Jueves 07 de Noviembre del 2024

Flores antes fue un partido

“Arqueología del período colonial y organización nacional en el origen de San José de Flores” […]

Publicado el 17 enero, 2024 por Nicolás Rosales

“Arqueología del período colonial y organización nacional en el origen de San José de Flores” es un trabajo del arqueólogo Ulises Camino donde se revela parte de la historia del hoy barrio de Flores.

El arqueólogo Ulises Camino comenzó la conversación con este medio digital explicando de que trató este estudio y desde dónde se originó: “Más allá de ser un trabajo mío para el doctorado, trabajó mucha gente. Chicos que se licenciaron con este trabajo y que trabajaron en equipo. El trabajo duró un tiempo, y perdura por otras razones. Se fue ampliando porque hoy podríamos decir que tenemos la parte pre hispánica. Porque entendemos a San José de Flores no como un barrio, sino como un partido, porque era mucho más amplio, abarcando a los barrios de Caballito, Parque Chacabuco, Avellaneda, Villa Luro, Velez Sarfield, Floresta, Monte Castro, Mataderos, Lugano, Villa Soldati, Villa Riachuelo, etc. Recién se conoce como el barrio de Flores, cuando en 1888 el partido pasa a ser parte de la capital”.

Por otro lado, aportó sus conocimientos para comentar qué era todo este territorio antes del arribo de los españoles: “Toda esa zona estaba dominada por los bañados del Riachuelo. Era un valle de inundación muy grande que fue provocado por el ingreso marino 6500 años antes. Eso se puede ver actualmente cundo pasamos la avenida Directorio y vemos que las calles descienden, esas eran las barrancas naturales donde estaba el bañado. Y más allá, también había agua, en lo que se conoce vulgarmente como el Bajo Flores”, dijo Camino ante la consulta de LC7.

Además continuó describiendo que “en cuanto a fauna, teníamos el venado de las pampas, nos tenemos que imaginar que también había pumas, garzas, etc. En el extremo más alto de este lugar donde hoy se encuentra el autódromo, fue el lugar donde los pueblos prehispánicos cazaban. También allí hacían sus cerámicas utilizando la arcilla del Riachuelo, porque hay que saber que toda esta zona era naturalmente un humedal. Buenos Aires toda es un gran humedal, y de aquello no queda casi nada, solo la reserva natural de Lugano y la Rivera Sur donde aún se conserva cierta fauna. Otro recurso que era aprovechado por aquellos pueblos, era la leña y que se obtenía de los bordes del bañado, donde había leña natural. Los pueblos originarios de aquí eran los querandiés, que en lengua guaraní quiere decir ‘come grasa’, era una forma despectiva que tenían los guaraníes para referirse a las personas que vivían acá. Comían grasa porque hervían la carne y los huesos del venado de las pampas hasta el final en sus cerámicas”.

EL Virreinato del Río de La Plata y el Camino Real

“Con la llegada de los españoles, se pudo comprobar que eligieron esta zona para iniciar el denominado ‘Camino Real’, lo que hoy conocemos como la Avenida Rivadavia. Que en realidad comenzaba más hacia atrás, en las cercanías del Arroyo Cildañez, sobre la avenida Santa Fe, y un poco más atrás, desde Cabildo y Juramento en Belgrano. Por el Camino Real se podía ir hacia el norte hasta Luján por Rivadavia, y después hacia otros caminos llegando a Pilar y subiendo hacia la costa del Río Paraná en Baradero y luego se podría ira para la provincia de Córdoba. Este camino era y fue estratégico porque se transitaba todo el año para el comercio principalmente. Teniendo salida además hacia el Río de La Plata y el puerto para sacar las mercancías hacia el Alto Perú”, detalló Ulises.

Además, Ulises Camino explicó: “También hay que decir el Puerto de Buenos Aires era la entrada de esclavos sobre todo cuando se crea el Virreinato del Río de La Plata, donde se le dio un gran impulso a Buenos Aires como ciudad pasando a ser una aldea de 17000 personas, y para 1810 ya vivían 44000. Retomando Flores, fue vital además para provisionar trigo, leña de durazneros y tejas que se hacían en los hornos de ladrillos trabajados por esclavos y que provisionaban a la construcción del fuerte de Buenos Aires, las iglesias, etc.”.

Por último, el arqueólogo fundamentó los orígenes y el interés sobre la especialidad de la arqueología urbana: “Tengo que remontarme mucho tiempo atrás y mencionar al primer arqueólogo Carlos Rusconi  que en el año 1926 trabajó y realizó hallazgos por la zona de Soldati, un sitio prehispánico o de contacto, y que después trabajó en el Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia. Él fue un autodidacta, que además fue geólogo y paleontólogo. En el año 30 con el golpe de estado, Rusconi ferviente defensor de Yrigoyen, se tuvo que exiliar a Mendoza. Además había excavado en la zona donde hoy es el Ministerio de Economía, que antes era el lugar donde se recaudaban los impuestos. Mucho tiempo antes, también hubo una excavación en lo que actualmente es el patio de las palmeras en la Casa Rosada de parte de Ambrosetti en 1906, uno de los fundadores de la arqueología. Recién en el año 1985 se forma el Centro de Arqueología Urbana, desde la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA. Nosotros desde el 2000 que empezamos a trabajar en el barrio de Flores, para diferenciarnos de los otros estudios que provenían generalmente del centro de la ciudad o en San Telmo, la Boca, o Parque Lezama. Por otro lado nosotros formamos una cooperativa de trabajo que se llama Arqueocoop”.


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