Warmi Masi, las mujeres compañeras producen

En octubre del 2020, un grupo de mujeres de la Unidad Básica Bolivariana del Barrio Ricciardelli se juntaron para iniciar un proyecto productivo. El objetivo principal fue generar trabajo genuino para las mujeres del barrio. Entrevistamos a Nazareth “Nani” D’Amico, integrante de La Cámpora y responsable política de la unidad básica.

Son mujeres que se juntan para trabajar colectivamente, enriquecidas y organizadas por el trabajo en grupo. Además, son parte de un colectivo de mujeres que venía haciendo trabajos comunitarios en comedores y merenderos. La Unidad Básica queda en las cercanías de la calles Agustín de Vedia y Chilavert. Allí trabajan 45 personas.

Nazareth D´Amico, tiene 34 años y es politóloga. Trabaja como asesora de una diputada en el Congreso Nacional y milita desde muy joven en el barrio. Lo siente como propio. Revindica la política en el territorio y no podría pensar su vida sin la militancia, confesó a LC7.

En dialogo con este medio digital D’ Amico explicó: “Warmi Masi lo conforman 10 mujeres, vecinas, jóvenes, migrantes, todas ellas bolivianas. Están organizadas en 3 unidades productivas: textil, tejido y panadería. Querían poder decidir por un trabajo que no las esclavice y que también pudieran disponer de su propio dinero, una de las tantas causas por las que las mujeres no pueden salir de las situaciones de violencia de género”.

Warmi Masi textil, fabrica productos de gestión menstrual de tela, toallitas y protectores diarios reutilizables. Warmi Masi tejido, teje productos de uso cotidiano como esponjas de baño redondas y trenzadas, esponjas para la vajilla, discos desmaquillantes, paños tejidos, bolsas de compras, jaboneras, manoplas exfoliantes, en yute e hilo de algodón. Warmi Masi panadería y masas elabora pan, galletitas, pan dulce, budines. Esto último fue la primera experiencia.

“Hicieron pan dulces para las fiestas. Así arrancaron. Por otro lado, veníamos viendo que se está poniendo muy en boga el tema de los cuidados sustentables, de comprar productos que no contaminen. Ahí incorporamos los productos de gestión menstrual, toallitas de protección diaria de tela. Se pueden lavar, son reutilizables. Vimos que eran redituables además los tejidos y los alimentos. Queremos que un futuro cercano puedan ser cooperativa de trabajo”, detalló.

En referencia al origen del nombre y la manera de financiarse, D’ Amico sostuvo: “Warmi Masi significa en quechua ‘mujeres compañeras’. Además, mujeres concuñadas o comadres, que es muy típico de las tradiciones andinas. Respecto a la financiación nosotras las ayudamos al principio desde la organización, como para empezar a comprar los primeros materiales e insumos de trabajo para producir. Tuvieron una donación grande de tela. También, varias compañeras reciben la ayuda del Estado a través de programa ‘Potenciar Trabajo’, que es un salario mínimo. Por ahora lo que van generando de las ventas lo vuelven a invertir, y vienen siendo autogestivas”.

Para comercializar los productos utilizan el famoso “boca en boca”, y las redes sociales. Además han recibido demanda por fuera del barrio: “Vamos a hacer una folletería de papel reciclable para repartir. Este tipo de producto no está tan difundido, en el caso de las toallitas, entre los sectores populares. Creemos también que es una industria muy incipiente, tenemos una proyección a futuro porque no hay competencia”.

“Esta experiencia, cómo modo de producción y de generar trabajo genuino puede servir de ejemplo y reproducirse en otros espacios del barrio. Es un salto cualitativo”, finalizó.

Al elegir los productos de Warmi Masi no solo mejora la calidad de vida de las mujeres que lo llevan adelante, sino que es un aporte más a la hora de repensar nuestro consumo diario de productos desechables y de alimentos.

Van a presentarse oficialmente a la comunidad durante los primeros días de marzo, con cuidados, con poca gente, piensan hacerlo en la Parroquia Madre del Pueblo sobre la avenida Perito Moreno.

IG: @warmimasi.textil @warmimasi.panadería