Abrazar al tango desde el género

La serie “Nuevas Narrativas Tangueras” entrecruza el baile de tango y las artes visuales. Entrevistamos a la artista, ilustradora y bailarina de tango Romina Pernigotte. Dos de sus proyectos artísticos forman parte del Festival de Tango de Flores.

Romina Pernigotte es Licenciada en Artes Visuales de la Universidad Nacional de las Artes, ilustradora, profesora de tango y vecina del barrio de Flores.

La Comuna 7: ¿Cuándo y cómo fue el momento en el que decidiste unir el baile del tango y las artes visuales?

Romina Pernigotte: En realidad tardé un montón. Sin embargo, las dos cosas las hago desde muy chica. Pinto desde los 14 años, de cuando iba al Fader y empecé a bailar tango en los 90 en un centro cultural que se llamaba el Eternauta.  Quizás antes tenía una imagen estereotipada de lo que debía ser el tango. Fue en el 2016 cuando tuve que realizar una tesis para licenciarme. Allí hice un libro que se llamó “Recorridos urbanos” y entendí que podía narrar a través de las imágenes y que lo que estaba contando era tango desde otra impronta. Rompiendo ciertas estructuras. Es en cambio, un tango que se propone diluir los roles, que no quede relacionado el lugar que uno o una ocupa solo desde el género. Y lo que dibujo, tiene que ver con eso.

LC7: ¿Qué proyectos tuyos se podrán disfrutar en el Festival de Tango de Flores?

RP: Uno de ellos es “Nuevas Narrativas Tangueras”, que también forma parte de un libro que publiqué en el 2018, que se llama “Tango, equilibrios y desequilibrios” donde se habla del tango su poesía, la música y de la danza a partir de imágenes, ilustraciones. En “Nuevas Narrativas Tangueras” hago referencia al arte de la luthería en los instrumentos del tango, poniendo el acento en el bandoneón. Cuando los descubrí por dentro y pude ver su maquinaria y mecanismo empecé a dibujarlo. Me cautivó la belleza del objeto, y sentí que dibujándolo podía reflejar de alguna manera a la desconstrucción del tango. Un trabajo que estamos haciendo hoy entre todes, revisando todas esas “piezas” y ver cuáles podemos mejorar, reemplazar o seguir abrazando. Todo esto forma parte de la muestra en el marco del Festival de Tango de Flores en la sede del espacio cultural “Punto Arte” de la calles Bonorino 274 casi Bonifacio desde el 16 hasta el 23 de Octubre. Por otro lado, voy a volver a traer el libro Tango, equilibrios y desequilibrios para poder bailarlo a través de un taller de baile y dibujo. El encuentro se llama “Bailar un libro”, será el sábado 23 desde las 16. Además, ese mismo día a las 18:30 presentaremos otro libro, “Tango en devenir”, con “Aires del Sur Tango” y el colectivo de compañeras bailarinas “Autoras Tangueras”. Estos últimos proyectos plantean una nueva pedagogía con perspectiva de género con la intención de romper con ciertos códigos tradicionales y asimétricos del tango.

LC7: ¿Qué técnicas utilizás en tus ilustraciones?

RP: Pinto con acrílico, lápices de colores, tinta, paste al óleo, y microfibra negra. Sería técnica mística. Los últimos libros han sido proyectos autogestivos con el apoyo de la comunidad del tango.

LC7: Por último, ¿Qué devenir le auspicias al tango con perspectiva de género?

RP: Creo que hoy estamos cosechando lo que se viene sembrando desde hace mucho tiempo. Fue un trabajo de hormiga. Se están abriendo los oídos y los ojos. La perspectiva de género creo que la tenemos que trabajar desde la danza: con lo corporal y sensorial. Para poder transformar el paradigma, por un tango más amoroso e inclusivo.