Audiencia pública por el Mercado de Flores

En el día de ayer tuvo lugar en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la audiencia pública por el proyecto de ley que otorga a la «Cooperativa de Provisión y Comercialización Libertadores de América Limitada» el uso precario y gratuito por el término de veinte (20) años del inmueble, de propiedad del Gobierno de la Ciudad, ubicado en Ramón Falcón 2714, pleno centro del barrio de Flores.

Más de 60 vecinos e interesados se anotaron para hacer conocer a la comunidad las razones y fundamentos que avalan cada una de las posiciones: la que esta a favor del permiso, y la que no cree que se le debe dar otro uso a ese inmueble.

Pablo González, uno de los miembros de la Cooperativa, destacó en su intervención que después del 2001 se encargaron de cuidar y levantar el lugar, momento en el que la Ciudad no tenía presupuesto para invertir. «Hoy somos más de 20 familias en forma directa las que vivimos del trabajo en el mercado». Por otra parte, acuso que punteros políticos quieren apropiarse del lugar: «Nos quieren hacer creer que nosotros caímos del cielo y somos usurpadores». En respuesta a otra intervención, Pablo Gonzalez dejó constancia, a través de la presentación de la documentación, el pago de los impuestos por el uso del lugar.

«Yo soy profesora de Bellas Artes y me brindaron la posibilidad de dar un taller cultural. El mercado es un lugar de encuentro y un espacio comunitario en el barrio de Flores», afirmó Valeria Esquivel, vecina del barrio, quien como muchos otros oradores resaltó la recuperación del mercado de mano de los trabajadores, y los bajos precios de los negocios que allí se asientan.

En este sentido, y frente a las múltiples acusaciones que allí sólo funciona una parrilla y una pizzeria para beneficio de unos pocos, Federico respondió que el que afirma eso es porque nunca ha visitado el lugar. «Es de destacar el trabajo que realizan en lo socio-cultural, gracias a la organización de actividades recreativas. El mercado tiene vida propia porque son los mismos vecinos los que aprovechan ese espacio y hacen uso de todo lo que allí sucede”.

Trabajadores del lugar y vecinos del barrio apoyaron, a través de numerosas participaciones, la función social, económica y cultural que cumple la cooperativa en el barrio.

Pero no todas fueron rosas. También se presentaron, si bien en menor cantidad, vecinos que no están de acuerdo con estas posiciones. Bajo el argumento de que debe preservarse el bien común, Elena Gallardo, de la ONG Vecinos en Alerta, y miembro activo del Consejo Consultivo Comunal de la Comuna 7, consideró indispensable que ese inmueble sea utilizado para paliar necesidades insatisfechas en la Comuna, en el orden cultural, social, educativo y de salud. Por su parte, Susana Enrique cree pertinente mudar la sede comunal a ese inmueble o el emplazamiento de una Fiscalía para la Comuna.

Osvaldo Buscaya, de «Unidos por el Barrio de San José de Flores», denunció que la entrega de este patrimonio es un fraude y que nunca se pudo desalojar por razones políticas.

Todas las intervenciones, a su vez, consideraron un despropósito la concesión por un lapso de 20 años e interpelaron a los legisladores a votar en rechazo al permiso otorgado en la primera ronda en la Legislatura, el último 3 de diciembre del 2015.

Como el permiso se debe aprobar en una segunda vuelta legislativa, estas intervenciones interpelaron a los legisladores a votar en rechazo al permiso aprobado en la primera ronda en la Legislatura, el último 3 de diciembre del 2015.