La tercera ola y el aumento exponencial de personas contagiadas afectan también al personal de […]
Publicado el 24 enero, 2022 por Nicolás Rosales
La tercera ola y el aumento exponencial de personas contagiadas afectan también al personal de salud. El ausentismo va en aumento y en este momento es preocupante.
El sistema sanitario viene resistiendo esta tercera ola de COVID-19 y los casos de personas contagiadas crecen a gran velocidad. Por otra parte, las jornadas de calor parecen no aliviar la curva que va hacia arriba y se espera comience a bajar. Sea del sector público o privado, las guardias recurren a suplencias y aun así en algunos casos no logran cubrir los puestos de trabajo para brindar una correcta atención.
La razón: el personal de salud se contagia y también tiene que aislarse. En este contexto, el gobierno porteño se anticipó a la situación y argumentó que los días de aislamiento para este tipo de personal esencial serán menos.
Por otro parte, en el Ministerio de Salud de la Nación aún no tiene una estimación de la magnitud del ausentismo en el sistema sanitario y el Ministerio de Salud porteño lo ubicó entre el 20% y el 25% en el sector público.
Sucede que ante este nivel de ausentismo se producen demoras en la atención, malestares, situaciones de tensión y estrés. Las imágenes que se proyectan en los canales de televisión y los testimonios no dan lugar a la duda: hay una alta demanda en todos los servicios, desde los testeos al primer nivel de atención.
Héctor Ortiz, enfermero y delegado de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) del Hospital Durand, en diálogo con este medio denunció: “Es muy preocupante la cantidad de trabajadores de la salud que se están infectando. Falta personal para cubrir las salas de urgencia. Además en las UFU (Unidades Febriles de Urgencia) hacen faltan insumos básicos y su personal no da a basto”.
La realidad es que el personal de la salud está cansado y una parte importante no ha podido tomarse vacaciones. Asimismo pesa el reclamo salarial. La Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires (AMM) se declaró “en estado de alerta”. No están de acuerdo con que existan distintos criterios sobre los casos sospechosos para el equipo de salud y para la población general, ya que los contagios se están dando en la comunidad.
Una buena: pese a la alta tasa de contagios registrada, los casos graves que precisan atención médica en terapia intensiva prácticamente no aumentan y se mantienen en niveles bajos: esto se debe tanto al efecto más leve que Omicron parece tener sobre los individuos como al resultado de las vacunas, las cuales protegen especialmente ante complicaciones serias derivadas del contagio por COVID-19.
El jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta y el ministro de Salud Fernán Quirós dijeron que los datos que manejan dan esperanzas y que el final del brote está cerca. Ojalá que así sea.
Fotografía: Página 12.-
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