“Tiene esa cuestión mágica de poder ayudar a las personas”

Roberto Horvath es profesor de Taekwondo en el Club Bajo Flores. En esta entrevista te cuenta para qué practicar taekwondo y sus beneficios.

Los martes y viernes el Club Bajo Flores (José Hernández 800 – Barrio Rivadavia I) abre su doyan para la práctica del Taekwondo en el barrio de manera gratuita. El primer turno, de 18 a 19 horas, es para los más chicos, mientras que de 19 a 20.30 horas ingresan los adolescentes y adultos.

Roberto Horvath, Tercer Dan de la WTF (World Taekwondo Federation), es el profesor. A días de cumplir un año con sus clases de este arte marcial coreano, en esta charla invita a sumergirse en el mundo del taekwondo desde diversas perspectivas.

La Comuna 7: ¿Qué representa el taekwondo para vos?

Roberto Horvath: No puedo representar el taekwondo en una palabra exacta. Desde chico que me gusta hacer artes marciales, pero en específico el taekwondo me ofrece una estructura, una escuela que me brinda todo el apoyo, toda la capacidad para rendir de los alumnos, los seminarios, la información para participar de los torneos, tanto de pumse como de competición de combate, y sobre todo la parte filosófica. El taekwondo comprende la parte de defensa personal, justamente una cosa importante es que la gente sepa cómo defenderse y sepa cómo caer también, sepa cómo enfrentar la vida, mantener la calma en momentos de muchísimo estrés. El taekwondo genera eso: la liberación a tanto estrés sea por la cuestión económica, por la falta de trabajo o por problemas familiares en la casa. Es un momento donde uno puede descargar, salir un poco de la realidad de una manera sana, entrenando, haciendo ejercicio, además que levanta muchísimo la autoestima y te mantiene en buena condición física. Hay gente que supera los 80 años y todavía sigue en actividad, elongando y eso el taekwondo te lo brinda.

LC7: ¿Cuál es tu método de enseñanza?

RH: El método de enseñanza varia, de acuerdo a si estamos con grupos de niños y niñas, que a adultos y adolescentes. Al niño le cuesta mucho más prestar atención porque los conceptos son muy específicos, por eso la diferencia en la duración de la clase respecto de los adultos. Aparte, el entrenamiento físico es más tranquilo y lo ideal es hacer algún juego para que el chico pueda retener mejor los conceptos de lo que fue aprendiendo. El chico esta más en desarrollo, por eso hay que tener un poco más de paciencia. La clave es la paciencia porque de esa manera un alumno te puede llegar a comprender, estar acompañándolo, que sienta que lo estoy ayudando es mi método de enseñanza. Algunos profes tienen una forma más autoritaria, otros son más liberales en el sentido de no ser tan apegado a las normas. Cada profesor o profesora tiene su manual, pero cualquiera de todos es válido, son simplemente estrategias, pero el mío es eso, tener paciencia. Estar al lado del alumno/a cuando lo necesita y lo requiera. Uno nota al que le cuesta mucho más y a ese se le da un poco más de énfasis. También, es importante inculcarle a los chicos la solidaridad. Se suma un compañero nuevo, ayudarlo a aprender una técnica, los más avanzados ayudarles a los que recién comienzan, y siempre todos colaboramos, tanto para el armado y el desarme del tatami, el piso de goma eva que utilizamos. Eso es importante, mantener la prolijidad y el orden del doyan, el lugar donde se se practica.

La Comuna 7: ¿Para qué debería practicar taekwondo una persona?

RH: Te voy a contar una anécdota que me toco vivir. En un momento, en una de las clases, cito a uno de los chicos. Quería hablar con él particularmente para ver qué le pasaba, cómo estaba, cómo estaba su familia porque en ningún momento vi a los padres. Y en un momento me dice que estaba muy agradecido conmigo. Me contó que no estaba haciendo nada en su vida, y uno de sus primos lo invitó a probar taekwondo. Probo, y al principio le costaba. Posteriormente, cuando rindió su primer examen en el Circulo Argentino de Taekwondo (CAT), su cabeza cambió. Lo veo que está mejor físicamente, lo veo en su mirada como ha madurado, se lo toma en serio, y cómo ha mejorado técnica y mentalmente. Y que un adolescente de 14 años me venga a decir eso casi se me cae una lágrima porque para eso tiene sentido la vida, para que a una persona uno le pueda cambiar la vida, eso es muy importante. Y eso lo brindó el taekwondo, tiene esa cuestión mágica de poder ayudar a las personas, poder sacar a los jóvenes de las drogas, sacarlos de los vicios, de la depresión, de una ruptura familia, sentir que hay otro lugar donde se puede crecer y socializar. El día de mañana esta puede ser tu carrera, tu profesión con salida laboral. Quien te dice que de acá no pueda salir un campeón mundial de pumse, que son las formas que se hacen como una coreografía entre una o mas personas, o de competición de combate. Puede o no salir, pero el hecho de participar, que un solo alumno/a te de ese paso, es importantísimo en la vida. Creo que el taekwondo para mi es una buena herramienta y una salida laboral, espiritual y filosófica. Y por otro lado, la socialización que te brinda el taekwondo porque con los alumnos que uno va conociendo va generando una unión de valores, practicando las mismas técnicas, practicando los mismos saludos, los mismos protocolos que tiene toda arte marcial oriental. Eso le va generando a la persona una identidad individual, la identidad genera sociabilidad y unión en un grupo. Y eso creo que es importantísimo para cualquier persona, independientemente de su edad. Así que el taekwondo, en ese aspecto, es un arte marcial maravilloso, un arte marcial que me ha acompañado hace 15 años y posiblemente todo el resto de mi vida. Es transformar gente de otros lugares en una gran familia.