Marta Liotto fue electa como la nueva Presidenta del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de […]
Publicado el 24 noviembre, 2021 por Fernando Zuker
Marta Liotto fue electa como la nueva Presidenta del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires y, en sus primeros días al frente de la gestión, dio su opinión respecto de la actualidad del sector inmobiliario, la ley de alquileres, los precios y las oportunidades de seguir soñando con la casa propia.
La Comuna 7: ¿Qué balance hacen de la Ley de Alquileres?
Marta Liotto: Para nosotros esta ley es un absoluto fracaso, especialmente dos artículos son sumamente negativos, el primero es el que establece la forma de indexación. Según esta cláusula y con la inflación furibunda que tenemos, el índice hoy ronda en el 52% interanual. Esto se traduce en que un inquilino comenzó pagando $30.000, después de un año y de la noche a la mañana, pasó a pagar $45.000. Sin duda un golpe al bolsillo que cambia toda su economía doméstica. Y del otro lado, el propietario, como tiene que esperar un año para la actualización en un contexto de alta incertidumbre, fija valores iniciales altos para cubrirse y porque sabe que tiene 12 meses de espera para actualizar su renta. La realidad es que el sistema venía funcionando mucho mejor antes de esta ley, porque la gente se terminaba poniendo de acuerdo. Nunca, en ningún acuerdo de partes se llegó a establecer índices del 51%, como máximo se establecía un 20% semestral que se traducía en un 41, 42% anual por el acumulado, pero nunca semejante índice. Para nosotros esto hay que modificarlo de inmediato. El segundo es el plazo de locación. Con renovaciones cada dos años veníamos muy bien. El artículo de la nueva ley que lo llevó a tres años hizo un enorme daño. ¿Por qué? Hay muchos inmuebles que se ponen en locación por un contrato, por ejemplo, cuando hay una sucesión, y hasta que el juez emita sentencia, de esta manera los herederos buscan cubrir algunos gastos de la propiedad y los ayuda a pagar los costos del trámite, peor cuando esos inmuebles son liberados, normalmente pasan a la venta porque siempre hay algún heredero que necesita su parte. Esta ley, al extender los plazos un año más, sacó del mercado todas esas propiedades que contribuían a descomprimir el flujo de la oferta y la demanda.
LC7: ¿Desde CUCICBA tienen algún proyecto en mente?
ML: Ya lo presentamos, inclusive días pasados el diputado Álvaro González planteó en el recinto la modificación de estos dos artículos y lo pasaron a comisión. Nosotros planteamos que se vuelva a un acuerdo de partes. Es fundamental llegar a una buena ley y que los legisladores escuchen a todos los actores sociales, se establezcan consensos y se vuelque a la normativa. Desde el colegio tenemos un muy buen diálogo con el presidente del IVC y hay proyectos que pueden llegar a ser muy positivos.
LC7: ¿Consideras que esta ley de alquileres hay que derogarla toda o tiene algunos puntos positivos?
ML Creo que no hay necesidad de derogar la ley. Hay puntos de la norma que son buenos, por ejemplo la notificación a través de correo electrónico agiliza y simplifica la comunicación y la ampliación de las garantías además de las garantías propietarias es un paso muy positivo.
LC7: ¿Cómo hace hoy un asalariado para llegar a comprar un departamento?
ML: Es casi imposible. No hay una política crediticia y el tema del cepo es otra cuestión que lo dificulta mucho más. La única y mejor alternativa hoy es comprar en pozo, porque invertís en pesos y el devengado es en dólares. Por supuesto, no cualquier pozo. Hay que ver la empresa desarrolladora y la firma comercializadora. Hoy el riesgo no está en que no se termine la obra, pero sí en que te entreguen una propiedad que esté terminada con la calidad de materiales que te prometieron.
LC7: ¿Qué opinas de los actuales Convenios Urbanísticos que salieron de la legislatura y otros tantos que están a punto de tratarse? ¿Cuál es tu mirada del desembarco de grandes brokers en los barrios?
ML: Nosotros apuntamos más a desarrollos medios que son los que normalmente comercializan los inmobiliarios de las diferentes zonas, desarrollos que tengan que ver con la idiosincrasia de los barrios donde se están llevando adelante. Piensen que más allá de los nuevos sistemas de comercialización y ventas a través de plataformas, en las inmobiliarias de los barrios es determinante la confianza ganada a partir de años de trabajo. En mi caso y junto a mi papá hemos vendido propiedades a tres generaciones de una misma familia. Esas personas que depositan su confianza en nosotros, antes de realizar una nueva inversión pasa por nuestras oficinas a averiguar y que los orientemos en la siguiente operación.
LC7: ¿Crees que habrá una solución para aquellos que se embarcaron en los créditos UVA y hoy no pueden hacer frente a esa obligación?
ML: Creo que esa gente estaría peor alquilando porque estaría con la desesperación de no encontrar inmuebles. En última instancia, están refinanciando con los bancos y saben que cuando terminen de pagar van a tener una propiedad, aunque les lleve 20 o 30 años. En cambio, el que alquila nunca llega. Y tengo muchos conocidos que llevan alquilando varias décadas.
LC7: ¿Para quienes considerarás que construyen los desarrolladores porteños, habida cuenta que desde 1947 somos prácticamente la misma cantidad de habitantes, aunque la cantidad de viviendas se fue multiplicando?
ML: Creo que la respuesta la encontramos en el nuevo concepto de familia. Antes la gente vivía en clanes, en una casa podían llegar a vivir 8 o 10 personas con diferente grado de parentesco y diferentes generaciones. Hoy eso no pasa. Los jóvenes, a pesar de todas las dificultades, buscan independizarse a una edad cada vez más temprana, las parejas si no se llevan bien, se separan y cada uno por su lado. Los adultos mayores eligen vivir separados de sus hijos. Hay muchísima gente viviendo sola. Y eso cambió la ecuación radicalmente.
LC7: ¿Cómo está el sector inmobiliario hoy?
ML: Muy golpeado. Ya el último año de gestión de Macri fue malo para nosotros, después sobrevino la pandemia y la delicada situación económica que atravesamos no ayuda para nada. El mercado refleja una baja del 20, 25 y hasta del 30% del valor de las propiedades, según los barrios. Igualmente sabemos que esto es transitorio, en cuanto la economía nuevamente se acomode, recuperan su valor histórico. El ladrillo nunca defrauda. En estos últimos dos años, los inmobiliarios nos tuvimos que aggiornar para seguir adelante. Muchos pasaron a hacer home office y otros decidieron juntarse y alquilar oficinas entre varios porque sostener el nivel de actividad. Hoy tener un local a la calle, con personal a cargo, cubrir los costos de mantenimiento y hacer frente a las publicaciones en portales se hace muy difícil y tenés que contar con una cartera de clientes muy grande y consolidada.
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