FLOPARCH celebró el Día del Vecino Participativo

Esta entidad vecinal de la Comuna 7 organizó un encuentro en su sede de Av. José María Moreno 1739. Hubo baile y juegos porque “compartir, dialogar y participar hace que podamos vivir mejor”.

El sábado 10 de junio, el «Jardín de Primera Infancia FLOPARCH» realizó un encuentro vecinal con motivo del “Día del Vecino Participativo”. Durante el encuentro los vecinos y familias del jardín compartieron una merienda comunitaria, mientras los más chiquitos bailaron y jugaron libremente. También recorrieron las calles del barrio, le tocaron timbres a los vecinos que aún no se habían sumado a la iniciativa y les regalaron presentes realizados por las mamás del Jardín.

“La iniciativa surgió en una reunión que tuvimos con las familias, con la idea de encontrarnos desde otro lugar; desde un espacio constructivo, desde el compartir”, explica Verónica Candolfi, directora de Floparch y agrega: “Durante esa reunión surgieron las distintas propuestas que luego llevamos a cabo; tales como la merienda para compartir con todos los vecinos y que las mamás, las seños y los nenes hicieran unas flores con materiales reciclados para regalarle a los vecinos”.

El encuentro comenzó alrededor de las dos y hubo juegos, coreografías y bailes. Luego, los miembros de la institución acompañados por las familias del jardín fueron a repartir las flores por todo el barrio con un mensaje sobre por qué estaban celebrando el Día del Vecino: “Para que empecemos a compartir y comprendernos, a relacionarnos y vincularnos porque éso es lo que nos va a mejorar como sociedad”, reflexiona Verónica.

Durante los preparativos, según cuenta Candolfi, las madres “se pusieron el proyecto al hombro e hicieron una gran cantidad las flores que quedaron muy pero muy lindas. Sacamos las mesas a la calle y compartimos en comunidad una rica merienda y bailamos, con la idea de encontrarnos en un espacio distendido y divertido para conocernos un poco más y saber cómo está el de al lado. Fue una propuesta diferente porque quizá estamos acostumbrados como sociedad a unirnos desde la queja y no en espacios positivos”.

«Luego de merendar, salimos a tocar timbres y a entregar estos presentes a los vecinos que no habían participado. Lo loco de todo esto, es que cuando se acercaban preguntaban qué podían aportar, cuánto tenían que pagar para participar y por qué hacíamos este encuentro vecinal. Les sorprendía nuestra iniciativa y que no haya pasado nada malo que nos uniera. Tenemos inculcado que solamente nos podemos juntar cuando juega la selección argentina o cuando hay algo por lo cual pelear, protestar o reclamar”, sintetiza Verónica.