El 1º de enero se celebró la Jornada Mundial por la Paz. En dicha ocasión, […]
Publicado el 28 enero, 2018 por Fernando Zuker
El 1º de enero se celebró la Jornada Mundial por la Paz. En dicha ocasión, el flamante obispo de Buenos Aires, Gustavo Carrara, habló de los inmigrantes. Dijo que «tenemos que tener cuidado con las estigmatizaciones, porque ningún pueblo es criminal, narcotraficante o violento».
El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió la misa por la paz en la catedral metropolitana el pasado 1º de enero.
La homilía estuvo a cargo de monseñor Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires, quien predicó sobre la base del mensaje del Papa Francisco: “Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz”.
Durante el encuentro católico, Carrara aseguró que “acoger, proteger, promover e integrar al migrante es un desafío renovado que tenemos hoy en nuestra querida patria. Si lo logramos creceremos como nación y disfrutaremos del don precioso de la paz».
Carrara pidió a Dios la bendición para ser hombres y mujeres instrumentos de su paz, ante los fieles, muchos de ellos vecinos del Bajo Flores.
Cabe destacar que Carrara antes de ser nombrado obispo presidía la Parroquia María Madre del Pueblo, ubicada en la Villa 1-11-14.
Monseñor Carrara fundamentó su reflexión pastoral en el mensaje del Papa Francisco para esta jornada, que se celebró el pasado 1 de enero y que llevó por lema «Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz«.
«Si miramos el contexto internacional hay un creciente deseo de levantar muros en lugar de tender puentes entre los pueblos», aseguró en clara alusión a la situación de los migrantes en el país y prosiguió: «Dolorosamente escuchamos a veces que son muchos los extranjeros que viven aquí y que pareciera que vienen a quitarnos lo poco que tenemos. Algunos los consideran como una amenaza. Se estigmatiza al inmigrante, identificándolo muchas veces con el delito, responsabilizándolo del problema de la droga, la inseguridad y de distintos aspectos negativos de la sociedad. Y esto es replicado en determinados momentos hasta el hartazgo por los medios masivos de comunicación», sostuvo.
Sin embargo, Carrara aclaró que «el problema no es la inmigración, el problema es el delito», e hizo una sugerencia: «Tenemos que tener cuidado con las estigmatizaciones, ningún pueblo es criminal, narcotraficante o violento».
El obispo auxiliar de Buenos Aires expresó que «los inmigrantes no llegan con las manos vacías. Llegan con sus manos llenas de experiencias, vivencias, historias y culturas que no hacen más que enriquecernos como personas y como sociedad. Incluso los jóvenes que vienen a estudiar nos aportan también sus conocimientos y nos aportan el deseo de querer progresar, de querer vivir con dignidad. Los migrantes aportan una fuerza económica insustituible y dignificadora: el trabajo».
«La construcción de nuestras casas, la ropa que usamos, las frutas y verduras que consumimos, incluso el cuidado de nuestros enfermos y de nuestros mayores. Todo está relacionado al trabajo de inmigrantes que nos ofrecen su cuidado y dedicación», destacó.
«Pidamos a Dios su bendición para ser hombres y mujeres instrumentos de su paz», concluyó monseñor Carrara, entre la ovación de sus seguidores de la Comuna 7.
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