Los motivos de la oposición a la venta del Mercado de Flores

Hablamos con Víctor de Aspiazu y Nestor Iglesias, miembros del Consejo Consultivo e impulsores de las acciones para que el Mercado de Flores no ingrese en el proyecto de ley para subastar inmuebles del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La Comuna 7: ¿Por qué había que sacar el Mercado de Flores de la lista de inmuebles a vender por el Gobierno de la Ciudad?
Víctor de Aspiazu y Nestor Iglesias: El Ejecutivo porteño giró a la Legislatura el proyecto de Ley 2046-J-2018 con el que pide permiso para subastar en el mercado inmobiliario medio centenar de propiedades, y con cuyo producto pretende fondear el traslado de diversas oficinas públicas al sur de la ciudad. La iniciativa se concentra en 51 inmuebles de «dominio privado», con lo que el oficialismo descuenta que no hay impedimento para desprenderlos del erario público para fines particulares. Algunos son viviendas, otros comercios, y otros son edificios históricos que albergan oficinas gubernamentales. Unos pocos, incluso, son pretendidos para fines comunitarios y sociales. El edificio más polémico incluido en el listado es, tal vez, el Mercado de Flores, sito en Ramón Falcón 2714. Allí funcionó la primera usina eléctrica de la zona; más tarde devino en un lugar de abasto barrial, y hoy transcurre como un multiespacio donde se ofrecían alimentos, talleres, artesanías y cursos. Una cooperativa requirió en 2016 su «uso precario y gratuito» por 20 años, pero otros vecinos exigieron que se instale una fiscalía o bien se traslade la sede comunal. Para el Gobierno, este lote encajado entre dos edificios puede pasar a manos de privados (Fuente: El Cronista –  25/07/2018). Queda claro que, de producirse la venta del predio, su propietario aplicaría allí un emprendimiento inmobiliario, lo cual genera un fuerte rechazo de los vecinos de Flores.

LC7: ¿Cuál es su valor histórico?
VA y NI: Esta construcción se encuadra dentro de los lineamientos previstos en la Ley 1227 de Preservación del Patrimonio Histórico y Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Es indudable que este edificio está categorizado como bien cultural. Esta normativa no solo permite preservar inmuebles de notorio valor patrimonial y simbólico para el barrio, sino también excluye de la posibilidad de especulación inmobiliaria. Por otra parte, el Mercado tiene su historia. El antiguo Mercado del Barrio de Flores está emplazado sobre una magnífica parcela de 30 metros de frente por 60 metros de fondo –1.800 metros cuadrados–, enclavada en un área de privilegio en el barrio de Flores, a una cuadra de la Avenida Rivadavia. Allí funcionó la primera usina eléctrica del barrio entre 1901 y 1909 que, conjuntamente con las de Nuevos Mataderos, Palermo, Belgrano, Dársena y Diques, todas dependientes de la Municipalidad, fueron una avanzada en el uso de la electricidad en los barrios. Posteriormente, el 2 de octubre de 1910, se inaugura el Mercado del Barrio de Flores, emplazado en el centro de la parcela. Se construyó el actual edificio con destino a la provisión de alimentos con una estructura que responde a la llamada arquitectura utilitaria, o sea estructuras pre armadas que se montaban in situ con ciertas características ornamentales, donde se combina el hierro y la mampostería en una perfecta armonía de conjunto. La misma se encuentra rodeada de una calle de servicio empedrada, para el movimiento de las mercaderías que le da un marco apropiado al edificio. Su estado de conservación es bueno, a pesar de tener más de cien años.

LC7: ¿Cuáles son los planes para ese lugar?
VA y NI: Los comuneros visitaron el Patio de los Lecheros, con la nueva propuesta gastronómica y cultural, y creen que sería muy interesante proyectar alguna cuestión similar para el Viejo Mercado de Flores o algún otro proyecto como por ejemplo un centro cultural, una fiscalía, un espacio para actividades múltiples o incluso combinar estas y/o trasladar la sede comunal;  ya que en diciembre de este año vence el plazo otorgado por la legislatura para los ocupantes. Resumiendo , esto va a surgir de  futuras reuniones con la subsecretaria que está a cargo de la implementación de una propuesta gastronómica y cultural, donde podrán intervenir instituciones y vecinos interesados directamente con este tema.