Homenaje a Ortega Villa

El fotoperiodista quechua, fallecido en 2021, fue homenajeado con una muestra suya por sus retratos de rituales y celebraciones en torno al Día de los Difuntos de cada 2 de noviembre en el Cementerio de Flores.

Cada 2 de noviembre los pueblos ancestrales, indígenas, andinos y amazónicos, conmemoran Aya Mark ´ay Quilla (en quechua); Ajayu Uru (en aymara) o el Día de los Difuntos.

La celebración reúne gran cantidad de personas que se acercan al cementerio con elaboraciones horneadas, flores, bebidas, adornos y aquello que sus difuntos a quienes visitan disfrutaban en vida. Llega a reunir hasta 60.000 personas, pero, desde el 2006, el gobierno porteño restringió el ingreso de alimentos, bebidas y bandas de músicos que tocaban alrededor de las tumbas. Con los años, la tensión entre las familias que se acercan al cementerio a tener una práctica ancestral y espiritual y la policía se fue incrementando.

Se formó una mesa de trabajo integrada por las áreas intervinientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, familias y organizaciones sociales que se llama mesa de trabajo Aya Mark ´ay Quilla, con el objetivo de poder organizar la celebridad.

“Cada 2 de noviembre nuestros ancestros nos vienen a visitar, hay un encuentro, la manera de esos encuentros son dos días antes amasamos unos pancitos que se llaman tanta wawas que se prepara en abundancia. Es una práctica comunitaria que se va pasando de generación en generación. Cuando estamos despidiendo al alma, se toca una música alrededor de cada familia que está despidiendo a su difunto. En esa práctica que se realiza se práctica la reciprocidad, la manera de retribuir a quienes ofrecen su música es una comida”, dijo en diálogo con LC7 María Pomacusi, integrante de la mesa de trabajo.

La mesa de trabajo logró que la policía no tenga armas, que las familias puedan ingresar con una bolsa de tanta wawas, que haya un camión de agua en el cementerio y baños químicos. El ingreso de sikuris (grupos de músicos que tocan el sikus) para realizar las rondas de música se permiten a partir de las 15:30 horas.

Al respecto María comentó que “lo que sucede es que es muy poco tiempo para los músicos porque todos quieren que se hagan las rondas de sikuris, ya que el cementerio cierra a las 17 horas”.

Respecto de la muestra en la Cámara de Diputados de la Nación en homenaje al fotoperiodista quechua Reinaldo Ortega Villa, Elisa Juarez -quien participa de la Comisión de Género del Consejo Consultivo de la Comuna N° 7 y también de la Mesa de Trabajo-, destacó en conversación con este medio que “la muestra tuvo por objetivo difundir y sensibilizar sobre esta conmemoración. Se busca el reconocimiento al desarrollo de las prácticas milenarias y ancestrales, que sean respetadas, escuchadas y trabajadas, ya que hasta la dictadura era un feriado nacional”.