La Milonga de Flores Sur

La movida tanguera de Flores crece a pasos agigantados. El espacio cultural de Arrotea 951 tendrá una propuesta con concepto, cuerpo, afecto y perspectiva de género, bien acomodada a estos nuevos tiempos.

La Comuna 7: ¿Cómo se conocieron y que los unió para formar este grupo?

Lucas Bergallo: Un poco más, un poco menos, nos conocemos de compartir distintos espacios relacionados con el tango.

Romina Pernigotte: Nos unió las ganas de generar un espacio barrial, inclusivo y amistoso para compartir todo lo que nos gusta hacer en relación al tango, bailar, tocar, dibujar, escribir o musicalizar.

Clarisa Redin: Desde el 2001 me cruzo en las calles del barrio, en fiestas, corso o reclamos con las personas que luego armaron la Mutual Social y Cultural Flores. El año pasado me sentí convocada al sueño colectivo de crear el Cultural Arrotea, un espacio cultural para el barrio y desde el barrio. A Christian Martínez, en el 2019, se le ocurrió que podíamos hacer el cierre del Festival de Tango de Flores en este espacio y a pesar de que el lugar aún no estaba en las mejores condiciones, lo hicimos. Conozco a Romina y a su grupo “Aires del Sur” porque voy a sus mágicas clases de tango, dónde proponen que el baile es comunicarnos. A Lucas lo conozco a fines del 2019. Trajo su piano desde su casa por la bicisenda para que pueda tocar en este espacio Miguel Ángel Estrella. También está Nati, del “Movimiento Feminista de Tango” que nos hace repensar muchas prácticas que se naturalizaban en algunas milongas. Se sumaron Martina y Beatriz que son de Floresta y con quienes venimos compartiendo parte de la vida hace años. Además de Susy como Dj y Rocío, docente del barrio (el año pasado coordinó un taller de tango en la Escuela N° 23. Formamos un equipo de lujo.

Susana Aguilar: Conozco a parte del grupo de las milongas, después se profundizó el conocimiento en el Movimiento Feminista de Tango que integro.

LC7: ¿Cómo surgió la idea de la milonga?

LB: A raíz de la experiencia inicial del año pasado, en donde el Espacio Arrotea fue sede del cierre del Festival de Tango de Flores, surgió la propuesta de hacer una milonga mensual en el lugar para que en septiembre el espacio ya tuviera en su haber varios encuentros milongueros.

LC7: ¿Y lo de las clases? ¿Cómo consiguieron el espacio?

LB: La idea de las clases semanales y de la práctica mensual surge con la intención de seguir sumando gente y difusión. Otra cosa interesante es que vamos a contar con distintos profes (en la milonga, la práctica y la clase semanal). Esto a nuestro entender, enriquece la propuesta. Lo mismo ocurrirá con les musicalizadores.

RP: En mi caso me sumo a la organización de la Milonga Flores Sur como profesora de tango y en representación del colectivo “Aires del Sur Tango”, coordinado por tres bailarinas y profesoras de tango danza del cual soy parte y con quienes estaremos haciendo la clase en la milonga mensual. En las clases trabajaremos a partir de un abordaje pedagógico que articula lo conceptual, corporal y afectivo con perspectiva de género, por ser dimensiones vitales de aprendizajes y transformaciones. Creo que compartimos este sentir con el grupo de Milonga Flores Sur, entendemos el tango como un motor para la inclusión, por generar lugares populares de encuentro y pertenencia. Y como identidad en constante devenir, por el rescate y la resignificación de lo que fuimos, somos y podemos ser de manera colectiva.

LC7: ¿Cómo ven a Flores Sur en relación a la movida del tango?

LB: El año pasado cuando  Christian Martínez, Viviana Scarlassa y Hernán Lelapi nos proponen hacer el cierre del Festival de Tango de Flores en el Espacio Cultural Arrotea nos parecía que no teníamos mucho que referenciara a este Flores Sur con el tango. Luego fuimos descubriendo que muchos compositores, cantantes y letristas de tango fueron parte de este barrio y tenemos algunos historiadores como Ángel Prignano a quien le encanta escribir y contarnos estas historias.

 LC7: ¿Qué espacio ocupa el tango en la vida de ustedes?

RP: Dibujo y bailo tango desde siempre, esos son los universos que ocupan mi vida y los lenguajes que disfruto fusionar. Además de dar clases de tango trabajo realizando ilustraciones en distintas publicaciones relacionadas al género.

CR: Bailaba algo de tango hace unos 20 años, en el viejo “Paracultural”. Luego me aleje de las milongas por encontrar un ambiente en el que no me encontraba cómoda y me acerqué más al folklore. Hace unos años arranqué de nuevo con el tango. Me encantó cruzarme con las chicas de “Aires del Sur”. El tango para mí es un espacio de encuentro, para bailar, para cruzarnos, para escuchar orquestas o músicos, comunicarnos y hasta para compartir una pizza o una cerveza con buena gente.

LB: Si bien mi mayor recorrido es como músico, con la guitarra primero y el bandoneón después, fue a partir de integrar la orquesta “Cambio de Frente” que, al tocar en las milongas, me permitió acercarme al baile. Al principio, a modo de juego, pero también siendo consciente del momento de resurgimiento y de reformulación del tango que estamos transitando. Me gusta ser parte de la organización de proyectos que vinculen a la gente que se siente identificada de esta manera con este movimiento.

SA: Diría mi segunda prioridad, primero mis hijas, después todo el tiempo estoy dedicada al tango, ya sea musicalizando, dando clases u organizando milongas y otras actividades con “Vivas” (Movimiento Feminista de Tango – Conurbano Sur) siempre con perspectiva de género.

Se espera que a medida que se vayan reanudando las actividades sociales, la Milonga de Flores Sur comenzará a dar sus primeros pasos. Sus integrantes recomiendan seguir las novedades por las redes sociales.