Asbesto mortal

Los paros escalonados en el subte se sostienen porque el conflicto por la presencia de este mineral peligroso no se resuelve. Las muestras analizadas hablan también de la exposición de los usuarios de la red.

El reclamo que están llevando adelante las seis líneas del subte puso en agenda el efecto que puede generar el asbesto, un componente cancerígeno que forma parte de las piezas ferroviarias y por el cual los trabajadores reclaman menos horas laborales.

Luego que la empresa Emova decidiera aplicar descuentos salariales por medidas de protesta anteriores y ante el continuado pedido de trabajar en mejores condiciones de salud, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) organizó un cese de actividades en las líneas A, B, C, D, E y H, incluyendo el Premetro.

Parte de los reclamos de los trabajadores del subte tienen que ver con la potencia mortal que puede tener este elemento, el cual se adhiere a los pulmones y genera fibrosis, insuficiencia respiratoria o, en el peor de los casos, cáncer pulmonar.

Además, afirman que ya le costó la vida al menos a tres trabajadores. Mientras tanto, desde la empresa, aseguran que realizaron 2.500 mediciones y arrojaron resultados «adecuados para la salud».

Sin quedar conformes, los trabajadores enviaron a analizar muestras de piezas, materiales y componentes de las flotas que circulan en la red subterránea y Premetro al Departamento de Geología de la Universidad del Sur, especializada en asbesto y representante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El resultado existente fue la presencia de material contaminante en rodantes, flotas y en sectores de las estaciones, lo cual indica la exposición de los usuarios del subte a este material contaminante.

Mientras esta situación continúe y no se resuelva el conflicto, ya dijeron que los paros escalonados en todas las líneas seguirán.