El 18 de septiembre en la sede Flores de la Defensoría del Pueblo se presentó […]
Publicado el 29 septiembre, 2019 por Nicolás Rosales
El 18 de septiembre en la sede Flores de la Defensoría del Pueblo se presentó el indicador barrial de la situación nutricional, a cargo del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana.
La sala dispuesta en la calle Carabobo 84 se vio colmada. Allí, se contó con la presencia de Silvia Saravia -Coordinadora Nacional de Barrios de Pie, Laura Lonatti -Directora del Área de Salud- e Isaac Rudnik del ISEPCi.
Fueron los encargados de presentar un detallado informe sobre la difícil situación que se vive en términos de acceso a los alimentos básicos en los sectores populares del país. Los resultados del estudio arrojan un dato que duele: el problema no es la desnutrición, sino la mala nutrición.
Los datos en contexto:
Durante el primer semestre del 2019, en el marco de una inflación que elevó el precio de los alimentos más del 25%, con un descenso generalizado en el consumo de productos esenciales (lácteos, carnes, frutas y verduras),que hizo indispensable la sanción de la «Ley de Emergencia Alimentaria», en ese contexto; la organización Barrios de Pie en conjunto con el Instituto de Investigación ISEPCI (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana) relevaron a 24.647 niños/as y adolescentes de 0 a 19 años. Fueron medidos y pesados en 14 provincias, registrando en las edades que van de 2 a 19, valores superiores al 43% en condiciones de malnutrición, mientras que entre los lactantes de 0 a 2 años la malnutrición supera el 29%.
La detección precoz de la malnutrición es una experiencia de epidemiología comunitaria en barrios vulnerables de la Argentina, tal como dice el acertado título del informe escrito.
En este sentido, Silvia Saravia, coordinadora nacional de Barrios de Pie, sostuvo que “nuestro informe pone de manifiesto que la malnutrición es un problema crónico y estructural. Otro problema grave es el que atraviesan nuestros comedores y merenderos al no recibir los alimentos que el Ministerio de Desarrollo Social almacena en sus galpones”.
Por su parte, Laura Lonatti, coordinadora del área de salud colectiva de Barrios de Pie y del área técnica del ISEPCI, resaltó: “La mitad de los chicos y chicas presentan altos valores de malnutrición. Esto es un grave riesgo nutricional que impacta en el déficit de crecimiento en los primeros años de y también epidemiológico con potenciales enfermedades no transmisibles como síndromes metabólicos por malnutrición a edades tempranas (adolescentes y jóvenes) por una disponibilidad de alimentación de baja calidad nutricional, basada en harinas, carbohidratos”.
Las protagonistas
Hacia el final, hubo un interesante intercambio de experiencias de la mujeres coordinadoras y los encuestadores de los diversos barrios del conurbano bonaerense. Algunas de ellas contaron con alegría lo vivido, se emocionaron y otras se entristecieron. Este fue un relevamiento único por su metodología, un trabajo comunitario y popular que puso en evidencia al cuerpo social que muchos no tienen en cuenta. Al día de hoy, de cara al futuro, el tema se presenta como un problema estructural que necesita comenzar a resolverse de manera urgente.
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