Jueves 26 de Diciembre del 2024

“Estamos donde hace falta”

El Cuerpo Argentino de Socorrismo y Asistencia (CASA) es una ONG que busca promover, fomentar […]

Publicado el 3 agosto, 2021 por Juan Bertrán

El Cuerpo Argentino de Socorrismo y Asistencia (CASA) es una ONG que busca promover, fomentar y desarrollar actividades de socorrismo y asistencia humanitaria. Hablamos con Matías Sanders, referente de la organización, para que nos cuente sobre la formación de socorristas y el trabajo que realizaron en los paradores de la Ciudad de Buenos Aires durante la pandemia COVID-19.

La Comuna 7: ¿De qué se trata el CASA (Cuerpo Argentino de Socorrismo y Asistencia)?

Matías Sanders: El CASA es una ONG, radicada en el ámbito del AMBA, que tiene también una sede funcionando en la provincia de Córdoba, y que está compuesto por personas que están formadas en el ámbito del socorrismo. Tenemos cinco años como equipo funcionando en campo y tenemos varias brigadas de trabajo (Brigadas de Búsqueda y Rescate, Brigadas Pre-Hospitalarias, Brigadas de Logística, Infraestructura y Radiocomunicaciones). Nuestro objetivo es promover actividades de socorrismo, poder ayudar a todos sin importar color de piel, bandera política, estatus social o económico. Nosotros ejercemos nuestra tarea de voluntarios dentro del ámbito del socorrismo en muchos lugares, lo que importa es ayudar a la gente.

LC7: ¿Cómo surgió el CASA?

MS: Somos cinco personas que estamos en la línea fundadora y que queríamos formar un equipo de trabajo que pudiera brindar capacitación gratuita en lo que era RCP (Reanimación Cardiopulmonar) y DEA (Desfibrilador Externo Automático) y a su vez, sabíamos que queríamos crear un campo de trabajo que juntase a todas las personas que quisieran hacer un voluntariado en el mundo de la emergencia. Hoy por hoy, si querés ser voluntario dentro del mundo de la emergencia, no hay otro voluntariado que te acerque si no es por Defensa Civil o Bomberos Voluntarios. En ese sentido, creamos este cuerpo para que todas las personas sin importar localización geográfica, edad, género, pueda aprender primeros auxilios, hacer RCP, participar de operativos de prevención sanitaria, en un lugar que es totalmente sin fines de lucro.

LC7: ¿Qué logros tuvieron en estos años como organización?

MS: En el transcurso de estos cinco años ya tenemos más de 3500 personas formadas en RCP y DEA en forma gratuita. Venimos trabajando muy fuertemente en operativos de búsqueda de personas desaparecidas. Hemos hecho más de 100 operativos de este estilo. Cuando arrancó la pandemia habilitamos una casilla de consultas y contestamos más de mil correos acerca de cómo prevenir el contagio de COVID-19. Nos hemos hecho cargo de doce paradores del Gobierno de la Ciudad para gente en situación de calle aislada. Nos ocupamos de dar atención pre-hospitalaria y el seguimiento de la sintomatología de todos ellos. Después, pegamos el salto a los vacunatorios y tenemos un montón de campos de trabajo. Tenemos un campus online que lo utilizamos para formar de manera gratuita a la comunidad para que se pueda capacitar a distancia en otros puntos del país. Así que tenemos varias cosas ya en nuestro haber a pesar de tener poco tiempo de vida.

LC7: ¿Cómo atravesaron la pandemia?

