Resistiendo

A fines de diciembre se llevan adelante las fiestas de fin de año y cierre de actividades deportivas en los clubes de barrio de la comuna. También es tiempo de balances. 

Más allá de las fiestas con entregas de premios, medallas para los y las deportistas, festejos, reconocimientos acompañados de música y comida en los clubes de barrio, resulta interesante hacer un balance del año teniendo en cuenta el contexto social que toca vivir y cómo de alguna manera esto les afecta a las instituciones.

En esta ocasión las palabras son de referentes de los clubes 17 de Octubre y Flores Sur.

Leonardo Militello del 17 de Octubre se animó a reflexionar sobre la actualidad social y como esto los atravesó, “Pensar la situación de los clubes de barrio hoy, no parece muy diferente de la que está atravesando la sociedad argentina en su conjunto. Las instituciones atraviesan dificultades económicas y las familias que participan de los clubes también se han visto afectadas en el acceso a bienes materiales y simbólicos en los últimos años”.

Por otro lado, afirmó, “Desde los clubes de barrio se asiste, contiene y se forma a chicos, chicas  y jóvenes del barrio de manera sostenida, luego de tres periodos críticos: primero la pandemia, luego un período de inflación y en la actualidad un contexto de ajuste económico,  aumento excesivo de las tarifas de los servicios y de destrucción de los programas del Estado nacional que apoyaban y financiaban el desarrollo de los clubes como el «clubes en obra’, el «potenciar deportes» el programa «Hay Equipo». Todo esto ya no existe más”.

Por su parte Humberto Pitu Rodríguez de Flores Sur comentó, “A pesar de todo, fue un año bastante bueno del club. Para las fiestas se acercó mucha gente a participar y colaborar. También, en Flores Sur estamos creciendo en disciplinas lo cual es un desafío de crecimiento para el club y la mutual. Crecimos además en el área de cultura”.

“En este contexto, se nota que hacen falta espacios como los nuestros, porque hoy hay indicadores de fragmentación y violencia social realmente preocupantes y se hace difícil contener. Insisto, que sí el club como un lugar de lazo social está bien organizado, se fortalece”, analizó Rodríguez.

Por último, Ariel Palombi integrante del mismo club declaró a este medio, “En la fiesta estuvieron todas las actividades presentes y hubieron más de 700 personas. 

Este año que pasó fue difícil, tuvimos que hacer todos los esfuerzos para soportar los tarifazos, sumado al deterioro de los ingresos que por ejemplo entre otras cosas complejiza el pago de las cuotas sociales. Trabajamos colectivamente y solidariamente para poder soportar esto último.

 Hay que decir además que, sufrimos mucho la quita de los programas nacionales que eran de una gran ayuda para los clubes. No hubo políticas de acompañamiento de parte del estado nacional. Pero acá estamos, resistiendo”.