Tocar la dignidad con las manos

La Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores convocó a la séptima e histórica caravana del #8M por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Recorrieron las zonas más conflictivas del barrio.

Como ya es habitual la caravana por el #8M en el Bajo Flores consistió en hacer un recorrido mediante postas que incluyó la siguiente organización. El comienzo fue desde las 9.30 horas siendo el punto de partida Cobo y Curapaligüe y caminaron hacia Las Caracolas. Luego, tomaron la calle Malvinas Argentinas hasta llegar a Bonorino, donde hicieron la primera parada.

De allí, caminaron hasta Salvigny hasta llegar al Pasillo Bolívar de la Manzana 22 del Barrio Ricciardelli (Ex Villa 1-11-14), donde leyeron el documento de la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores.

Siguieron hasta el Pasillo del Sol de la Manzana 23 para hacer una nueva parada y finalmente continuaron hasta la Rotonda, donde se llevó a cabo la última parada y cierre de la caravana. “Paramos el mundo”, fue una de las consignas de la caravana.

“Una vez más, paramos y marchamos este 8 de marzo, un día de duelo internacional por las mujeres trabajadoras, cargando con otro duelo, por la brutal muerte de Nayla, la niña que con 4 años fue alcanzada por una bala en medio de un tiroteo en estas calles, y murió en brazos de su madre. Y decimos que el Estado es responsable por esta muerte, y por las muertes cotidianas que ocurren en manos de quienes, sintiéndose dueños de nuestras vidas, nuestras casas y nuestros barrios, hasta nos cobran coimas para permitirnos trabajar en ellas”, dice parte del comunicado oficial al que tuvo acceso LC7.

Y en otra parte del documento también manifestaron que “desde el corazón del Bajo Flores, nosotras, nosotres mujeres y disidencias, migrantes, trabajadoras, militantes, alzamos nuestra voz para que retumbe, cale y rompa la indiferencia, el individualismo, la soberbia y la desidia de quienes ocupan responsabilidades en el Estado”.

Fue una caravana muy emotiva y concurrida, circularon alrededor de 500 personas, mujeres, disidencias, migrantes y trabajadoras.

En diálogo con este medio digital, Griselda Galarza ,docente y referente de la Red de Docentes y Organizaciones del Bajo Flores,  comentó algunas sensaciones de lo vivido: “A diferencia de las anteriores caravanas, no paramos por las instituciones u organizaciones donde las compañeras hablan habitualmente de lo que se realiza en cada uno de esos espacios en relación a las temáticas de género y disidencias. Este año se decidió marchar por los lugares más conflictivos de la Villa 1-11-14, para poner el relieve la ausencia del Estado y de dispositivos concretos de políticas públicas de la promoción de derechos, porque lo que va ganando en el territorio es la lógica del narcotráfico”, explicó.

Por otro lado denunció que “allí se plantearon algunas problemáticas que se vienen dando hace un montón, como por ejemplo en los boliches que hay a adentro las pibas en las rango etario de 20 a 30 años han vivido situaciones de abuso sexual, siendo probable que hayan sido drogadas y llevadas a otro lugar”. Pero también dejó una frase esperanzadora: “Nosotras vamos a seguir caminando el Bajo Flores hasta tocar la dignidad con las manos”.