“Las calles de febrero son nuestras calles”

El pasado fin de semana largo comenzó el carnaval, que en su versión porteña se desarrolla en los distintos barrios a través del circuito oficial bajo el lema “Alegría y color en toda la ciudad”. En el barrio de Flores, el corso se armó en Plaza Irlanda, donde hubo música, baile, alegría y emoción.

“Pasa la murga con sus alardes entre la siesta del arrabal. Y un son de lata puebla la tarde y su rumor es la canción del carnaval”, escribió Homero Manzi alguna vez en su tango Se va la murga.

El tradicional «Carnaval Porteño» a través de su circuito oficial comenzó a desarrollarse el último fin de semana largo, organizado por la Dirección General de Promoción Cultural del Ministerio de Cultura de la Ciudad. En el barrio de Flores, el corso tuvo lugar en la Plaza Irlanda sobre la calle Seguí, donde los vecinos pudieron celebrar de una manera especial.

Nombres con brillantina y lentejuelas, escudos de diferentes equipos de fútbol como Boca, River, Argentinos, Ferro, banderas argentinas, la cara del Guasón (personaje del cómic Batman), la clásica lengua stone, dados gigantes, una mujer vestida de novia, chicos muy chicos y grandes para nada grandes.

Este carnaval no paró de sorprender, sobre todo en cuanto a la originalidad de sus trajes. Tal es el caso del“hombre/ducha”, al que se lo pudo ver bailando en el medio del desfile, mientras se bañaba.

Es que el carnaval no fue sólo espuma y chicos corriendo por las calles, sino que el ritmo de las murgas porteñas se hizo sentir en cada rincón de la plaza. Los Insaciables de la Paternal, por ejemplo, con sus 64 integrantes y su canción de crítica al casamiento arrancaron aplausos al por mayor. “Las calles de febrero no son las mismas calles, huelen distinto, porque las calles de febreroson nuestras calles”, proclamaron y marcaron el festejo con su presencia.

Sambatelmo y Los Colifas de Caballito, a pesar de sus nervios, también dijeron presente con una multitud de colores, danzas alocadas y el fuerte sonido de los bombos. Además, el corso contó con la presencia de payasos haciendo malabares que sorprendieron a los más chicos, junto con un concurso de disfraces y el regalo de helados de premio.

Ya bien entrada la noche, 165 personas aparecieron de bordó, verde y blanco. Eran los integrantes de Sueño Murguero del barrio de Villa Soldati. Más estrellas, la firma de Maradona, luces en los bombos, antifaces, naipes y coronas, la interpretación del tema Dame fuego de Sandro y nuevas sorpresas como la presencia de La Máscara, un Minion y Minnie. “Los años locos volverán, donde jugaba al carnaval”, cantarona coro con añoranza los encargados de los micrófonos.

Pero el carnaval porteño siempre tiene más cosas para ofrecer, como la emoción de los Amos de Devoto que están cumpliendo en este carnaval 20 años de asistencia “construyendo sueños y alegría”. El azul, blanco y fucsia de sus disfracesestaba acompañado de sombrillas con frases muy sentidas como “Mi murga querida, mi gran compañera, gran parte del alma me la hiciste murguera”.

A través de sus canciones criticaron las malas costumbres porteñas y a pesar de ser su cuarta presentación en la noche, no dejaron de moverse en ningún momento, lo que provocó un duelo de tribunas por ver quien aplaudía más.

Esto fue solo una pequeña muestra de lo ocurrido durante los feriados de carnaval que esta vez incluirá también espectáculos de rock, cumbia, salsa y tango. Este año más de 100 murgas desfilarán en los 27 corsos porteños.

El corso de Flores/Caballito continúa durante todos los fines de semana del mes de febrero, los sábados en el horario de 19 a 2 y los domingos de 19 a 24, aunque puede llegar a terminar más tarde porque como dicen los murgueros “en la murga es mentira que existe el tiempo”.

Informe especial de Juan Bertrán para Lacomuna7.