Sábado 09 de Noviembre del 2024

“Sentí la necesidad de informar que se puede”

Agustina Clemente es una joven periodista y docente del Barrio de Parque Chacabuco. El estar […]

Publicado el 20 junio, 2020 por Nicolás Rosales

Agustina Clemente es una joven periodista y docente del Barrio de Parque Chacabuco. El estar transitando una enfermedad grave como el cáncer de mama y su gusto por la escritura la llevó a generar un espacio de expresión en redes sociales para generar conciencia, que queremos contártelo en la siguiente entrevista.

La Comuna 7: ¿Cómo fue tu experiencia?

Agustina Clemente: A mis 28 años, ahora tengo 30, me hago un estudio porque siento un bulto en una de mis mamas. Mi novio en ese momento me dice: “vamos al médico”, y le contesté: “dejá, vamos mañana”. Pedí un turno, y bueno a los 20 días aproximadamente pude ver a un especialista. Pese a qué mi mamá tuvo cáncer de mama, el médico que me vio me dijo que no era nada, que era muy joven., y que esperara. Empecé a investigar y encontré a muchas mujeres jóvenes con cáncer de mama. Por mi insistencia descubrí que tenía cáncer triplenegativo y que era un tumor agresivo. Si esperaba -como ellos me decían- no la contaba. Se combatió con todo lo que se pudo combatir, y ahora estoy en revisión, como se dice. A los 5 años me darían el alta.

LC7: ¿De qué se trata el proyecto?

AC: Soy periodista egresada de TEA (Taller Escuela Agencia de Periodismo), maestra de grado, bibliotecaria y doy clases. Siempre me gustó comunicar. Siempre sentí como que me faltó información, durante el tratamiento. Entiendo que el trabajo de los oncólogos es difícil, pero comparándola con la docencia entiendo que es una profesión de servicio, y a veces no se informa todo lo que uno necesita o espera. Yo no soy mamá, pero por ejemplo nadie me informó la importancia de la precaución de reservar óvulos antes de la quimioterapia, porque con la misma se pierde fertilidad. Toda esta información la fui obteniendo desde una iniciativa propia, en soledad. El cáncer es una mierda, y todo lo que circula alrededor es negativo. Sentí la necesidad de comunicar la enfermedad desde una comunicación positiva: informar que se puede, yo pude volver a trabajar. Si lo detectas a tiempo no te sacan toda la teta como todo el mundo cree. Así fue que creé una cuenta en Instagram @wikicancerarg para poder expresarme y que la gente haga lo mismo. Superó los mil seguidores y para mí eso es un montón. La gente empezó a escribirme. Mucha desde España, me preguntan cosas, me agradecen la información. Doy consejos, y siempre les aclaro que no soy médica. Es en definitiva, un espacio de encuentro para contar experiencias, sacarse un poco los miedos. Se contactó un laboratorio conmigo que me va apoyar para brindar unos tips, información más precisa. La impronta del espacio, insisto, sería transitar el diagnóstico de manera positiva. El haber seguido la sugerencia de mi terapista y reikista de que me ponga a escribir mis sentimientos fue una buen decisión.

En los posteos del Instagram básicamente se observan y se pueden leer experiencias de las “quimios” e información médica. Seguido a eso, muchísimos comentarios, donde las personas de diversas edades, géneros y lugares también comparten su experiencia. “El Instagram también funciona como un ‘despertate’, escucha a tu cuerpo”, afirma Agustina a este medio digital de la Comuna N° 7.

LC7: ¿Crees que hay una verdadera conciencia del cáncer de mamas?

AC: La verdad que no. Y es muy difícil crear conciencia en el entorno mismo. A veces se concientiza solo el que le toca.  Tampoco encuentro las formas de que la gente encuentre espacios para tomar la verdadera conciencia para detectar la enfermedad a tiempo. Falta información pública al respecto. Y falta que las pocas campañas que hay te toquen más de cerca. Por eso es tan importante hacerse los estudios cada 6 meses, 1 año, los de rutina, con ecografías mamarias.  Y después hacerse mamografías, no desde los 40 años como está estipulada. Hacerlas antes, más joven, se ve más en detalle el tejido mamario, y contiene una mínima radiación.

***

“Encontré y leí muchos libros que comunicaban desde el miedo, desde la muerte. Y pensé que tenía comunicar desde otro lado. El Instagram lo fui armando desde el tratamiento y se potenció durante esta pandemia”, aclaró. “En tiempos de pandemia, en donde nos toca quedarnos en casa me pongo a pensar y creo que todas las que transitamos o están transitando un diagnóstico de cáncer de mama, contamos con un COMODÍN. Sabemos lo que es resguardarnos, cuidarnos de cualquier amenaza externa. Entendemos la finitud de la vida, porque ya se nos presentó en algún momento. Nadie está exento. Sin embargo, dependiendo cada contexto, nos puede costar un poco más este aislamiento. Indefectiblemente, aparecen emociones, algunas nuevas, otras ya conocidas que resurgen. En mi caso, intento siempre sacarlas afuera… contarlas o escribirlas para que no se estanquen dentro mío”, reflexiona desde su espacio.

Durante el proceso de recuperación Agustina transitó una terapia grupal de personas con cáncer de mama: “A mí siempre me sirvió ayudar a los otros, aconsejarlos”, nos contó. Ella pudo volver a trabajar desde fines del año pasado y continúa haciéndolo desde la cuarentena. Siempre con ganas de comunicar, con energía positiva y superadora, algo que se refleja desde la cuenta de Instagram. “El origen de Wikicáncer” es porque una vez una amiga le dijo: “Sos como el wikipemedia del cáncer”.


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