Sin flores

Desde noviembre del 2020 decidieron clausurar la puerta lateral de acceso al Cementerio de Flores por Lafuente y Balbastro. Vendedores de dos puestos de Flores vieron reducidas sus ventas y se resisten a cerrar. 

Héctor Jorge Sánchez tiene 37 años y tres hijos. Heredó la florería de su papá hace un poco más de 15 años y es su único trabajo para alimentar a su familia.

“Después de la pandemia el director del cementerio decidió cerrar este sector y nunca más se abrió. El gobierno de la Ciudad, quien se encarga del funcionamiento del mismo, argumentó el cierre por razones de seguridad. Se robaban las placas de bronce, esto existió toda la vida. Por eso está abierto solo el lado de Varela”, contó el vendedor.

Tras haber hechos los reclamos correspondientes, Héctor explicó que a pesar de haber hablado con funcionarios de primera línea, aún no obtuvieron la solución buscada, que es que abran la puerta de nuevo y volver a vender las flores como antes.

“Hablamos con Jorge Macri, Horacio Rodríguez Larreta, y Federico Bouzas presidente de la Comuna 7 en las reuniones que hacen acá. Dialogamos cara a cara y ellos dicen que la apertura depende del Ministerio de Seguridad del gobierno de la Ciudad”, agregó.

Del último contacto que tuvieron con las autoridades del gobierno local pasó alrededor de un año y medio.

Nelson Giordano tiene 40 años y la florería la atiende desde chico porque también fue una herencia familiar. Nelson deja a sus tres hijos para venir a trabajar desde Moreno en la Provincia de Buenos Aires a Flores y no tiene otro trabajo. Sus días en lo económico cada vez son más complejos. “Los reclamos lo hicimos de manera conjunta con Héctor”, refirió.

Por otro lado agregó que fueron a “hablar con el director del cementerio un montón de veces y nunca nos respondió. La gente pasa por acá, da la vuelta y no compra. Es ya muy difícil de sostener”.

Ambos trabajan desde las 7:30 hasta las 17, el horario de atención del Cementerio del Bajo Flores.

“Antes, con las puertas abiertas del portón para el ingreso vehicular y peatonal trabajábamos en cada puesto como 5 personas. Ahora estamos solos. No pudimos pagarles a los empleados. Ganábamos muy bien”, recordaron.

El florista Héctor también detalló: “Ahora, la gente se queja. Se bajaban del premetro y entraban directamente por  Balbastro y nos compraban las flores. También cortaban camino para ir al hospital o las escuelas”.

Con el cierre, el público tiene que dar toda la vuelta para entrar por Bonorino y Varela la entrada principal donde sí continúan funcionando los puestos de flores normalmente con un buen flujo de venta. “Creemos que el gobierno no nos está defendiendo”, denunciaron los floristas afectados.

Dentro del cementerio hay policías y seguridad privada. Al parecer el argumento de la inseguridad se torna extraño. Los vendedores de flores tienen algunas dudas también, y sospechan que podría haber algo más detrás de este prolongado cierre de acceso al cementerio. ¿Será para reducir costos en relación al personal? Hay incertidumbre.

Pablo Sellei es el actual director del Cementerio General de Flores. Desde hace años viene encaminando una estigmatización a las tradiciones de los pueblos andinos y principalmente a “Todos Santos” o “Aya Markay Quilla”.

Junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires prohibieron la entrada en noviembre del 2020. Luego, la policía fue al lugar con la orden de reprimir generando un gran malestar y repudio por los hechos sucedidos. “Este era un día que vendíamos mucho”, agregó Nelson.

“Acá hoy no viene casi nadie, nos bajaron mucho las ventas, tenemos deudas y no sabemos cuánto más vamos aguantar. Queremos llegar a una solución charlando. Hemos ido al sindicato de flores y estamos juntando firmas. Esperamos no cerrar nuestros puestos de flores, nos parece muy injusto. Toda la vida trabajamos de esto”, concluyeron los vendedores.