Martes 26 de Noviembre del 2024

“Hay un grupo que los puede ayudar a salir adelante”

Los grupos para familiares de Al-Anon funcionan en la sede de Flores hace seis años. […]

Publicado el 19 mayo, 2018 por Juan Bertrán

Los grupos para familiares de Al-Anon funcionan en la sede de Flores hace seis años. Yamila F. nos cuenta sobre la labor que realizan, cómo trabajan los grupos y de qué manera acercarse. “El alcoholismo es una enfermedad”, explica.

En Ramón L. Falcón 2453, 2º Piso, se encuentra el lugar de reunión de los grupos para familiares de Al-Anon. Cada sábado entre las 10.15 y las 12.15 se desarrollan los encuentros, los cuales no requieren inscripción previa, sino que uno puede presentarse directamente y ser parte de los mismos. Yamila F., miembro de la asociación, nos cuenta sobre estos grupos y su funcionamiento.

La Comuna 7: ¿Qué tienen preparado para este año desde Al-Anon?

Yamila F.: Lo que hacemos es estar a disposición para ayudar a familiares que se sienten afectados por el beber de otra persona. A lo largo del año lo que hacemos es alguna actividad específica que tiene que ver con una difusión dentro de la comunidad. Por ejemplo, la reunión pública que hicimos el 14 de abril tenía como propósito difundir en la comunidad la existencia de un grupo en el barrio de Flores. Por lo general, como estas reuniones nos demandan tiempo y hay una cuestión de organizar a los servidores, se hacen en nuestro caso una vez al año. Nuestro año empieza en marzo o abril y siempre lo iniciamos con una reunión pública que es una de nuestras herramientas para salir a la comunidad. También, estuvimos visitando en la semana previa a dos escuelas en el barrio de Flores, las cuales nos recibieron muy bien, tomaron la información y en el caso particular de las escuelas es siempre importante llegar no sólo a los docentes y directivos sino también a los chicos y a las familias. Esa es un poco la actividad que venimos haciendo hasta ahora.

LC7: ¿De qué se trató la reunión pública?

YF: En la reunión pública hubo un testimonio de un miembro de la comunidad de Alcohólicos Anónimos, un miembro de Al-Anon, una persona que vino a hablar de los grupos Alateen, que es un programa destinado a los jóvenes entre 12 y 20 años, y tuvimos la participación de un psicólogo que se abocó al tema de adicciones, no sólo mencionó el alcoholismo, sino también otras adicciones y compartió su punto de vista como profesional. Un poco el mensaje que él transmitió al público fue lo importante que es asistir a los grupos. La reunión pública es eso, compartir los testimonios de la cantidad de oradores que haya y después los asistentes pueden hacer preguntas puntuales a los oradores.

LC7: ¿De qué se tratan los grupos?

YF: Los grupos son de apoyo mutuo entre familiares y amigos de alcohólicos. Las reuniones por lo general son cerradas, excepto las reuniones públicas en las que se invita a la comunidad. Pero en lo cotidiano las reuniones son cerradas, ingresan los familiares, los amigos o una persona que se sienta afectada por el beber de otro y lo que trabajamos en las reuniones cerradas es el programa de doce pasos que es el mismo que utiliza Alcohólicos Anónimos para su propia recuperación. Los familiares utilizamos el mismo programa adaptado para nuestra realidad como familiares y lo que se comparte es la experiencia que cada uno va teniendo y a partir de la experiencia y de la empatía y de ponerse en el lugar del otro es que nosotros vamos aprendiendo acerca del alcoholismo, es decir, de qué se trata desde la mirada que propone Al-Anon que plantea al alcoholismo como una enfermedad familiar. Entonces, desde ese punto de vista es que nosotros abordamos el alcoholismo y cómo afecta al familiar. Así que se comparten experiencias y por otro lado, lo que tenemos en las reuniones es la literatura de Al-Anon y se comparten testimonios que hay dentro de esa literatura o la teoría que tiene que ver con los doce pasos y después las personas que participan de la reunión comparten sus reflexiones sobre esa literatura que se lee. Por lo general, las reuniones duran entre una hora y media y dos horas. De esta manera uno va recuperando la serenidad y va aprendiendo acerca de la enfermedad, de cómo ayudarse a uno mismo y de cómo también apoyar la recuperación del familiar.

LC7: ¿Cuáles serían los doce pasos?

