Viernes 18 de Octubre del 2024

“El problema es transformar las comisarías en espacios de seguridad ciudadana”

Hablamos con el legislador porteño Gabriel Fuks, quien es también vecino de Flores. Para él, […]

Publicado el 1 marzo, 2017 por Fernando Zuker

Foto: LegislaturaHablamos con el legislador porteño Gabriel Fuks, quien es también vecino de Flores. Para él, la participación popular en las comisarías y eliminar la desigualdad son las claves para evitar la inseguridad.

La Comuna 7: Luego de lo sucedido con Brian Aguinaco y la toma de la Comisaría 38, ¿cuál es tu opinión sobre la inseguridad en la Ciudad de Buenos Aires y en la Comuna 7 particularmente?

Gabriel Fuks: Hay que poner en contexto todo esto. El año pasado se discutió una nueva ley de seguridad y se incorporó a la nueva Policía de la Ciudad un total de casi 20 mil hombres que sumados a la vieja Policía Metropolitana componen una nueva policía de casi 25 mil policías, cuyo mando estrictamente está en manos del Jefe de Gobierno. Nosotros vimos a lo largo del año pasado una fuerte resistencia, expresada de muy distintas maneras, del núcleo cerrado de los comisarios que venían de la Policía Federal a ser traspasados a la ciudad. Uno de los datos muy importantes, que nosotros vimos y le avisamos al Gobierno de la Ciudad, es que cuando se constituye una nueva fuerza de seguridad, la gestión del mando político es muy importante. Si uno no genera un precedente claro sobre que el mando está en manos del poder político, la capacidad de autogobierno policial es muy fuerte. De a poco, frente a la debilidad del poder político, te van imponiendo condiciones. La policía tiene una tendencia histórica al autogobierno que se emparenta con negocios. Inevitablemente. Por ejemplo, hay negocios lícitos que rondan cuestiones ligadas a la caja y hay negocios ilícitos. Entre los negocios lícitos, pero complicados, está el tema, por ejemplo, de los adicionales. Eso es una caja muy fuerte que permite a los niveles medios y altos de la policía pagar un sobresueldo ellos, no el Estado. Ellos deciden o imponen la decisión. También, durante años el PRO ha planteado el tema de la discusión de la ley de trapitos y otras leyes vinculadas a la seguridad pública. Resulta que cuando uno va a investigar, como pasó en la comisaría de Núñez, el jefe de los trapitos no era un trapito, era el jefe de la comisaría. Digo porque eso es el contexto de lo que pasó en la 38. Conozco bien lo que pasa en Flores, el abandono general que hay por parte del Estado. Basta recorrer las veredas de esa zona y ver también una situación social compleja, porque es una zona de coexistencia de muchas comunidades inmigrantes, la cercanía de la villa a la que siempre se la hace la madre de todos los problemas, tráfico de drogas muy demostrado, los boliches que son parte de un circuito, boliches donde los que asisten son jóvenes muy humildes, donde el problema no son las drogas de diseño, sino que es el veneno que se reparte entre los sectores más populares. Flores tiene toda esta serie de situaciones, la disputa en la calle existe. Existe un nivel de robo de autos, de homicidios, de femicidios más altos que en el resto de la ciudad. Todo lo que yo digo está probado en estadísticas.

La Comuna 7: ¿Te parece correcta la estructura de la nueva policía?

Gabriel Fuks: Una de las cosas que pasó, es que el Jefe de Gobierno había dicho, porque la ley habilita que así sea, que el nuevo jefe de la policía iba a ser un civil. La ley dice que el que sea jefe no puede estar integrando ninguna fuerza. Es una trampa porque lo que pasó es que un policía de los que venían de la vieja Policía Federal renunció el día anterior y pasó a ser un civil. Lo que demuestra que es una trampa porque el tipo en realidad fue una imposición. No importa su currículum, yo no estoy discutiendo si el tipo es bueno o malo, entre lo que se vio es uno de los mejores currículum. Lo que digo es que por algún motivo se llegó a una negociación con el sector que venía resistiendo al traspaso. Grave error. Porque eso va a favorecer el autogobierno de la policía. Y el autogobierno de la policía va a condicionar al poder político, aunque él crea que no eso es así, está demostrado históricamente.

La Comuna 7: ¿Qué cambios deberían realizarse para mejorar la seguridad en los barrios? ¿Ves algún cambio en la comuna?

Gabriel Fuks: En primer lugar, tenemos que construir una policía democrática, de seguridad ciudadana y de cercanía con los ciudadanos, romper la matriz de negocios que existe y que en la zona de Flores, Flores Sur, Floresta tiene expresiones muy claras, donde hay un alto nivel de conflicto social, problemas sociales vinculados a cuestiones de xenofobia por la presencia muy fuerte de comunidades como la peruana, la boliviana, hay un nivel de conflictividad muy alto. Indudablemente, si uno quiere ir a la matriz, otro de los problemas de Flores es la trata, que es muy claro que existen mecanismos de trata que hace mucho tiempo vienen siendo denunciados, en dos niveles: trata vinculada al mercado laboral y trata vinculada a la prostitución. Estuve en la 38 y estuve con el nuevo comisario hace pocos días. Me parece un tipo joven, no tengo por qué juzgarlo. No puedo decir si hay más o menos presencia policial, lo que creo que es urgente es constituir una de las cosas más importantes que nosotros votamos en la ley de seguridad, que son los Foros de Seguridad Ciudadana. Y que no sean foros sólo de militantes vinculados, no porque yo esté en contra de los militantes, yo soy un militante político, pero son foros que es misión de todos construir espacios donde no sean solamente cenáculos cerrados y que los vecinos comunes después ni siquiera sepan que existen, que es lo que pasa. Me parece que el problema es transformar las comisarías en espacios de seguridad ciudadana con participación popular. La ley es buena, como le dijimos al Poder Ejecutivo, pero leyes buenas no alcanzan. Lo que llamo a los vecinos es a que lean la ley porque en ella hay mecanismos de participación ciudadana muy claros.

