“Nuestro sueldo es ver que la gente pueda sentirse mejor”

Red Sanar es una organización sin fin de lucro que acompaña el tratamiento de problemas de salud asociados a la ansiedad o la depresión. La Parroquia San Lorenzo Mártir es una de sus sedes.

La Red Sanar funciona desde hace dos años en la Parroquia San Lorenzo Mártir. Creada en 1998, esta ONG se encarga de acompañar los procesos terapéuticos de trastornos asociados a la ansiedad o a la depresión. Como ellos lo explican, no reemplazan a los médicos, sino que son un complemento para favorecer el proceso de curación. Agustín Rodríguez, es uno de los encargados de la red en esta Parroquia de Avelino Díaz 576, por lo que hablamos con él para que nos cuente los detalles del trabajo que realizan.

La Comuna 7: ¿De qué se trata la Red Sanar?

Agustín Rodríguez: La Red Sanar es una organización creada por el Dr. Roberto Ré en el año 1998 en La Pampa. Él había creado un Teléfono de la Esperanza por la cantidad de suicidios que estaban ocurriendo ahí. Cuando empezó a funcionar mejor vio que se necesitaba algo más. Entonces, se empezó a trabajar con el tema de hacer una asociación, un grupo de gente que tratara problemas dentro del arco ansiedad-depresión. Es decir, que no se trata ningún tipo de patología de psicosis, ni de adicciones. El espectro es ansiedad-depresión, lo que está dentro de esto. Comienza con el tema del estrés, que un poco de estrés es bueno, pero también hay uno malo que va a empezar a desarrollar que se empiecen a producir estas patologías que comienzan con la ansiedad, los ataques de pánico, el TOC (trastorno obsesivo compulsivo), los distintos tipos de fobias, como la claustrofobia o la agorafobia, llegando por último a la depresión, endógena o exógena. La red se hizo con la intención de apoyar a los grupos de personas o “heridos psíquicos”. No reemplazamos nunca ni al médico, ni al psiquiatra. Lo nuestro es un grupo que apoya a la persona herida psíquicamente, como una ayuda o complemento a su tratamiento.

LC7: ¿Cómo son los talleres que organizan?

AR: Éstos se componen de cuatro etapas: un taller de admisión, donde la persona va viendo y reconociendo sus problemas, un taller de reestructuración, donde nosotros trabajamos con la terapia cognitiva-conductual, para que la persona aprenda a cambiar las creencias que trae desde la niñez, creencias irracionales, como por ejemplo, que el padre le diga que era un bruto, o la creencia que los hombres no lloran o que las mujeres nacieron para ser amas de casa. Hay personas que a través del paso del tiempo nos fueron dejando marcas, que son esquemas, dentro de los cuales están insertadas nuestras creencias irracionales. Yo me relaciono con el mundo a través de mi sistema de creencias. Con las herramientas que les damos, las personas pueden ir cambiando esas creencias irracionales e incorporando creencias racionales. Luego, en el taller de asertividad ponemos en práctica lo que estuvimos aprendiendo en el taller anterior y pasamos a la pregunta de cómo yo interactúo con las personas. Vamos a ver que dentro de estos elementos de la relación tenemos la personalidad, donde hay tres tipos de personalidad: personalidad pasiva, agresiva y la asertiva, que sería la más adecuada. ¿Yo le puedo decir a todas las personas lo que pienso? Sí, pero lo que importa es cuándo, cómo y dónde. Se trata de decir lo mismo pero de otra forma, con un tono y el movimiento del cuerpo adecuado. Se hace un role playing en donde las personas se presentan, enfrentan problemas y van aplicando la asertividad a distintas situaciones problemáticas para que sea algo funcional. Por último, está el taller de integración, que sería la integración de los otros tres talleres. Cada taller tiene una duración de 12 encuentros de los cuales tienen que tener el 75 por ciento de asistencia. Además, los coordinadores evalúan si la persona está preparada para pasar al siguiente nivel. En cada nivel hay trabajos para hacer en casa.

LC7: ¿Cómo funcionan internamente los talleres?

AR: El primer taller es abierto todo el año, pero los otros son cerrados. Los que pasan de un taller a otro van a quedar siempre juntos. No entran personas después de que un grupo está formado. Les pedimos que lo que se hable dentro del taller quede adentro para que las personas puedan decir realmente lo que sienten. Este sistema de talleres sirve mucho para las personas que no hablan. La persona que no habla, sólo escuchando lo que cuenta  otra persona puede relacionar esa problemática con la propia. Entonces, aunque no pueda hablar de su problema, le sirve escuchar. Dentro de cada taller se da un tema en específico. Por ejemplo, un día se puede hablar de autoestima, patologías, la resiliencia. Los talleres duran dos horas: una hora y media donde se le da a cada taller un tema específico y distinto y media hora final donde juntamos a todos los grupos en un salón y les damos lo que se llama una clase de psicoeducación. Este programa hace fundamentalmente que la persona sepa por qué le pasa lo que le pasa. Generalmente, el depresivo no sabe por qué le pasó. Un día le pasó que no tenía ganas de levantarse, se encuentra con que tiene quebrada la voluntad. Por eso, les damos la información para que consulten a un médico.

LC7: ¿Se trabaja sólo sobre lo emocional?

AR: Se trata a la persona dentro de lo que se llama el círculo holístico. Es decir, a la persona en todas sus dimensiones: física, emocional, mental, valórica, social y espiritual. Siempre, aunque estemos en la Iglesia hablamos de espiritualidad y no de religión, porque esto está abierto a todos los credos y a los que no creen en nada. De lo que siempre hablamos es de la espiritualidad como una ayuda para salir de un momento de crisis y hablamos de un programa de 12 pasos donde la persona va empezando por el tema de la psicoeducación, que es lo fundamental, luego que consulte al médico, que pueda hacer terapia con un psicoanalista. Muchas veces una persona está mal y no consulta. Si la persona no está conforme con el médico que tiene puede buscar otro. Uno tiene un montón de posibilidades, en tanto y en cuanto no perjudique a otro.

LC7: ¿Cuándo empezaron en San Lorenzo?

AR: Dentro de la Parroquia de San Lorenzo este es el segundo año que estamos. Empezamos en marzo del año pasado. Nos vamos abriendo con el padre Ariel (Rudy) que fue el que pidió que implementáramos la red. Es importante que sepa la gente que los coordinadores que hay en esta red son enfermos recuperados que han hecho una capacitación en el Instituto de la Red Sanar durante dos años y se siguen perfeccionando en cursos más modernos. Admisión está permanentemente abierto. Esto es gratuito, está abierto a todas las personas. Nosotros trabajamos con el espíritu del buen samaritano, es decir, de dar a la gente y poder ayudarla. Nuestro sueldo es ver que la gente pueda sentirse mejor, darles esa esperanza de que pueden cambiar.

Informes:

Parroquia: 4921-3625. Encuentros: Martes de 18 a 20hs.