Plan Urbano Ambiental y Código Urbanístico

En el mes de mayo la Comisión de Cultura y Patrimonio presentó dos importantes documentos en el Consejo Consultivo Comunal N° 7, de directa gravitación sobre la vida de la ciudadanía, aprobados por amplia mayoría. fueron acompañados por comisiones de Mantenimiento Barrial, Juventud, Tercera Edad y Géneros.

1- En primer lugar, una declaratoria en rechazo a la metodología aplicada por el Gobierno de la Ciudad para la actualización del Plan Urbano Ambiental, en la que no fue contemplada la participación vecinal establecida en la Ley de Comunas: no se convocaron los Consejos Consultivos, como tampoco se consideraron los pedidos formulados a lo largo de diez años de funcionamiento de los mismos.

Como ciudadanas/os participativas/os del Consejo Consultivo de la Comuna N° 7, somos ajenas/os a la elaboración de un listado de diez proyectos de obras de gran envergadura, que fuera enviado en forma discrecional a unos pocos ciudadanos, por parte del gobierno porteño. Estos proyectos no solo no responden a nuestras necesidades, sino que además implicarían elevadísimas partidas presupuestarias.

Nuestra declaratoria propone una actualización del Plan Urbano Ambiental que garantice la participación ciudadana, que se realice a través de las instituciones de la democracia y se tome como base una consulta realizada en 2020, dada la alta participación, la calidad de la formulación metodológica y el análisis de datos.

Solicitamos que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se ajuste a la Ley N° 1.777 y a la Constitución porteña, donde se establecen claramente las competencias de las Comunas, que pueden ser exclusivas o concurrentes con el gobierno, pero nunca excluirlas de toda decisión, en proyectos que afectan a nuestros barrios

2- La segunda presentación fue una moción solicitando que se cumpla el Código Urbanístico vigente y no se realicen “excepciones” para proyectos que traspasen las alturas permitidas, en especial la construcción de torres en barrios de casas bajas.

Esta moción surge como consecuencia de la gran repercusión que tuvo en Parque Chacabuco la aparición de cuatro proyectos inmobiliarios en la manzana delimitada por Asamblea, Pumacahua, Santander y Thorne, con venta en pozo de un conjunto de edificios de gran altura, de carácter exclusivo y destinado a “inversionistas”.

El grupo empresario así lo anuncia en su portal web: “Emprendimientos inmobiliarios ofrecen soluciones a través de amenities pensados para la vida del futuro: Running tracks, Freshdeliveryroom, Familiy& Friends, Play &Rooms, piletas, solárium. Una oportunidad única de inversión. El barrio se caracteriza por el predominio de casas bajas, provocando un cambio radical de movimiento y modificará la categoría de construcción”.

Es evidente que estos proyectos apuntan a un mercado altamente especulativo, que está en sintonía con un plan mayora nivel metropolitano, en el que el Gobierno de la Ciudad habilita a desarrolladores privados a través de excepciones a construir torres, permitiendo así la obtención de mayores ganancias por el aumento del valor del metro cuadrado de los terrenos.

Todo esto a espaldas de la ciudadanía, transgrediendo leyes, disposiciones y vulnerando nuestros derechos. No es menor que el barrio reclame no sólo por la preservación del paisaje de casas bajas, sino también por el derecho a un ambiente sano, con aire y sol, porque así es donde han elegido vivir. Como comisión seguiremos asesorando y acompañando al barrio, se trata de la defensa de nuestra identidad, memoria y calidad de vida.

La moción fue acompañada por más de 2.000 firmas de vecines preocupados por que no se vean afectados sus derechos ambientales, patrimoniales  y culturales