El viejo Mercado

“El viejo Mercado” se trata de una novela que apela a la memoria emotiva barrial de Parque Chacabuco. Entrevistamos a su autora, María José Nacci.

María José Nacci cuenta con una larga trayectoria en las ciencias sociales. Como socióloga contó que siempre le gustó investigar y escribir. Su libro “El viejo Mercado”, primera novela, fue recientemente presentado en el Club Italiano de la Ciudad de Buenos Aires. 

La Comuna 7 ¿Por qué te parece interesante que se conozca la historia del Mercado?

María José Nacci: “La historia del Mercado tiene varias aristas. La primera de ellas es que una historia barrial de la oralidad que recupera la Buenos Aires de los 40. Que si esta no queda escrita en ningún lado esa historia oral se pierde, se desdibuja. El protagonista principal de la historia es el edificio del Mercado, a pesar de los personajes circundantes. Tiene algo de misterioso, porque está cerrado y da inquietud de conocer que hay ahí adentro. Es como un viaje en el tiempo a la Buenos Aires pujante. 

Es también una construcción etnográfica ficcionalizada con personajes que la hacen real. Con la lógica de otra época, esta historia permite reconocer de alguna manera aquella Buenos Aires. Los mercados y el Mercado funcionaban como un espacio común que integraba en las diferencias. Era un lugar de encuentro e intercambio”.

En la actualidad, las lógicas de consumo son diferentes. Con grandes espacios, como pueden ser un shopping o un hipermercado, pero que a su vez son “no lugares” debido a sus características homogéneas y globales. Los viejos mercados eran todo lo contrario a esta idea. “Era el lugar de los olores, de lo vivo, de la negociación, etc”, agregó a esta idea María José. 

LC7: ¿Qué devoluciones estás teniendo?

MJN: “De edades diferentes, diversos lectores y lectoras han comentado que leer el libro fue como un viaje a la infancia, y otros comentaron que la historia sale de los prejuicios de la escritura actual, donde en la narración hay mucha literatura del “yo”. 

Por otro lado, los personajes de esta historia fueron construidos a partir de anécdotas del papá de la escritora y de vivencias desde su niñez que pudo compartir con su abuelo, uno de los dueños del mercado. Sin dudas, la historia de María José está atravesada por el Mercado y su relación con la familia. 

“Lo que hice a través de la ficción fue tener la posibilidad de poner a dialogar a personajes de épocas distintas. Había allí también “el chusmerío” o “la bemba” que se generaban y que circulaba de barrio en barrio. Todo lo tenía en mi cabeza a través de muchas imágenes”, agregó Nacci. 

LC7: ¿Cómo se fue sucediendo el proceso de escritura y con qué herramientas?

MJN: “Empecé en la época de la pandemia. Allá cuando teníamos otra temporalidad que significaba mucho tiempo en casa. Ese parate, a mí me sirvió para poder volver a hablar mucho con mi papá. Coincidió también los 100 años del barrio Cafferatta donde me reuní con la gente de La Juntas de Estudios Históricos de Parque Chacabuco. Tuve tiempo para la escucha. Para revivir la historia del barrio. Pude investigar documentos antiguos. Y, además, iba todas las semanas al Mercado del Progreso como un ejercicio de inspiración, para recuperar el sentido de lo que era el mercado, con sus ruidos y su ritmo, con la lógica del lugar. Fue como recuperar mi propia historia también. Es también un poco rescatar parte de la historia de los migrantes que hicieron a este país. Escribir este libro fue como apropiarme del barrio. Es un espejo para mirar para atrás, pero también para adelante”, cerró. 

El Mercado permanece allí, y algún día, quién sabe cuándo, reabrirá sus puertas para develar los misterios y alojar nuevas historias.