Problemas en la sede del IVA Parque Chacabuco

La comunidad del Instituto Vocacional de Arte junta firmas para que se remueva el asbesto en parte de sus instalaciones educativas y para que la institución pueda brindar más vacantes a los estudiantes de la zona.

En la sede del Instituto Vocacional de Arte “Manuel José de Labardén” de Parque Chacabuco (Curapaligüe 1026), están preocupados por dos situaciones a las que no se les está prestando debida atención desde el gobierno porteño.

En la institución educativa detectaron un componente de «asbesto» en el techo de uno de los espacios del edificio en donde funciona actualmente el buffet y un espacio para la tercera edad.

Por otra parte, siguen teniendo problemas con la cantidad de vacantes que pueden otorgar cada año y decidieron juntar firmas para reclamar por una solución a estos problemas.

“Descubrimos que el techo está en mal estado, con sus maderas vencidas, porque es una estructura antigua y el techo tiene asbesto. Si bien no existe un riesgo como si fuera una caldera, realmente hay que removerlo en forma inmediata. No se están tomando acciones por ahora”, explicó Jorge, vicedirector de la cooperadora.

Además agregó que “lo que estamos pidiendo es que se saque el techo inicialmente. Después se verá qué hacer con ese espacio, si se va a techar nuevamente, si se va a hacer algo nuevo, pero inmediatamente hay que sacarlo por el riesgo que implica para los chicos y para los adultos”.

Al mismo tiempo, el uso del espacio contaminado, administrado por una asociación civil, es irregular ya que no tiene ningún tipo de habilitación para funcionar ahí.

Como el IVA depende de la Dirección General de Educación Artística del Ministerio de Cultura porteño, los reclamos van en esa dirección. “Ellos están al tanto, estaban en la búsqueda de fondos para remover eso pero no con la urgencia que el problema requiere”, remarcan desde la cooperadora que es la que se encuentra realizando la juntada de firmas.

“Para remover el asbesto hay que reubicar a estas personas que están usando el espacio. Queremos recuperar el espacio porque necesitamos más aulas y más espacio para los chicos. El compromiso del Gobierno de la Ciudad es ubicarlos en otro lado. Lo que queremos es que lo lleven a la práctica, busquen un lugar para que esta asociación siga con su trabajo, eliminar el techo con asbesto y posteriormente darle un uso al lugar, acondicionarlo. Es algo que hay que resolver en forma urgente y no se está haciendo”, señala Jorge.

El asbesto es un problema porque “son unas fibras minerales que están encapsuladas en el cemento. Como el techo es muy antiguo se va descascarando lentamente y acaba seguramente en el piso. Eso termina produciendo asbestosis, cáncer y un montón de problemas graves a largo plazo. No podemos saber exactamente cuántas personas afectadas hay porque para contaminarse se necesita mucho tiempo de exposición. Entonces, los que están complicados son los docentes, más que los chicos”.

El otro problema que arrastra la institución escolar es el de las vacantes. Desde el establecimiento, calculan que sólo podrá entrar un 20 por ciento de los chicos que se inscriban.

Ambos problemas se relacionan porque, como comenta Jorge, “el jardín de infantes tiene tres aulas pero ninguna para jugar cuando llueve o hace frío. Sólo tienen un patio descubierto. Liberar ese lugar (el espacio donde funciona la asociación civil) nos daría un lugar donde los nenes puedan hacer sus recreos y no quedarse en las aulas en el invierno. Después, con ese lugar podríamos inscribir más chicos, duplicar las vacantes porque habría más aulas, también podríamos hacer un teatro. Pero primero tenemos que sacar los elementos peligrosos”.