al plenario que se presente el informe ante la Junta Comunal para que arbitre las medidas necesarias para intervenir ante este escenario. El voto de los presentes fue afirmativo en forma unánime.
El 10 de diciembre la nueva Comisión de Tránsito y Transporte, a cargo de Claudia Mamone, contó que comenzaron a diagramar trabajos, distribuir tareas y recabar información, con el objetivo de profundizar los requerimientos de los vecinos en el tema tránsito y transporte. Próximamente, abrirán la convocatoria a todos aquellos que deseen integrar la comisión.
La otra Comisión que hizo su estreno presentando informe es la de Interrelación Vecinal, con Merina Mucci a la cabeza, quién comentó que se realizaron contactos presenciales y telefónicos con las siguientes instituciones: Asociación Calabresa de Flores, Asociación Israelita, Centro Archipiélago Canario de Buenos Aires y la Asociación Española de Socorros Mutuos, con el objetivo de hacer conocer la Comisión para plantear necesidades e inquietudes.
Por último, en la lista de oradores individuales, se hizo fuerte el reclamo por el estadio de San Lorenzo en Boedo, en el límite con Parque Chacabuco. Paula Castelli indicó que «perjudica nuestra salud, y nuestra tranquilidad. Me encanta y estoy enamorada de Parque Chacabuco pero me perjudicaría la vida la construcción del estadio». Agregó que al lado de ese predio hay dos torres de 800 viviendas construidas de forma precaria y que con el emplazamiento allí del estadio esas construcciones corren riesgo. Carlos Paz adicionó que «hacer un estadio en medio de una zona residencial es contra todo sentido común», mientras que la vecina Ingrid Varela mencionó que esta medida afecta la calidad de vida y que «las propiedades de la zona ya bajaron 30% su valor, lo que indica que nadie sensato se muda acá a no ser que no le quede otra».
Luego del receso en el mes de enero, los vecinos y vecinas volverán a verse las caras en el mes de febrero para continuar la labor participativa.
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