“Los manteros son la parte más débil”

Tras el megaoperativo de desalojo a manteros de la zona de Nazca y Avellaneda en Flores Norte este medio digital convocó a otras miradas para opinar sobre esta decisión del gobierno porteño.

Con un mega despliegue de fuerzas, se produjo el desalojo a vendedores y vendedoras ambulantes más conocidos como “manteros” que trabajaban en las calles de Flores norte, más precisamente en la conocida zona comercial de Nazca y Avellaneda.

A esta acción, el gobierno porteño la utilizó como propaganda o mensaje marckentinero de gran impacto social.

Claramente, ahora se puede circular con mayor facilidad por la zona, sin embargo no parecería ser esto el quid de la cuestión. 

“El pasado diciembre fue sancionado el ADP (Área de desarrollo Prioritario) para esa zona. Estamos en marzo, y la ley no fue reglamentada. Después de la Renuncia de Álvaro Resta no hay quien ponga una firma”, comentó a Revista La Taba Karina Almirón, vecina e integrante de la organización “Recuperando Flores Norte”. 

También opinó, “Nos hubiera gustado que pusieran esa cantidad de despliegue para reglamentar la ley. Nos parece bien que despejen el espacio público para los vecinos de esa parte, pero no creemos que perdure, ya que no se ataca el problema real. Los manteros son la parte más débil de este rompecabezas”.

Polo textil, y un barrio sensiblemente modificado

Allí, existen un gran número de obras sin habilitación, depósitos sin reglamentación adecuada y puestos en zonas no permitidas. La contaminación ambiental va en aumento con la suciedad y el peligro de derrumbes, posibles incendios y muertes. 

Sandra Emanuel, en la misma sintonía e integrante de la misma organización barrial expresó, “todo esto se ha simplificado en spot publicitario con una problemática compleja en la cual se abren muchos brazos. La acción del gobierno fue para el eslabón más débil que son los manteros”.

“La realidad más profunda es que hoy por hoy, manzanas enteras y casas que tenían protección histórica han sido tiradas a bajo en post de la instalación del polo textil con la realización de talleres y depósitos. Ahí se estiban una enorme cantidad de telas sin cumplir las más mínimas normas de seguridad en caso de algún desperfecto eléctrico o incendios”. 

En relación a esto último, vienen a la memoria en este tiempos, sucesivos incendios, y uno emblemático y recordado cerca de por ahí conocido como “la masacre de Luis Viale”, donde murieron personas, entre ellos niños. Hoy, familiares y sobrevivientes buscan justicia y que el lugar donde se produjo la tragedia sea un espacio de memoria. 

“Gran parte de los manteros, no trabaja de manera independiente, sino que lo hacía para otra gente. Venían camionetas de alta gama a dejarles los artículos para vender”, contó Sandra. Una imagen elocuente que comunica explotación laboral. 

“Los manteros eran o son parte de un circuito de comercialización de mercadería fabricada en este polo textil en condiciones inhumanas y en exposición a una gran cantidad de peligros”, denunció la vecina. 

Otras de las modificaciones que sufrió el barrio fueron los desvíos por donde antes solían circular líneas de colectivos. Los y las vecinas perdieron movilidad. 

La situación desbordó todos los límites, y esto creció al punto que las autoridades intervinientes quieren corregir el problema. “Si no van a los talleres clandestinos esto va a seguir. Esto no es una lucha de los vecinos contra los manteros. Esto se desmadró, hemos perdido los comercios de proximidad, como panaderías o fiambrerías. En pocas palabras, se llegó hasta acá por falta de planificación del gobierno. A los peces gordos no le han tocado el bolsillo”, cerró Sandra.