Desmantelan fábrica clandestina de productos capilares en Parque Chacabuco

La ANMAT confirmó que los productos eran truchos y peligrosos para la salud.

La Policía de la Ciudad de Buenos Aires desmanteló una fábrica clandestina dedicada a la elaboración de productos capilares truchos, que funcionaba en dos departamentos de un edificio del barrio de Parque Chacabuco. El operativo permitió la detención de cuatro hombres de nacionalidad brasileña, todos mayores de edad, que estaban a cargo de la producción y comercialización de estos productos ilegales.

Fuentes policiales indicaron que uno de los departamentos era la vivienda del presunto dueño de la fábrica, mientras que el otro, ubicado en el primer piso, funcionaba como laboratorio. Allí, los detenidos fabricaban y fraccionaban champús keratínicos, tratamientos de alisado japonés, bótox capilar, geles y máscaras capilares.

Durante el operativo, realizado por la División Delitos contra la Salud y la Seguridad Personal de la Policía porteña junto con el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal, se secuestraron más de 4.000 envases y bidones de distintos productos, tanto llenos como vacíos. También se incautaron equipos utilizados en la producción, como una balanza, una envasadora, computadoras y teléfonos celulares.

Especialistas de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) verificaron que ninguno de los productos contaba con habilitación oficial, lo que implicaba un riesgo potencial para quienes los utilizaran. La Agencia Gubernamental de Control (AGC) procedió a la clausura del departamento que funcionaba como laboratorio ilegal.

Según explicaron fuentes del operativo, tratamientos como el alisado japonés requieren la combinación de productos químicos y calor, por lo que la utilización de insumos no autorizados puede generar graves daños a la salud, incluyendo quemaduras, reacciones alérgicas o pérdida de cabello.

Los cuatro acusados fueron imputados por infracción al artículo 201 del Código Penal, que sanciona la elaboración de productos nocivos para la salud pública. La causa tramita bajo las órdenes del juez Alejandro Adrián Litvack y a pedido del Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 9, con intervención de la Fiscalía de Instrucción del Distrito IV.

El caso también despertó atención por la modalidad de funcionamiento de la banda, que utilizaba nombres falsos y operaba de manera totalmente clandestina en el corazón de la ciudad. Según fuentes policiales, la investigación permitió determinar que la organización estaba bien estructurada, con división de tareas entre el propietario y los encargados de la producción y el fraccionamiento.

La detención y clausura de esta fábrica se inscribe en un marco más amplio de controles sobre productos cosméticos y capilares en la Ciudad de Buenos Aires, donde la circulación de artículos no habilitados representa un riesgo creciente para los consumidores. Las autoridades instaron a la población a verificar siempre que los productos cuenten con registro oficial antes de su uso.