María Elena Walsh es el nombre de la biblioteca al paso que un grupo de […]
Publicado el 26 agosto, 2021 por Juan Bertrán
María Elena Walsh es el nombre de la biblioteca al paso que un grupo de vecinos y vecinas de Flores busca instalar en la Plaza 11 de Noviembre para promover la lectura y favorecer el intercambio de libros.
Una charla sobre libros entre vecinos y vecinas fue el comienzo del proyecto de la biblioteca al paso María Elena Walsh. Una iniciativa que tiene como objetivo promover el hábito y el gusto por la lectura en la Plaza 11 de Noviembre (Varela y Tandil) de manera gratuita y que busca el apoyo de la Comuna Nº 7 para poder llevarse a cabo. Esta idea ya se implementó en diferentes puntos del país y buscan replicarla en el barrio de Flores.
“Nos conocemos de pasear a nuestros perros, esto hace que nos veamos todos los días en la plaza. Nos pusimos a charlar de libros y charlando y charlando surgió la idea de que estaría bueno que haya una biblioteca en la plaza. Lo pensamos un poco en serio y nos metimos en el proyecto tratando de oficializarlo y en eso estamos”, comentó María, una de las vecinas impulsoras del proyecto.
“Las Bibliotecas al Paso son un recurso de carácter público, libre y gratuito, destinado a promover el hábito y fomentar el gusto por la lectura individual y colectiva; incentivar la búsqueda y el hallazgo de libros en espacios no convencionales y estimular la circulación de ejemplares”, explica el proyecto que presentaron ante la Junta Comunal Nº 7.
Las bibliotecas al paso existen en distintos países del mundo (Italia, Francia, Estados Unidos, por ejemplo) pero también las hay en diferentes barrios de la ciudad, como por caso San Telmo, La Paternal, Monte Castro, Villa del Parque, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón y Parque Chas. En Flores funciona una en la ventana de la casa de una vecina en el Pasaje Robertson al 1000.
“Esto nos resulta interesante porque es algo que surge de abajo para arriba. No es una idea nuestra, es una idea que ya fue implementada pero que permite acercar la lectura a un lugar no convencional como es una plaza, a gente que tal vez no tiene recursos o momentos para acercarse a una biblioteca o para comprar un libro, para cumplir un horario o tener que presentar un DNI para tener una membresía y que son cosas que desalientan el acercamiento al libro y a la lectura”, aclara Mariana, otra de las vecinas involucradas.
Luego, agrega: “Estas bibliotecas son espacios colaborativos, colectivos, donde uno se puede acercar a la lectura desde otro lugar y empezar a generar lazos con la comunidad a través de la lectura. Así que nos parecía una idea para aplicar en esta plaza que visitamos nosotros todos los días y abrir el juego a algo más”.
Hasta el momento, tuvieron reuniones con varios comuneros y presentaron el proyecto formalmente porque quieren que el Gobierno de la Ciudad haga oficial esta propuesta. “Nos parece importante dar un paso más. Está bueno lo autogestivo pero también me parece importante que haya una conexión entre el Estado y la participación. Que el Estado escuche y pueda concretar las ideas que surgen de la participación ciudadana, sobre todo en proyectos como éste que no tienen contra de ningún tipo”, cuenta María.
Este grupo de vecinos y vecinas eligió la Plaza 11 de Noviembre porque asisten grupos importantes de niños y niñas, y en los espacios libres, alternan, grupos de adolescentes y familias.
A su vez, plantean en el proyecto que “contar con una biblioteca en la Plaza 11 de noviembre, permitiría a niños, jóvenes y adultos acceder a una opción diferente y gratuita, fomentando la lectura como una actividad que podría iniciarse en la plaza para continuar en el hogar (brindando una opción a las pantallas de todo tipo), estimularía la noción de pertenencia a un colectivo distinto del habitual y motivaría la generosidad a través del intercambio de títulos”.
El nombre de María Elena Walsh no fue elegido al azar sino que fue seleccionado porque “es un personaje inmenso de nuestra cultura, porque congrega tanto a chicos como a grandes, nos interpela a todos, atraviesa generaciones, atraviesa estilos musicales, diferentes formatos culturales, narrativa, poesía, música. Una persona enorme y súper querida por chicos y por grandes”, afirma Mariana.
A pesar de los obstáculos que genera la burocracia para avanzar con este tipo de proyectos, vecinos y vecinas de la comuna quieren realizar esta propuesta para que “los libros sean de todos. Una propiedad colectiva”.
En este momento, ya cuentan con los libros necesarios para comenzar con el proyecto, sólo esperan el aval de la comuna y la elección de un espacio dentro de la plaza para ubicar la biblioteca, que podría ser el espacio cercano a la entrada al patio de juegos, frente a la zona de las mesas de ajedrez y cerca de los bancos de descanso; en el corazón de la plaza.
Fotografía: Fundación María Elena Walsh.
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