Todo por amor al arte

Cada vez más los artistas exhiben su trabajo en redes sociales. Es el caso de Daniela Granara, artista plástica y docente de Flores, que nos cuenta de qué se trata su obra y expone sus ideas sobre la necesidad del acceso al arte en nuestro tiempo y la importancia de la educación artística.

Hace más de seis años que Daniela Granara (29) vive en el barrio de Flores. Artista plástica y docente, sus inicios fueron en la Escuela Superior de Artes Visuales “Rogelio Yrurtia” de Parque Avellaneda. Al principio, se dedicó a la docencia a tiempo completo, sin embargo, en el último año decidió tomar un nuevo camino y comenzar a exhibir su faceta como artista a través de su cuenta @poramoralarte_dg en Instagram. Charlamos con ella sobre este cambio de rumbo, el arte y la educación en la actualidad y las redes sociales como nuevo canal de comunicación.

La Comuna 7: ¿Cómo surgió tu amor por el arte?

Daniela Granara: Me tendría que remontar un poco a mi infancia. Me gustaba mucho dibujar y pintar, en  la escuela tenía una profesora que decía que estaba bueno lo que hacía y me instó a ir a una escuela de Bellas Artes, el Rogelio Yrurtia en Parque Avellaneda. Cursé los cinco años y te daban el título de maestra de plástica. Así que hice el secundario al mismo tiempo que hice el Bellas Artes, que incluía todo lo que es dibujo, pintura, escultura, grabado, composición. Podríamos decir que mi amor por el arte nació al mismo tiempo que mi amor por la docencia. Cuando terminé el Bellas Artes mi idea era laburar de profesora y renegué un montón de tiempo sobre mi identidad como artista. Estaba, pero un poco oculta. Si bien pinto hace muchos años, no me la creía mucho. Pero no solamente soy profesora, sino que soy artista. Así que este año me plantee dedicarme un poco más a esto.

LC7: ¿Cómo definirías el arte que haces?

DG: Estuve muchos años haciendo un estilo surrealista pero actualmente estoy un poco más volcada hacia la abstracción, hacia la liberación, encontrar como un canal en lo abstracto de expresión y conocimiento a partir de ese lenguaje o de ese estilo artístico. Cuando hago una obra me pasan un millón de cosas. Hay mucho conflicto y tenés que estar todo el tiempo resolviendo. Hay momentos en donde lo disfruto muchísimo y hay otros momentos en donde no tanto. Vas resolviendo cosas sobre la marcha y eso me genera un poco de angustia si se quiere.

LC7: ¿Cómo ves la importancia de la educación artística en la escuela?

DG: Concibo al arte y, por ende, a la educación artística como un campo de conocimiento, una esfera super abarcativa en la vida sociocultural. Es un espectro de producción de conocimiento. La verdad que en medio de esta pandemia, con todo lo que significó a nivel cultural, económico y social, considero que las actividades artísticas son claves, ya sea desde la escuela y desde lo que es adentro del hogar. Es super importante aprovechar este tiempo para pintar, crear, canalizar por ahí, expresar por ese lado. No te quiero decir que el arte es sólo expresión, el arte es mucho más que expresar como si fuera algo espontáneo, que surge, algo pasional. Es una esfera de conocimiento. Es un campo de creación de conocimiento pero sirve para expresar lo que nos pasa.No es un conocimiento científico comprobable que se basa en hipótesis. La educación artística es mucho más amplia y creo que es fundamental, es un derecho que todos podamos acceder a eso que para mí es muy importante.

LC7: ¿Te parece que es valorada la educación artística en la escuela?

DG: Tiene un espacio, para mí no es suficiente. La realidad es que en las escuelas primarias en jornada simple, vos tenés 40 minutos nada más. En jornada completa son 80 minutos, pero tampoco es tanto. No alcanza.¡Y ni hablar de los recursos que faltan! La cuarentena generó que se exploten otros medios de comunicación y como docente exploré otras maneras de enseñar. Es bastante complicado dar clases durante la pandemia. Muchos encuentros por Zoom en el mejor de los casos. Es muy estresante porque no hay horarios, no hay fin de semana que no esté haciendo algo para la escuela, revisando, corrigiendo, dando devoluciones a los chicos, pensando actividades. Se empezó a generar otra manera de enseñar a partir de esto. Uno trata de encontrarle una vuelta de rosca creativa.

LC7: ¿Qué lugar ocupa el arte hoy en tu vida?

DG: Si esta pregunta me la hacías hace diez años te contestaba que no sabía si era artista. El deseo de ser artista es legítimo, pero uno tiene que autodefinirse como artista y es un camino de ida, un camino de autoconocimiento permanente. También, el arte se realiza en vínculo con los demás, con el entorno, con la sociedad, con un montón de cosas. Hoy ocupa un lugar muy importante en mi vida. Me encantaría que mi obra sea difundida, que otras personas la conozcan, cosa que antes no me interesaba. Pero una vez que hacés una obra no la vas a guardar adentro de un armario porque pierde un poco el sentido. Es una construcción que se hace con otro, el otro le termina de dar el significado. No es sólo lo que uno hace como artista. Yo puedo hacer una obra y darle mi propio significado, que es una versión, y el otro le puede dar un significado distinto y es completamente válido. Eso está buenísimo.

LC7: ¿Qué te parece que las redes sociales se utilicen cada vez más para difundir las obras de nuevos artistas?

DG: Las redes sociales son una ventana super importante. Si se quiere son hasta democráticas, porque a veces es muy difícil entrar a un museo, a una galería. En cambio, ahora tenés Instagram, donde hacés una obra, la subís y otro la ve. Me parece que las redes sociales cumplen con un rol sociabilizador muy importante. El arte tiene que ser social, una construcción con otro. La obra la termina de significar el espectador. Entonces, el otro tiene que poder tener acceso a eso, hay que llegar al otro, al espectador. Aquella persona que no puede acceder a un museo, hoy con el celular puede tener un acceso a la cultura muy importante.