El Dr. Edgardo Knopoff, especialista en salud pública, psiquiatría y encargado del área programática del […]
Publicado el 30 abril, 2020 por Nicolás Rosales
El Dr. Edgardo Knopoff, especialista en salud pública, psiquiatría y encargado del área programática del Hospital Piñero, cuenta la preocupante situación que se viene dando como consecuencia de la convivencia de las dos pandemias con casos récords en el barrio de Flores: Dengue y Coronavirus.
La Comuna 7: ¿Cómo están afrontando la situación del dengue dentro del Hospital Piñero?
Edgardo Knopoff: Está brava la situación. Dentro del Área Programática del Hospital somos el área con más casos de dengue por los barrios que nos circundan y por la poca acción que tuvo este año el Gobierno de la Ciudad en relación a la epidemia. Lo que tendrían que haber hecho el año pasado parece que fue distraído por la campaña electoral y las consecuencias son lo que tenemos. Estamos en este momento con 2200 casos confirmados que incluye Flores, Cildañez, el Indoamericano y Parque Avellaneda.
LC7: En esta situación, ¿llegan los pacientes llegan directamente al Hospital para saber si están infectados de dengue?
EK: Llegan todo el tiempo pacientes. Estamos con el manejo de tres epidemias al mismo tiempo. Por un lado el sarampión que reapareció y no es tan masivo como las otras pero, incluso es algo que los médicos nuevos no estaban acostumbrados a ver porque no la habían visto nunca en vivo y en directo. Por otro lado, el dengue que es masivo y el coronavirus que estamos teniendo una suba en los casos, hasta el lunes 27 de Abril, 101 casos. A esta el altura, el paciente de dengue ya es tan común que se diagnostica por síntomas y ya no se identifica específicamente el virus. Al comienzo se identificaba, incluso se determinaba su especie, porque hay cuatro genotipos distintos. Mayoritariamente tenemos dos, el dengue común se maneja habitualmente en la casa si es que el paciente no tiene factores de riesgo, sí hay que hacer algunos exámenes de sangre para ver el riesgo de hemorragia y deshidratación, estos son los dos grandes cuidados que hay que tener. El otro es el dengue grave, que ese sí necesita de una hospitalización, y que tiene algunas señales de preocupación que por lo general son deshidratación o alteración de la cuestión sanguínea con riesgo de hemorragia. La mayoría de las manifestaciones viene siendo de dengue común por suerte. Lo que sí tenemos en nuestra área son 4 casos diagnosticados que en el mundo es poco frecuente, de dengue y Covid-19 a la vez. Esto sería algo muy particular por las características de nuestra comuna. En relación al coronavirus hace falta decir que un principio era identificado con casos del norte de la ciudad siendo importados de Europa o de Oriente. Ahora eso cambió. En ambas enfermedades los casos son autóctonos o de circulación comunitaria. En caso del dengue es más viral, porque hay muchísimos más mosquitos. La verdad es que se hizo muy poco desde campañas de prevención y descacharrado. La fumigación viene siendo poco efectiva, es particular porque hay que hacerla bien temprano al amanecer, o al atardecer.
LC7: ¿En qué condiciones laborales vienen trabajando los equipos de salud?
EK: Estamos en un momento complicado por la confluencia de las epidemias. Hasta hace poco veníamos trabajando con los estudios de foco de dengue, esto implicaba que se iba a la casa, se revisaba para buscar mosquitos, era habitual no darse cuenta naturalizando situaciones (en referencia a la convivencia con el mosquito del dengue), y también se revisaba la cuadra y si era posible varias manzanas alrededor. Pero a medida que avanzó la tensión de la enfermedad se nos hace muy difícil dedicarle este tiempo. Porque tenemos que prestarle atención a los casos de Covid-19 además. Y en este momento, el ingreso a un domicilio hay que hacerlos con muchas precauciones. La única ventaja a futuro es que el frío nos va a parar la propagación del mosquito. Con relación al Covid-19 al interior del Hospital estamos con muchas falencias de EPP (Elementos de Protección Personal), tenemos que trabajar también la capacitación para usarlos y en la prevención de la enfermedad para no contagiarnos. Se están proveyendo pocos insumos y se piensa poco desde el gobierno en la respuesta que podríamos dar desde la particularidad de nuestros barrios. Porque hay mucha de nuestra gente se les va a hacer muy dificultoso cumplir con las condiciones de aislamiento. Hay que pensar en espacios especiales para el aislamiento para los contagiados que no puedan cumplirlo en la casa por el tipo de infraestructura de la vivienda. Hoy en día eso no se está pensado. Lo vengo proponiendo hace un tiempo, espacios para aislamientos comunitarios, como clubes de barrio, para aislar a grupos pequeños de familias con una infraestructura básica y con el cumplimiento de normas sanitarias hasta que pase la ola. Hoy es urgente la provisión de barbijos específicos, los N95, y también camisolines descartables para el día a día. Al estar más expuestos se genera un grado de tensión que no debería suceder, porque tenemos que seguir atendiendo. Nos hacen faltan termómetros tipo pistolitas con scanner de temperatura con los que uno pudiera medirla en los lugares de ingreso y rápidamente. Ante la ausencia del estado la única salida es la comunitaria cumpliendo con el aislamiento. Generamos un “Comité de Crisis”, para pensar y trabajar una salida de manera conjunta.
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