Salir al cruce

Se llevó adelante la cuarta edición de la Feria del Libro de Flores en las intersecciones de las calles Morón y Artigas. Un gran evento barrial y comunitario.

En un día espléndido el encuentro ya se puede decir que es un evento cultural barrial consolidado.

Gratis, y en la calle la feria recibió a una multitud.

Hubo puestos para todos los gustos. Más de 170 propuestas editoriales de todos los géneros.

En el escenario central, se pudieron disfrutar charlas y lecturas de Selva Almada, Carmen Castillo, Albertina Carri, Alejandro Horowicz, Café Kyoto, Juliana Fausto y más.

En el espacio de infancias en la Cazona de Flores sobre la calle Morón recibió a bebés, niños y niñas que jugaron en diferentes espacios lúdicos pudiendo aprovechar y disfrutar de pequeñas obras de teatro. Se destacaron las muestras de arte, la música en vivo y ya entrada la tarde noche el patio de comidas dentro del CFP N° 24 con las exquisiteces de costumbre.

 “La Feria del Libro de Flores no para de crecer, esta vez con más editoriales, teniendo en cuenta que en la primera edición fueron 50, y en la segunda 100, así que vamos multiplicándonos”, comentó entusiasmado Diego Picotto, integrante de la organización de la feria.

También agregó detalles sobre algunas novedades de este año: “A las cuatro cuadras de feria del libro, se le sumaron un patio de comidas con platos sabrosos y a precios populares que funcionó dentro del CFP 24. Sol Bassa la rompió con su guitarra eléctrica y la César Pavón Orkesta movió el piso y las pelucas de los y las danzarines”.

“En el escenario montado en el cruce de las calles Morón y Artigas pasó Selva Almada leyendo a Alberto Leisesa. Hubo poesía. Como si esto fuera poco este año se agregó en uno de los laterales de la feria, sesiones de dibujo y serigrafía en vivo y en el otro lateral una milonga de tango organizada por las compañeras de Aires del Sur y por Tango por la identidad”, describió Picotto.

Caminar entre los puestos de libros y recorrer las propuestas de la feria del libro hace pensar que se está ante un evento cultural de cierta magnitud. Con un alto espíritu barrial. Comunitario. De encuentro y de abrazos.

En esta línea de pensamiento, Diego agregó su mirada al respecto: “Entendemos que es un evento muy importante para el barrio, y también para quienes la organizamos. Por eso esta idea de salir al cruce, porque en la crisis que estamos atravesando no que hay que ceder a la tentación del repliegue, no hay que dejarse ganar por el miedo. Tenemos que salir al cruce del estado de impotencia que se fue sedimentando en los últimos años, hay que escapar de las vías transformadas en un microemprendimiento cada quien sobreviviendo en su propia burbuja”.

Como decía Rodolfo Walsh, “es fundamental evitar el aislamiento”. “Estamos convencidos que en esta cuarta feria del libro y amorosamente en la calle se trata de una decisión estratégica fundamental”, culminó.