MS: Atravesar el año fue muy duro desde lo emocional. Tuvimos que dividir al equipo porque tenemos personal de riesgo, con lo cual solo pudo trabajar el personal que no era de riesgo y que no convivía con personas de riesgo. Así que se nos diezmó bastante el equipo. Esto nos pegó muchísimo, hemos tenido que solicitar ayuda a la Red de Psicólogos Especializados en Catástrofes de Argentina (RPECA) para que nos brinde un soporte emocional, para que trabaje con nuestros voluntarios y las familias porque realmente fueron situaciones muy duras. Fuimos tomando contacto con realidades que desconocíamos. Trabajamos en los paradores de la Ciudad donde había 2200 personas encerradas que vivían todas o casi todas en situación de calle. Había gente que no tenía control de sus embarazos o de sus enfermedades crónicas hace meses. Fue tomar contacto con realidades muy duras, con menores de edad, con bebés, con adultos mayores. Pusimos lo mejor del profesionalismo pero fue un año duro para nosotros.

LC7: ¿Qué significa ser socorrista para ustedes?

MS: Si vos vas a la ley del socorrista lo que te va a decir es que el socorrista es una persona que tiene capacitación para aplicar primeros auxilios, sabe RCP y sabe comportarse en situaciones de desastre. Para nosotros ser socorrista es mucho más. Tratamos de armar entre todos una comunidad más segura, más consciente de los riesgos que la rodea. Ser socorrista es alentar a construir un futuro más seguro. Es muy importante para nosotros desarrollar estas tareas de prevención porque nadie las desarrolla y si hay alguien que las desarrolle, cobra por eso. Y quizás hay gente que no puede pagar eso. Vamos mucho a barrios de emergencia, a asentamientos, trabajamos mucho con comedores, donde hay un montón de familias con nenes chiquitos y les enseñamos el uso del botiquín, el cuidado, primeros auxilios, cómo prevenir incendios. Son personas que han sido excluidas del normal funcionamiento de la sociedad. Nuestro trabajo es apuntar a ir a lugares donde realmente sabemos que hacemos la diferencia. Ser socorrista es eso, es poder colaborar donde realmente hace falta.

LC7: ¿Sienten que hay mayor consciencia sobre los cuidados que hay que tener en general?

MS: Creo que no. Creo que con los años, los argentinos hemos desarrollado una personalidad en donde sufrimos de altibajos. Cada vez que pasa algún hecho de renombre que acapara los medios a lo largo de unos días, volvemos a cuestionarnos lo que pasó. Eso dura un tiempo y después nos olvidamos. Hoy por hoy tenemos una ley de desfibriladores y nadie le da bola. Hoy vas a una escuela primaria y no hay un desfibrilador y no todas las ambulancias tienen desfibriladores. Siendo que es cinco veces más probable que te pase una cardiopatía, antes que un incendio. Las cardiopatías están en Argentina en el top tres de causas de muerte, no los incendios. Y sin embargo, tenemos más matafuegos que desfibriladores. Es muy importante que la gente empiece a tener consciencia y empiece a formarse sobre esto porque tenemos leyes que no se cumplen. La ley de enseñanza  de RCP en las escuelas ya no se cumple. Todas estas cosas tratamos de evitar que mueran en el olvido. La gente no es consciente de estos riesgos.

LC7: ¿Qué proyectos tienen a futuro?

MS: La idea es seguir creciendo. Tenemos un montón de personas que quieren ingresar al cuerpo. Recién ahora estamos normalizando la nivelación de ingreso que tuvimos que dejar de dar a lo largo del año pasado. También tenemos pedidos de muchos puntos del país para abrir sedes. Estamos haciendo la prueba piloto en Córdoba. La idea es expandirnos, es crecer, es llevarle la posibilidad a toda la gente que habita nuestra tierra que se pueda capacitar de forma gratuita. Además, tenemos muchas ganas y es nuestro objetivo principal poder abrir y fundar la primera escuela de primeros auxilios gratuita en el país. Queremos que esté al alcance de toda la gente. Estamos contentos porque el trabajo de los voluntarios del CASA es realmente importante. El CASA es la gente que lo compone, es la familia que lo compone. Hay que destacar el trabajo de toda esta gente. Son todos voluntarios, nadie cobra un peso y estamos muy orgullosos de este equipo. El trabajo que han hecho y que siguen haciendo durante la pandemia es realmente digno de destacar.


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