Asambleas docentes porteñas

Docentes de la Ciudad están en estado de asamblea ante el avance del gobierno porteño de abrir las escuelas.

“Sin protocolo claro, sin garantías de seguridad e higiene, de improviso en el medio del pico de mayor contagio”, describe una de las docentes respecto del cómo y cuándo el gobierno porteño quiere que los chicos vuelvan al colegio.

Las bases, los y las docentes de los colegios de la Ciudad de Buenos Aires, realizaron distintas asambleas para discutir la intención del gobierno de querer volver a las aulas, iniciativa que fue desestimada por el gobierno nacional en cabeza de su ministro de educación, Nicolas Trotta.

El jueves pasado, la ministra porteña de la cartera educativa, Soledad Acuña, volvió a la carga en rueda de prensa, manifestando que “estamos dispuestos a adecuar lo que haya que adecuar en el protocolo» para la apertura de espacios digitales en las escuelas, y pidió «ser serios y responsables” para acompañar a los 6.500 chicos que perdieron el vínculo con sus docentes durante la pandemia de coronavirus.

Posteriormente, Nicolás Trotta tuvo una reunión junto a Soledad Acuña y la directora de la Dirección General de Cultura y Educación PBA, Agustina Vila, para “profundizar las acciones entre Nación, Provincia y Ciudad para llegar a las niñas, niños y adolescentes que no tienen o han tenido escaso nivel de contacto con la escuela. Tal como explicitan los protocolos aprobados en el marco del Consejo Federal de Educación por las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires, no están dadas las condiciones epidemiológicas para el regreso a las actividades en las escuelas”, manifestó el ministro en sus redes sociales.

Este medio participó de una asamblea de escuelas medias autoconvocadas, espacio impulsado por el colegio 19, Luis Pasteur, en contra de la vuelta a la presencialidad y la ciberescuela.

“Lo veo como un impasse, estar alerta y seguir organizándonos como espacio”, afirmó Astrid, del colegio Rogelio Yrurtia. Sebastián, del colegio comercial Joaquin V. Gonzalez, acompañó la visión y pidió un paso mas.

“Hicimos una asamblea con 81 compañeros. Y ahí se dio un debate particular. Había acuerdo de no volver a las clases presenciales, pero el debate se amplió a plantear otras reivindicaciones”, entre las que mencionó el problema de la conectividad, los datos libres para estudiantes, la reformas en las escuelas nocturnas, que plantea eliminación de cargos, de contenidos, y de horas, entre otras modificaciones.

Por su parte, Martín, del Comercial 21, explicitó la falta de criterio común en su establecimiento entre el cuerpo docente y el equipo directivo. “La rectora nos dijo que ella va a abrir la escuela cuando a ella le digan”. Y en la línea de Sebastián, dijo que hay que aprovechar el momento para activar con el tema de los dispositivos electrónicos, la conectividad, la alimentación de los chicos.

“La carta de hoy fue una provocación total”, en relación con la misiva que la ministra Acuña envió por mensaje privado a todo el cuerpo docente de la Ciudad. De hecho, la asamblea de Lugano y Soldati pidió la renuncia de Soledad Acuña.

“Ganamos una batalla, pero no la guerra”, alienta Mercedes, del Comercial 34, delegada de Ademys. En esa misma línea, Vanesa, del colegio 19 Pasteur, entiende que el gobierno porteño enviará nuevamente el protocolo porque quieren las escuelas abiertas.

Por eso es importante, afirma, continuar alerta. “Las conducciones, a pesar de su rechazo, no son garantía y no tengo dudas que la mayoría no se van a oponer, vamos a tener que ser nosotros los que nos opongamos. Y el foco tiene que ser estratégico. Nosotros también queremos que los chicos estén conectados. Sabemos que hay recursos. Eso es lo que queremos ahora. Vos queres mandarlos a las escuelas, los docentes queremos cuidarlos y que estén conectados en sus casas”.