Jueves 21 de Noviembre del 2024

Un presupuesto subejecutado

En la ciudad más rica del país en términos recaudatorios, el presupuesto continúa subejecutándose en […]

Publicado el 24 agosto, 2024 por Nicolás Rosales

En la ciudad más rica del país en términos recaudatorios, el presupuesto continúa subejecutándose en áreas tan sensibles como la salud, educación, o la cultura. El Observatorio Economía Urbana Economía Política Argentina tras una investigación arrojó algunos números que sorprenden y no tanto.

¿Qué es el CEPA?

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) nació en 2012 con el objetivo de democratizar la comprensión de las disputas políticas y sociales argentinas a través de la elaboración de informes económicos rigurosos, pero redactados con un lenguaje accesible al público en general, dice el “quienes somos” de su página web. 

Para CEPA, la economía debe ser política, ya que siempre las decisiones económicas están mediadas por profundas disputas de poder.

Se publicó un nuevo informe referido a la ejecución presupuestaria de la Ciudad de Buenos Aires, con datos actualizados al primer semestre de 2024.

¿Saben qué?, apenas se ejecutó el 31 por ciento del presupuesto vigente, siendo el Ministerio de Infraestructura (26%) y el Ministerio de Desarrollo Humano (28%) las áreas que registran mayores niveles de subejecución. Entre los sectores más afectados, aparecen también la educación y la salud.

La subejecución presupuestaria significa que los gastos previstos al inicio del ejercicio, y que han sido aprobados previamente mediante la sanción de la Ley de Presupuesto anual, no han sido efectivamente gastados o no se han devengado en su totalidad al cierre del ejercicio.

Desde 2020 se observa una caída del 41 por ciento en la función educativa. En el caso de la Dirección General de Mantenimiento Escolar, la caída es del 30 por ciento desde el año de inicio de la pandemia, aunque se registra un incremento del 43 por ciento con respecto a 2023. Si bien dentro de la Dirección General de Infraestructura hubo un incremento del 17 por ciento en lo gastado respecto a 2023, la tendencia general es a la baja: el recorte es del 19 por ciento a partir del año 2020.

En salud, la caída es aún más brusca con el 49 por ciento. La salud mental da cuenta de este fuerte retroceso, puesto que la inversión en los hospitales Borda y Moyano cayó desde el año 2020 un 51 y 50 por ciento respectivamente. Una situación similar se vive en los hospitales Alvear y Tobar García, con recortes del 52 y 54 por ciento respectivamente.

En el área de Desarrollo Social, el recorte es del 58 por ciento. Algo paradójico es que la función Vivienda muestra un crecimiento del 80 por ciento desde 2020, pero cae 21 por ciento si se compara con 2023. 

Por otro lado, la ejecución del primer semestre de Desarrollo Humano y Hábitat se redujo en un 55 por ciento en los últimos cuatro años. Dentro de esta última área se ubica el programa asistencial para personas en situación de calle, que obtuvo un incremento del 57 por ciento desde el piso del año 2022 aunque aún se ubica 38 por ciento por debajo de 2020. Asimismo, en un contexto de fuerte déficit habitacional, el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) sufrió un recorte del 63 por ciento desde 2020.

Finalmente, en la función presupuestaria Cultura el recorte es cercano al 60 por ciento.


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