Refugio cultural

La Cazona de Flores de la calle Morón 2453 es un espacio cultual diverso y autogestivo. Dentro de su trayectoria, la conexión con el CFP 24 forma parte de su génesis. Lo conversamos con Juan Ignacio Sánchez, coordinador del lugar.

La Comuna 7: ¿Cuál es el origen de la Cazona de Flores?

Juan Sánchez: La historia de la casa se remonta a principios del siglo XX, que hace muy poco se transformó en un espacio cultural, y más que eso, en un lugar de encuentro para la reflexión para darle espacio a colectivos que sostiene ciertas particularidades artísticos políticas que gravitan por ejemplo por la literatura, el teatro, etc. Retomando el origen de la casona, se puede decir que es múltiple como sus múltiples habitaciones que pertenecieron en principio a la oligarquía argentina allí cuando la avenida Rivadavia de Flores era el camino real. La casona se construyó allá por el año 1850 siendo un análogo a la Escuela Fernando Fader siendo un casco de estancia bastante similar, cuando toda esta zona era de quintas. Por otro lado, en 1916 mediante una asamblea que se hizo mediante el partido socialista de la que participó Alicia Moreau de Justo donde a partir de ese momento se adquirió el inmueble para hacer allí un hogar de niños y niñas huérfanas y que funcionó hasta el 2001 más o menos. A partir de este año la casa es cedida al gobierno de la Ciudad como comodato para que se puedan dar una serie de capacitaciones y talleres. Más tarde, en el 2010 se recupera la casa en formato de asociación civil con una composición distinta y con los múltiples colectivos antes mencionados y que la compone al día de hoy.

LC7: ¿Qué actividades se desarrollan en la Cazona?

JS: Hoy tenemos una marcada agenda cultural casi como una decisión colectiva orgánica. Dentro de la casa, residen la editorial Tinta Limón, La Periférica que es una distribuidora de libros, un colectivo de serigrafistas, otro colectivo de ilustradores historietistas y por último otro colectivo escénico teatral al cual pertenezco. Entre todo este mejunje de estéticas y múltiples pensamientos, nace y se arma la agenda cultural de la semana, donde cada uno de los colectivos aporta ideas y la compone. Apostamos principalmente en pensar la territorialidad como algo fundante a nuestra casa, que esta tan grande y al mismo tiempo tan atípica a las lógicas de hoy y de nuestro barrio que no para de crecer en galpones como depósitos de tela. Es importante mencionar además, volviendo a los comienzos de como conocemos a la Cazona hoy, la centralidad que ocupó y ocupa el CFP24 en la composición de la casa. Para ello hay que pensar además que el espacio se sostiene casi en su totalidad por docentes que vienen del Centro de Formación y quienes también activan culturalmente. La Cazona y el CFP están unidos como por un puente, incluso algunos talleres gratuitos se dan dentro de este espacio cultural.  Somos el mismo cuerpo”. Por último Sánchez volvió a destacar la rica agenda que tiene la Cazona de manera semanal. Hay ciclos de poesía, de música, se presentan libros, etc.

Cazona con Z

La letra “Z” en la palabra Cazona, se puso para diferenciarse del cercano y reconocido restaurante que lleva el mismo nombre.