El hielo se derritió para siempre

Tras 24 años cerró Alpina Skate, la icónica pista de patinaje sobre hielo de Flores. No pudo soportar la crisis.

Este reconocido espacio de entretenimiento para los florenses y porteños se  inauguró en 1986, sobre la avenida Rivadavia, a metros de Nazca. Quienes lo disfrutaron también recuerdan que allí funcionó un bar y boliche.

El pasado domingo 8 de noviembre abrió de 10 a 14 por última vez, para quienes quisieron despedirse.

Se sabe que Alpina Skate es una de las últimas pistas de patinaje sobre hielo que quedan en la ciudad.

Su último dueño, Diego García Barthe, adquirió el fondo de comercio en 2012. “Al estar en el rubro del entretenimiento este lugar iba a ser uno de los últimos espacios en abrir. Podría considerarse como una discoteca, porque es un salón grande con mucha gente que patina”, declaró.

Alpina Skate, tuvo su época de esplendor en los años 80 y 90. Este lugar pasó por varias crisis y se volvió a levantar. La crisis de 2001 fue la primera. En 2006 se fue el dueño y otra vez parecía el final. En agosto de 2007 revivió por el programa de televisión “Patinando por un sueño”. Los participantes de aquel concurso usaban la pista para ensayar.

Flores fue un barrio ícono en el rubro. En los 80, además de Alpina, en el barrio estaba Skate City, en la calle Varela. En el límite con Caballito está Winter, la única pista que sigue abierta en la Ciudad de Buenos Aires.

En Alpina Skate, además se entrenaron las dos federaciones de deportes sobre hielo que tiene la Argentina, la de patinaje artístico y la de hockey.

La situación de deudas los excedió, y una parte del corazón del barrio está triste.