Una comunidad de títeres

A partir de mayo, en la Asamblea de Flores habrá un Taller de Títeres Familiar. Un espacio para hacer teatro en familia y generar nuevos vínculos barriales.

Los sábados de 11 a 13 horas serán un momento para compartir en familia, soltarse, jugar y crear colectivamente. Es que se dictará un Taller de Títeres Familiar en la Asamblea de Flores (Avellaneda 2177). El mismo estará a cargo de Eduardo Farías, Licenciado en Artes Escénicas en la Universidad de San Martín, a quien entrevistamos para conocer más sobre la propuesta.

La Comuna 7 Noticias: ¿De qué se trata este Taller de Títeres Familiar?

Eduardo Farías: Es un taller familiar. La convocatoria y la intención es que haya vínculos, que los padres vengan con los hijos o tíos con sobrinos. La idea es compartir esta instancia y poder generar comunidad a partir de los títeres. Encontrarse a partir del lenguaje, de la materia y de las ganas, de las intenciones que surjan dentro del grupo como intención creativa. La búsqueda final es hacer un trabajo teatral y no quedarnos solamente con la fabricación de títeres. A largo plazo, la intención es formar un grupo de teatro comunitario.

LC7: ¿Cómo surgió la idea de hacer este taller?

EF: Soy licenciado de la carrera de Títeres de la Licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad de San Martín. Vivo cerca de la Asamblea de Flores y, desde el año pasado, me he ido acercando al espacio. Hablando con la gente de ahí salió esta propuesta, desde la visión compartida que tenemos, de la necesidad de hacer cosas para la comunidad que no tengan un enfoque en términos de ganancia monetaria. Por eso, la tarifa es una cuota familiar para poder financiar el taller en sí mismo. 

LC7: ¿Por qué los títeres? ¿Qué particularidad tienen?

EF: Tienen la particularidad de que permiten conectar el hacer con las manos y la actuación. Reúnen distintas inquietudes y son una herramienta en términos de comunicación. Desde la psicología, los títeres tienen un potencial muy grande porque muchas veces permiten dentro de su materialidad, de sus posibilidades, ser otros y sacar cosas que a veces es difícil o nos cuesta sacar de nosotros mismos. Es una manera de externalizar y de plasmar en la forma, en los materiales.

LC7: ¿Qué cosas sentís que se pueden mostrar a través de los títeres?

EF: Los títeres permiten trabajar cosas de abstracción, generar imágenes, cosas complejas, símbolos, relatos, permiten realizar acciones con algo material. Son una herramienta comunicativa distinta a las que estamos acostumbrados, tienen otra gestualidad. Es una manera de comunicar y de crear que no sólo depende de la palabra. Es esa la potencialidad que para mí tiene el títere como objeto artístico. Porque por ser una forma de teatro, los títeres funcionan en constante diálogo. No son una pintura. A un títere vos lo podés exhibir, pero ahí queda. El centro del títere es lo teatral, lo dialógico, tiene que poder dialogar con un otro, con un público, con una persona o con vos mismo. 

LC7: ¿De dónde surge tu interés por los títeres?

EF: Trabajo con títeres hace más de 9 años. En 2015, vivía en Salta y me hice aprendiz de un titiritero. Ahí empecé a explorar y después seguí por mi cuenta. En 2016, me vine a Buenos Aires a hacer la carrera en la UNSAM. Con el tiempo me di cuenta de que me involucré, no sólo en término de hacer los títeres, sino de empezar a participar en más instancias. Me metí y no salí más. Después, empecé a presentarme en salas y en plazas. Me gusta hacer teatro en la calle. Eso es una búsqueda para mí.