“Las estrategias de la defensa están haciendo que se retrase el juicio oral”

A dos años del trágico incendio del taller clandestino de Páez, este medio quiso saber cómo se encuentra la causa. Ésto nos dijo Juan Vásquez, referente de la organización Simbiosis Cultural.

Vásquez llegó a los 9 años a Buenos Aires desde Bolivia y su primer contacto con el mundo laboral fue en un taller textil. Luego trabajó en otros rubros y oficios. Incluso confesó que paradójicamente no le gusta trabajar en este sector y que hoy lo hace desde un lugar político. Juan formó juntos a otros compañeros la organización social Simbiosis Cultural. Trabajan en la «Cazona de Flores» desde el año 2006, “es nuestro espacio de contención, y nos potencia”, agregó. Al consultarle sobre el caso del incendio de Páez nos dijo: “En principio se llegó a la imputación del dueño. Esto genera precedentes, debido que es a la marca la mayor responsable para la justicia de que se esté trabajando en esas condiciones. Entonces eso fue una victoria grande, sin embargo, desde la justicia y las estrategias de la defensa están haciendo que se retrase cada vez más el proceso de juicio oral”.

El incendio del taller textil clandestino «Páez»

Recordemos que dos niños de 7 y 10 años murieron el 27 de Abril del 2015 durante el incendio de la casa en la que funcionaba un taller textil clandestino desde hace varios años. Esta tragedia ocurrió alrededor de las 10 en el sótano del inmueble situado en Páez 2796. Si bien la propiedad ocupaba toda la esquina, en la intersección con Terrada, los médicos del SAME y los bomberos sólo pudieron ingresar en la vieja casona a través de una puerta lateral. El lugar se encontraba tapiado en la mayoría de las ventanas y otros accesos. Se presume, para ocultar la actividad ilegal que se desarrollaba en su interior. El incendio se desató en el subsuelo donde estaban las camas y las sábanas. Claudio Macchi, jefe de bomberos de la Policía Federal, confirmaba el hallazgo, en una especie de habitación, de los dos menores fallecidos. A pesar de haber permanecido allí un “consigna”, como se le suele llamar a la custodia policial, se produjo un segundo incendio. Se sospecha, para borrar pruebas.

La Comuna 7: ¿Qué opinión tenés del segundo incendio?
Juan Vásquez: En realidad forma parte de la segunda investigación, porque se son dos causas las que se generan. Hasta ahora no se pudo explicar cómo nace este segundo incendio, de hecho hubo un policía y fue el mismo el que más demora en llamar a los bomberos. Según dos testigos que se apersonaron en el momento del segundo incendio la consigna no estaba ese día en lugar que tenía que estar. Por eso, incluso el policía es uno de los investigados pero no está procesado aún. Según las primeras explicaciones que dieron los investigadores, fue que en este lugar se había cortado un jueves la luz, el lunes pasa el incendio y mueren estas dos personas. Pasa una semana y media y se vuelve a prender fuego el lugar. Ellos dicen que el segundo incendio se genera porque cuando vuelve la luz eléctrica eso generaría chispazos con la ropa que ya estaba. Sin embargo, desde el día jueves había pasado un mismo inconveniente eléctrico en la misma casa por lo tanto si los de Edesur no fueron a arreglarlo no había forma de que vuelva la luz.

LC7: ¿Cómo están los padres de los chicos hoy?
JV: Están mejor, emprendiendo otras cosas. La familia que trabajaba en aquella casa se quedaba de lunes a sábados trabajando. Y los fines de semana se iban a su espacio a Villa Celina. Aquel fin de semana los padres de los chicos no estuvieron en el lugar, en cambio sí estuvieron acompañados por sus tíos. Ellos son los que logran sobrevivir.

LC7: ¿Cómo trabajan desde Simbiosis Cultural?
JV: A partir del incendio de Luis Viale del 2006 nos identificamos un grupo de personas que trabajamos en talleres textiles. Entendemos que la denuncia y la desarticulación de los talleres es un paso, pero sabemos que es un tema mucho más complejo. Existe una caracterización del tipo de trabajador que está ahí. Digamos si lo asumimos como un esclavo y como una persona que no tiene conciencia de lo que está haciendo y que no es consciente de su situación, por lo tanto es incapaz de modificar, cambiar o mejorar esas condiciones. No se están viendo un montón de cosas, por eso decimos que es mucho más complejo. Lo que logramos desde la organización diciéndole al país que esto no se soluciona allanando o reventando un taller, porque cambian de lugar y el sistema de explotación continúa. Se han allanado más de 2000 talleres en un año por ejemplo, y ¿dónde están esos costureros?

Finalmente, sentenció: “Después empezamos a armar y asesorar talleres textiles que necesitaban una regularización. Esos talleres son en parte los que hoy están acá, todos se manejan como corresponden. Son tres plantas y estamos trabajando 65 personas, nos llamamos ‘Juana Vilca’, somos y funcionamos como una cooperativa. El nombre es en honor la única mujer mayor de edad que murió en estos incendios. Y muere no trabajando en estos talleres, Juana ya había decidido no trabajar más bajo estas condiciones, sin embargo antes de partir a su Bolivia natal ella decide esperar su paga, que le debían hace un mes, y muere en esas condiciones. Es también en homenaje a lo que no queremos que vuelva a pasar. En nuestra lógica de producción pretendemos no volver a reproducir las condiciones laborales de los talleres comunes, es una construcción, un cambio cultural que quienes formamos parte. Discutimos en asambleas, políticamente. La desnaturalización de las lógicas anteriores es compleja también. Buscamos el acompañamiento del Estado y también de las organizaciones sociales que necesiten de nuestra producción textil. Lo importante es generar un espacio discusión, buscamos interpelar a los jóvenes bolivianos a que participen, y hoy ocupar este lugar desde lo político me causa placer”.