En tiempos de crisis, los vecinos se unieron para ayudar a los que más lo […]
Publicado el 24 septiembre, 2019 por Juan Bertrán
En tiempos de crisis, los vecinos se unieron para ayudar a los que más lo necesitan. En Portela 496, todos los sábados por la tarde, funciona un merendero que sirve como punto de encuentro para la comunidad.
El contexto económico del país se hace sentir en la realidad cotidiana de la Comuna N° 7.
En Portela 496 (esquina Tandil), comenzó a funcionar un merendero como respuesta a estos momentos de dificultades para las familias del barrio. En la sede del Partido Comunista en la Comuna N° 7, los sábados desde las 16, los vecinos que lo necesiten pueden pasar una tarde de encuentro, merienda y entretenimiento.
“El merendero era una idea desde hace bastante tiempo. Vimos que había muchos pibes que no tomaban una merienda el día sábado, había muchos vecinos que no tenían puntos de encuentro, nos comentaban que muchas iniciativas con los vecinos por la zona no habían”, explicó Valentina Romo Espinoza, una de las coordinadoras de la actividad, ante la consulta de este medio. “Estamos en un lugar estratégico de la comuna porque es un lugar donde hay muchos vecinos y vecinas adultas que nunca vieron que se hiciera algún trabajo colectivo incluyéndolos a ellos. Entonces, desde ahí nace la idea, de acercar a los vecinos, básicamente en un contexto en donde vemos que hay necesidades”.
Los sábados, no solamente se da la merienda con chocolatada y cosas dulces, sino que también hay clases de apoyo de primaria y secundaria y diferentes entretenimientos para los más chicos. “Aparte de compartir, hacemos juegos, regalos y los pibes van a pasar un rato de diversión, de encuentro entre ellos. No solamente comparten una leche, sino la diversión. Además, los vecinos están participando en una actividad de querer hacer algo por el otro. Está bueno que sea un punto de encuentro con otras personas del barrio”.
El merendero recibe aportes y donaciones de leche larga vida, chocolate en polvo y algún aporte de cosas dulces, como alfajores, bizcochuelos, galletitas. Al mismo tiempo, para las clases de apoyo necesitan materiales escolares, como cartulinas, lapiceras, cuadernos, hojas blancas.
“Nos sentimos parte del barrio, sentimos que somos una fibra que tiene algún peso dentro del barrio, que puede hablar con autoridad, que tiene incidencia con los vecinos, que no solamente está en la calle luchando por un país más justo sino que estamos con los vecinos y vecinas de acá escuchándolos, eso para nosotros es realmente fructífero, poder haber traducido eso, el cómo ayudar. Es un logro político para nosotros los jóvenes”, finalizó Romo Espinoza.
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