El jueves 30 de mayo estuvimos presentes en la charla que brindó este creador del […]
Publicado el 6 junio, 2018 por Nicolás Rosales
El jueves 30 de mayo estuvimos presentes en la charla que brindó este creador del software libre en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini de la calle Corrientes.
Ante una sala rebalsada de jóvenes y no tanto, Richard Stallman conversó de manera extendida, relajada y entretenida, ante un público expectante para escuchar a este genio de la tecnología.
Esta charla fue organizada por la Cooperativa de Software Libre «Gcoop” y Facttic (Federación Argentina de Cooperativas de Trabajo de Tecnología, Innovación y Conocimiento).
Se tituló «Copyright versus Comunidad en la Era de las Redes Informáticas».
Stallman comenzó fijando una clara postura ideológica sobre el uso de las imágenes en las redes sociales: “Primero hablaré del software libre, y haré algunas referencias sobre el Copyrigth. Tengo algunas condiciones, primero, no pongas ninguna foto mía ni en Facebook, Instagram, Whatsapp, porque son tres tentáculos del mismo monstruo de husmeo y seguimiento. Si sacan una foto desde sus móviles, por favor desactiven la funcionalidad de geolocalización. En los parámetros de la aplicación de fotos del sistema Android existe la posibilidad de desactivarlo. Si me grabas, no pongas la grabación en Youtube, porque este sistema en sus páginas trasmite software privativo al navegador del usuario. Y finalmente pon la licencia Creative Commons no derivados, porque es una presentación desde mi punto de vista, entonces es software libre”.
¿Qué es el software libre?
Básicamente, Software Libre se refiere a la libertad de los usuarios para ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software. Stallman precisó cuatro libertades de los usuarios del software:
– La libertad de usar el programa, con cualquier propósito (libertad 0).
– La libertad de estudiar cómo funciona el programa y adaptarlo a tus necesidades (libertad 1). El acceso al código fuente es una condición previa para esto.
– La libertad de distribuir copias, con lo que puedes ayudar a tu vecino (libertad 2).
– La libertad de mejorar el programa y hacer públicas las mejoras a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie. (libertad 3). El acceso al código fuente es un requisito previo para esto.
Un programa es software libre si los usuarios tienen todas estas libertades. Así deberíamos tener la libertad de distribuir copias, sea con o sin modificaciones, sea gratis o cobrando una cantidad por la distribución, a cualquiera y a cualquier lugar.
El ser libre de hacer esto significa, entre otras cosas, que no tenés que pedir o pagar permisos.
También deberíamos tener la libertad de hacer modificaciones y utilizarlas de manera privada en nuestro trabajo u ocio, sin ni siquiera tener que anunciar que dichas modificaciones existen.
Si publicás tus cambios, no tenés por qué avisar a nadie en particular.
La libertad para usar un programa significa la libertad para cualquier persona u organización de usarlo en cualquier tipo de sistema informático, para cualquier clase de trabajo, y sin tener obligación de comunicárselo al desarrollador o alguna otra entidad específica.
Para que las libertades de hacer modificaciones y de publicar versiones mejoradas tengan sentido, tenés que tener acceso al código fuente del programa.
Por lo tanto, la posibilidad de acceder al código fuente es una condición necesaria para el software libre.
Software libre no significa «no comercial»
Un programa libre debe estar disponible para uso comercial, desarrollo comercial y distribución comercial. El desarrollo comercial del software libre ha dejado de ser inusual; el software comercial libre es muy importante. Cuando se habla de software libre, es mejor evitar términos como «regalar» o «gratis», porque esos términos implican que lo importante es el precio y no la libertad.
Copyrigth vs Copyleft
Por otro lado, se analizó, desde una mirada crítica, el sistema de copyright y tecnológico actual, para promover el progreso social. De alguna forma este sistema -que fue pensado en sus orígenes para la industria cultural de la imprenta y sus reproducciones- se adapta incorrectamente a las redes informáticas.
Las corporaciones globales que lucran con el copyright, restringen el acceso del público a la tecnología. Hacen falta cambios radicales para poder poner los derechos y el acceso en otra dirección y Stallman presentó algunas ideas al respecto.
“Primero hay que decir que el término propiedad intelectual, es pura confusión, no existe. Es una manera de confundir varias leyes sin nada en común. Como la Ley de Derecho de Autor, la de Patentes, la de Marcas y de Secretos Comerciales. Ya no tienen nada en común. Esto hay que rechazarlo, intentar generalizar leyes es siempre un error, no son similares, más bien son bien diferentes. La única manera de comprender estas leyes es de una por vez”.
Respecto a los plazos en los tiempos sobre los derechos de autores reflexionó: “Creo que hay que disminuir el plazo del derecho de autor a 10 años desde la publicación de la obra”.
También aportó ideas de qué actividades deberían estar permitidas a pesar del Derecho de Autor: “El concepto de Derecho de Autor no debería restringir todo el uso de una obra, y los que los editores quieren hacer siempre, es ampliar más el derecho de autor para prohibir cualquier cosa. Creo que hay que dividir las obras en categorías: las de uso práctico, las de opinión y las de arte. Cada una de ellas contribuye de manera distinta a la sociedad. Por ejemplo una obra de uso práctico es un programa o software, el interés pasa por ejecutarlo”.
Para él, este tipo de obras, las de uso práctico, deberían ser libres sin excepciones. Lo de libre, en este caso, solo se aplicaría en aquellas obras que se usan con fines prácticos. Para las otras dos categorías -las de opinión y arte-, Richard propone un sistema reducido, menos amplio sobre Derechos de Autor.
“La redistribución de copias de manera exacta no comercial, es decir compartir, debe ser negada para cualquier obra publicada. Pero si no es publicada, no hay asunto”.
Stallman propone ante el actual funcionamiento del sistema, que solo apoya a las estrellas y a las corporaciones, un mejoramiento en el apoyo de las artes.
Así planteó dos tipos de sistemas alternativos: “Tener algún dinero para distribuir entre los artistas, según su éxito. Calculando la raíz cúbica del éxito de cada artista. Sería más proporcional, el efecto de la raíz cúbica sería promediar. Así podríamos a apoyar más eficazmente a las artes, a los artistas, y no a las corporaciones».
“El otro sistema sería el del pago voluntario, si cada reproductor tiene un botón para enviar un una pequeña suma a los artistas después de escuchar o mirar una obra. Nos es mucho, pero muchos podrían enviar un poco. Enviarás dinero a los artistas y te sentirás bien. Los sistemas como el “crowdfunding” y “paga lo que quieras” funcionan”, finalizó.
Se despidió agradeciendo, aplaudido fuerte y prolongadamente.
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