Ezequiel Demonty siempre presente

A 23 años de su asesinato, familiares, amigos y amigas realizaron un nuevo festival en su homenaje para recordarlo y seguir denunciando la violencia institucional.

El pasado sábado 18 de octubre se realizó el sexto festival homenaje a Ezequiel Demonty en la esquina de las calles Riestra y Agustín de Vedia, Bajo Flores.

Hubo música en vivo y diversas actividades. 

Ezequiel, vivía en el Bajo Flores y en la noche del 14 de septiembre del 2002 había salido con sus amigos, hasta que un grupo de agentes de la Policía Federal los interceptó y se los llevaron rumbo al Riachuelo, donde estos chicos fueron torturados y arrojados al agua. Una semana después fue encontrado sin vida Ezequiel.

Por este hecho fueron condenados a prisión perpetua los ex policías Gastón Javier Somohano, Alfredo Ricardo Fornasari y Gabriel Alejandro Barrionuevo. También Luis Emilio Funes y Luis Antonio Gutiérrez, otros dos miembros de las fuerzas de seguridad.

Este medio digital conversó con Leo Demonty, uno de los hermanos de Ezequiel.

La Comuna 7: ¿Qué balance hacés de la jornada?

Leo Demonty: El balance de la jornada es súper positivo, vinieron alrededor de 700 personas. Muchos vecinos del Bajo Flores, de Ciudad Oculta, Lugano, mucha militancia. Asistieron bastantes jóvenes, porque creo también que esto de hacer memoria impacta sobre todas aquellas personas que no conocieron a Ezequiel. Fue un festival muy familiar, sin tintes dramáticos y de mucha conciencia. 

LC7: ¿Quieres participaron esta vez y cuál fue la temática o eje de este festival?

LD: El eje del festival esta vez fue que la policía deje de estigmatizar a los pibes, y que la política ponga en agenda la lucha por la violencia institucional. Hoy en día podemos observar cómo está naturalizado el abuso de parte de las fuerzas de seguridad, por ejemplo, cuando le pegan y le sacan la mercadería a un vendedor ambulante, cuando le pegan a los jubilados, lo que le pasó a Pablo Grillo, etc. En el conurbano hay mucho gatillo fácil, creo que ahí la política tiene que intervenir, se tiene que crear una ley de violencia institucional. No hay que llegar al punto de normalizar, porque después pasa esto de que cuando hay una crisis política termina mal. 

A Ezequiel le pasó eso porque en aquellos años era normal tirar a los pibes de los barrios populares como el Bajo Flores, Soldati y Pompeya al Riachuelo. 

Participaron muchos compañeros y compañeras de la política, de la militancia en los barrios, organizaciones sociales. Asistieron entre otros, las legisladoras Berenice Iañez y Victoria Montenegro, el diputado nacional Leandro Santoro, y el comunero Julián Cappa. También estuvieron las “Madres en Lucha”, encabezada por mi mamá Doly. 

LC7: Después de tantos años de lucha por la memoria, ¿Qué esperan como familia?

LD: Después de tantos años de lucha, como familia esperamos que al autor intelectual y material Gastón Somohano siga cumpliendo su condena en la cárcel donde está, todavía le quedan 10 años. También esperamos que las familias que sufran un caso de violencia institucional puedan denunciarlo, También esperamos de quienes nos gobiernan piensen y hagan políticas sociales inclusivas en el sistema para los jóvenes. No queremos más gatillo fácil, y tampoco muertes por violencia institucional y política.