La Comuna 7: ¿Qué pensás respecto al tema de la baja de la edad de imputabilidad?

Gabriel Fuks: Me parece que las estadísticas generales demuestran que el problema de los menores en conflicto con la ley penal vinculados a temas de homicidio es una absoluta minoría, no es el problema que está en la cresta de la ola. Independientemente de lo que los medios quieran instalar. Pero por supuesto debe haber respuesta frente a eso. Seguramente que hay que discutir, no el tema de la baja de edad de imputabilidad, sino rediscutir todo lo vinculado al tema de menores en conflicto con la ley penal. Me parece que lo que pasó en Flores hay que ponerlo en contexto, de que también el sur está abandonado, en contexto de una situación económica y social que se va degradando. Hay que hacer un seguimiento de los temas de urbanización de las villas, que no sea cosmético, que sea inclusivo, es importante para la seguridad de la ciudad la integración a los barrios de lo que hoy se entienden como villas. Tiene que haber una participación popular amplia, con respuesta de los funcionarios, con la participación de todos los estamentos de la ciudad. No estoy de acuerdo con la baja de edad de imputabilidad. Estoy en contra. Me parece que pone en un lugar que no tiene nada que ver la discusión.

La Comuna 7: ¿La saturación policial es la respuesta ante este problema?

Gabriel Fuks: No sé si la respuesta de saturación policial es la más adecuada. Eso es lo que todo el mundo cree, que el problema de la seguridad es un problema cuantitativo. También, esto es como se entrelaza. Hay un montón de situaciones que no son cuantitativas, que tienen que ver con un diseño cualitativo de la seguridad, de primero definir cuáles son los problemas. Por eso la participación popular es fundamental para señalar cosas que a veces los expertos en seguridad creen que saben o mienten que saben y que el sentido común del ciudadano puede explicar. La seguridad se mejora en un conglomerado de situaciones que parten de eliminar la desigualdad. Eso es lo que baja la delincuencia. Ahora, después, hay muchas otras cuestiones que pueden ser claramente complementarias, que pueden mejorar la situación, la saturación policial no es la respuesta. Es una respuesta parcial, no la respuesta. A veces, los sectores medios reclaman más policías. Si no están bien capacitados, si no conocen el barrio, si no saben qué mirar cuando tienen que mirar, si están mirando el celular y son 100 mil no sirve. Un plan tiene que involucrar todas estas cuestiones, no cuestiones parciales. Y también hay que tener cuidado con el tema del gatillo fácil como respuesta. Pero nosotros hemos sido muy estrictos en cuanto al uso de armas de fuego en la nueva ley, esas cosas deben preservarse. La seguridad no es solamente disparar armas, ni matar al delincuente. Hay muchas formas preventivas, muchísimas que en esta ciudad no se aplican. La respuesta tiene que ser múltiple, hay que analizar todos estos temas que estamos diciendo y poner en marcha la nueva ley con los mecanismos de participación ciudadana. Eso va a hacer que la gente cuando se produzca una situación así no rompa las comisarías. Si la policía no responde, si los nichos de negocios se mantienen, todo el mundo los ve, todo el mundo ve que sigue habiendo trata de mujeres, que sigue habiendo trata laboral, que hay motochorros, que hay robo de autos, si a las 6 de la mañana cuando sale la gente de todos los boliches en seis manzanas a la redonda no hay presencia policial puede ser un campo de batalla. Hay que controlar además vinculado con la Fiscalía, que esos lugares cumplan con todas las condiciones, que no vendan un alcohol que envenena a los jóvenes.

La Comuna 7: ¿Cuándo se va a realizar el mapa del delito?

Gabriel Fuks: El mapa del delito está en la ley. Es muy importante. Es el Poder Ejecutivo el que tiene que hacerlo. Además, tiene que ser un mapa que discuta estas cosas. El tema del robo de celulares se ha multiplicado en el subte. Antes la excusa era que la Policía Metropolitana controlaba el subte abajo y la Federal afuera. Ahora son lo mismo. No puede no haber comunicación entre los tipos que controlan eso. Desde lo mínimo hasta lo grande tiene que estar controlado. Porque donde hay un control territorial también se disminuye la lógica de otros delitos mucho más graves. Por supuesto, también hay que atacar los nichos de corrupción policial cuando estén claramente identificados porque los nichos de corrupción policial conniventes con estos delitos son también una de las claves. Esperemos que la nueva norma de seguridad se aplique completamente.


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