YF: El primer paso habla de la aceptación de que hay un problema, que hay una enfermedad dentro del circuito familiar que se llama alcoholismo. Algunos llegamos a Al-Anon y desconocemos que el alcoholismo es una enfermedad, para muchos es un vicio o que se toma porque uno quiere. Siempre hay mucho prejuicio, entonces, el primer paso habla de poder aceptar que estamos hablando de una enfermedad y nos dice que no estamos solos. Esto tiene que ver con que por lo general el familiar se aísla, no quiere compartir con el entorno como se siente o lo mal que la está pasando con la convivencia con el alcoholismo. Entonces, esto de que no estamos más solos tiene que ver con que tenemos un grupo a quien recurrir y en donde apoyarnos  y que hay un grupo que nos va a contener. El segundo paso habla de la pérdida del sano juicio y habla de un poder superior. Al-Anon no es un programa religioso pero sí espiritual y menciona a un poder superior como cada uno lo conciba, como cada uno lo comprenda y nos alienta a eso, a que cada uno busque ese poder superior que le pueda devolver el sano juicio. Se entiende que dentro de una familia donde hay alcoholismo lo que prima es la locura y se toman decisiones desde ese lugar, desde la pérdida del sano juicio. Entonces, lo que pedimos es recuperar el sano juicio que es lo que hacemos en las reuniones. El tercer paso habla de confiar. Esa palabra tal vez en las familias donde hay alcoholismo está bastante perdida. El tema de la confianza en el otro y en uno mismo. Puntualmente, el tercer paso habla de confiar nuestra vida a Dios como cada uno lo conciba. El cuarto paso tiene que ver con un inventario sobre nosotros mismos, sobre qué virtudes y defectos tengo o qué virtudes y debilidades tengo y sobre eso trabajar. Al-Anon hace mucho foco en trabajar con las características que cada uno tiene, más allá de que sean virtudes o defectos, trabajar sobre cómo me puedo mejorar a mí mismo como persona. El quinto paso tiene que ver con compartir con otros compañeros o en el grupo o  de manera privada compartir ese cuarto paso que hice. Ese inventario que hice lo tengo que compartir, me tengo que sincerar y compartir a otros lo que he descubierto de mí mismo. El sexto paso habla de la cooperación con Dios para poder deshacerme de los defectos de carácter. En este paso no es necesariamente deshacerme de mis defectos de carácter, pero sí trabajarlos y mejorarlos. Todo tiene una relación, el cuarto, quinto y sexto paso están relacionados. El séptimo paso habla de practicar la humildad, de conectarme con ese poder superior y ponerme a disposición para tener una relación más estrecha con ese poder superior. El octavo y el noveno paso hablan de hacer una lista de aquellas personas a quienes nosotros sentimos que hemos lastimado. Esas personas pueden ser familiares, amigos o nosotros mismos incluso. Fijarse a quienes yo creo que le tengo que pedir perdón por las faltas que he cometido. Siempre también hablando desde la ignorancia. Muchos hemos cometido faltas desde la ignorancia pero eso no quita que tengamos que disculparnos. El octavo y noveno paso invitan a pedir perdón en aquellos casos que se pueda. A veces no se puede porque los familiares están muy enojados por nuestros comportamientos y es difícil pedir perdón. El décimo paso habla de mantenerse. Todo lo que vos venías haciendo en los pasos anteriores lo tenés que poder sostener en el día a día. Este paso habla mucho del presente, de lo que hago hoy para mejorarme como persona. El onceavo paso habla de la oración y la meditación que son herramientas que el programa menciona para que los familiares las puedan usar en cualquier momento. La oración y la meditación nos sirven para mejorar la comunicación con el poder superior y la meditación para poder escuchar cual es la voluntad de ese poder superior que por lo general es la que queda a un lado en una familia donde hay alcoholismo. Lo que prima en una familia donde hay alcoholismo es la voluntad de cada individualidad de ese sistema familiar. Entonces, el onceavo paso  te lleva a la oración y la meditación para que deje de primar la voluntad individual. El último paso habla de transmitir todo eso que vos aprendiste en Al-Anon a otros. Es un poco el motivo por el cual nosotros hicimos la reunión pública. Tiene que ver con  contarles a otros que Al-Anon está disponible, que hay un programa de doce pasos que los puede ayudar y que hay un grupo que los puede ayudar a salir adelante cerca del lugar donde la persona vive, a poder comprender mejor lo que es el alcoholismo.


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