Dejarían sin trabajo a una cooperativa en el Rivadavia II

La Cooperativa Santa Catalina se encarga de la limpieza del Barrio Rivadavia II y sus trabajadores corren el riesgo de perder el trabajo en agosto. Denuncian la precarización laboral por parte del gobierno porteño y la falta de provisión de elementos de higiene tanto personales como sanitarios para evitar el coronavirus.

La Comuna 7: ¿Desde cuándo y cómo funciona la cooperativa de limpieza?

Alejandro: La cooperativa está formada por un grupo de 22 trabajadores y trabajadoras desde hace 10 años y trabajamos 4 horas, de 8 a 12 del mediodía. Nuestro trabajo consiste en hacer la limpieza de las veredas, cordones cunetas, espacios verdes, del polideportivo y el SUM (Salón de Usos Múltiples), donde además guardamos nuestras herramientas. Dependemos directamente del IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad), quien se encarga de conformar cooperativas para tercerizar las tareas de limpieza de los denominados barrios de emergencia. Esta forma de trabajar se replica en todos los barrios populares de la ciudad, principalmente en los del sur.

LC7: ¿Qué tipo de relación laboral mantienen con el gobierno porteño?

A: Tenemos convenios laborales anuales y dependemos de las gestiones en el IVC, que a veces duran 6 meses o 1 año. Hacen facturar a la cooperativa por servicio y por el total de los sueldos de los trabajadores. A partir de ahí hacen los depósitos por cajero y cobramos con una tarjeta. Nunca tuvimos recibo de sueldo. Es una maniobra fraudulenta.

LC7: ¿Cuál es el conflicto que surgió este año?

A: En cada año o cambio en el área surge el conflicto de siempre. La persona que asume pretende poner sus propias cooperativas. Nuestros sueldos básicos hoy en día están por debajo de la línea de la pobreza. No nos dan las herramientas adecuadas, tenemos ropa vieja. Desde que arrancó la pandemia no nos dieron los barbijos y hemos comprado estos elementos básicos desde la autogestión. No están cumpliendo.

LC7: ¿Cuál es el principal argumento que utiliza el gobierno?

A: Que no hay presupuesto. Y como el presupuesto se asigna anualmente, no hay maniobra posible. Estamos cobrando con 45 días de atraso. Junio lo cobraríamos los primeros días de agosto. Por otro lado, hay una interna política dentro del IVC y en el medio estamos nosotros. Gabriel Salas es el actual director y es él quien pretende modificar las cooperativas. Esto quiere decir que podríamos quedarnos sin trabajo, ya que los contratos finalizarían en agosto y ya nos dijeron que no nos van a renovar.

LC7: ¿Qué mensaje quisieran dar a la comunidad?

A: Queremos dar a conocer nuestra situación. La precarización y el fraude laboral. Queremos mantener nuestros puestos de trabajo. Nos estamos organizando. Lanzamos una campaña de firmas y los vecinos nos están acompañando. Esperamos que desde el IVC revean la decisión y puedan renovarnos el contrato.