“Somos un grupo de brazos abiertos”

Flores respira tango. Desde sus calles, sus espacios culturales, festivales, milongas, y también por los grupos de música que surgen. En las “Guitarras Sensibles de Flores” se encargan de remarcar que viven el espíritu del encuentro y la guitarreada. Así lo cuentan en esta entrevista.

“Es el tango como creció en los barrios, en los patios, en recintos que amalgamaban géneros musicales, bailes y gentes en un mismo abrazo de común-unidad, un tango arraigado a nuestra historia, profundo”, dice uno de sus flyers. En una extensa conversación con LC7, el grupo nos contó sobre sus orígenes, su esencia, su actualidad, y sus sueños.

Sus integrantes son: Guillermo Martel (guitarra, arreglos y dirección musical), Martin Duhald (guitarra), Facundo Nicanor (guitarra), Astrid Motura en violonchelo, Hernán ielapi (guitarrón) y Viviana Scarlassa en voz.

La Comuna 7: ¿Cómo surge la idea de juntarse para hacer tango?

Guitarras Sensibles de Flores: En realidad nunca hubo una idea concreta, fue surgiendo de manera espontánea. El origen es de hace unos años atrás con un grupo de alumnos de guitarra que querían tocar tango. Nos pareció también que las músicas populares se aprenden tocando tribalmente. Hicimos la prueba, nos juntamos un par de veces y empezó a pasar algo, a funcionar, algo que cuando tocás solo no pasa, pasa cuando lo hacés en grupo. Eso nos sorprendió. Empezaron a salir fechas, cantantes que se fueron sumando. Solo somos guitarras, y hacemos temas instrumentales con artistas invitados. Esto fue a finales del 2017, a principios del 2018. Somos un grupo de brazos abiertos. Tenemos un espíritu de tocar entre amigos, desde el encuentro humanos fundamentalmente: Logrando sonidos desde una mateada en un patio o donde fuera que nos reunamos.

LC7: ¿Cuál es el origen del nombre del grupo y qué tipo de repertorio ofrecen?

GSDF: El nombre de la agrupación es una clara alusión al libro de Alejandro Dolina “Crónicas del Ángel Gris” porque creemos que su mística de barrio y de bohemia evoca un universo sensible que habitamos, que refleja lo que somos y lo que hacemos. El repertorio de “Las Sensibles” incluye tanto temas tradicionales como obras contemporáneas. Transitamos el tango criollo, de la guitarra de Grela, pero también nos proponemos nuevas búsquedas. Producto de priorizar el encuentro antes y después de los ensayos, hace que se transmita en los escenarios, y eso la gente lo nota, percibe que además de tocar la estamos pasando bien. Nos parecemos más una banda de “garaje”, amigos que nos juntamos a tocar, nos divertimos, somos cómplices, y al mismo tiempo lo hacemos de una manera muy profesional. En la música creemos que la diferencia está, en lo que no está escrito justamente. También pensamos que en el tango se está dando una especie de revisionismo histórico, sacándole todo ese edulcorante “for export”, haciendo un tango más tradicional, de nosotros, con nuevas letras, un nuevo movimiento con gente joven. Muchas mujeres haciendo tango nuevo también, con letras e historias nuevas.

LC7: ¿Qué balance hacen de lo vivido como grupo hasta el momento y que proyectos tienen?

GSDF: De crecimiento. Como grupo humano la experiencia es muy buena. Tenemos proyectadas giras por Latinoamérica y por Europa. Insistimos en esto de tocar en los ensayos y que el tiempo es distinto. Nos extendemos decididamente, nos vamos a comer, etc. Hay un deseo de encontrarnos auténticamente. Este es un plus identitario. Tenemos la idea de meternos a un estudio y al menos grabar dos discos, presentarlos al interior. Estamos además en un proceso de tocar mucho, sobre todo en milongas, con una propuesta diferente. Tocamos en el CAFF, Club Atlético Fernández Fierro, que tiene su particularidad, porque no es una milonga y tampoco un bar. También lo hicimos en el “Torcuato Tasso”, otro lugar emblemático. En general somos todo terreno”.

Las “Guitarras Sensibles de Flores” coinciden en poder hacer música con libertad, jugando, compartiendo con amigos, y al mismo tiempo viviendo el presente que les toca.