Debate sobre la violencia social y la seguridad en Flores

“La violencia está inserta en la sociedad de modo estructural, como modo de relacionarse, y los medios construyen formas que no son amigables para superar esto”. A esta conclusión llegaron los presentes a la segunda charla y debate sobre la violencia social y la seguridad, organizada por el Centro Social, Cultural y Deportivo Flores Sur y la Corriente Política 2021, el viernes 5 de junio.

El club Flores Sur, sede de la charla, debido a los últimos sucesos de violencia ocurridos en el Boca-River por la Copa Libertadores, tuvo que trabajar mucho con los chicos que allí asisten. A su vez, también le atañe el tema de la seguridad ya que durante la temporada de verano, fue víctima de robos, cuestión que luego se resolvió debido a la activa participación de la Mesa de Seguridad de la Comuna 7. Ariel Palombi, referente del club, inauguró el juego de intervenciones, manifestando la dificultad de los sectores políticos progresistas para abordar el tema de la seguridad con los vecinos de forma creativa.

¿Cómo actuamos frente a estas situaciones?, interpeló Daniel Quiroz, referente del Bajo Flores y profesor de Coopa (escuela de oficios), a los presentes. Y contó que en la zona de la Escuela 12 se desataron una serie de robos, entre 5 por día, a manos de 2 adolescentes, uno de ellos de 14 años, y no saben cómo abordar la situación. Daniel cuenta que charla con los vecinos para contenerlos y buscar una salida por fuera de la represión, marca característica de las intervenciones de la Gendarmería por la zona.

Reflexiona sobre el crecimiento del Bajo Flores en los últimos tiempos y la consecuente falta de respeto a los vecinos referentes, y afirma que no hay solución posible sin abordar el tema del consumo de drogas, asociado muy fuertemente al delito. Por último, propone «ganar la calle», a través de la presencia de los vecinos, el pedido de más iluminación en la zona, la nomenclatura de las calles del barrio, y el fortalecimiento de las instituciones como los clubes y las escuelas.

Ante esta situación, Carlos, de la Mesa de Seguridad de la Comuna 7, propone la creación de programas públicos específicos que aborden, por ejemplo «pibes con problemas con la ley» atendidos por profesionales especializados en la temática. Agrega que nadie exige estos programas ante las instancias de gobierno porque «no hay una participación comunitaria fuerte en temas de seguridad. Hay que crear sistemas de participación comunitaria en seguridad con instrumentos de acción concretos; una participación comunitaria activa que denuncie y se comprometa», afirma.

En cambio, Elisa Juarez, referente del barrio de Flores en cuestiones de género, opina que si bien se habla con los vecinos frente a hechos de inseguridad, a la gente no le sirve hablar, no basta con ese acompañamiento. «Se le pide muchas cosas a la gente pero la solución tiene que venir de arriba, del Estado».

En este sentido, Nicolas Lovarvo, del Bachillerato Popular «20 Flores», cree que es necesario un «shock» para generar un cambio en la gente, un cambio de mentalidad. Como autocrítica, plantea que el argumento de la «sensación de inseguridad» es contrario al objetivo de llegar a la gente porque la sensación es mucho peor que la inseguridad misma, ya que genera el miedo permanente, que provoca salir con angustia a la calle o directamente la reclusión en espacios cerrados.

Para cerrar, Humberto «Pitu» Rodriguez, Secretario General Adjunto de ATE Capital, planteó que no hay una sola solución a este tema, sino que se debe afrontar con una batería de soluciones con distintos abordajes territoriales y distintos plazos de ejecución. En este sentido, si bien la presencia de Gendarmería hace 3 años bajo el nivel de conflictividad en el Bajo Flores, trajo aparejado otros problemas, como la represión injustificada de los chicos del barrio.