Jueves 07 de Noviembre del 2024

A defender a la Ayrolo

La resistencia organizada de la comunidad de la escuela Bartolomé Ayrolo acordó iniciar una «mesa […]

Publicado el 9 marzo, 2022 por Nicolás Rosales

La resistencia organizada de la comunidad de la escuela Bartolomé Ayrolo acordó iniciar una «mesa de trabajo» con el Ministerio de Educación porteño para evaluar el proyecto de remodelación del Palacio Ceci, un edificio histórico que forma parte de la institución escolar.

La comunidad educativa en su conjunto de la escuela de sordos Bartolomé Ayrolo del barrio de  Villa Devoto, este miércoles logró una acuerdo para iniciar una «mesa de trabajo» con el Ministerio de Educación porteño.

En este freno, se pretende evaluar el proyecto de remodelación del Palacio Ceci, un edificio histórico que forma parte de la institución escolar para sordos. Vale recordar que, todo partió cuando la comunidad se enteró de la existencia de un proyecto oficial para convertir el edifico en la Casa del Vino en la Ciudad de Buenos Aires, según el gobierno para potenciar la actividad vitivinícola.

Por otro lado, el acta de entendimiento fue firmada por la directora de la escuela, María Rosa López, y la delegación de funcionarios porteños encabezada por María Lucía Feced Abal, subsecretaria de Coordinación Pedagógica; y Sebastián Tomachelli, subsecretario de Gestión Económico Financiera, durante una reunión en el mismo establecimiento.

La movilización de este miércoles, fue organizada ante la notificación a las autoridades de que la escuela tenía que entregar las llaves del edificio histórico. Esto último, generó una convocatoria de la comunidad escolar para intentar evitar la cesión bajo la consigna «El Palacio Ceci no se toca«.

Patrimonio histórico

El Palacio fue construido en 1913 por el ingeniero Alfredo Ceci, quien residió por 25 años. Luego el espacio lo alquiló al Ministerio de Educación para que sirviera como vivienda del profesor Ayrolo, que permaneció hasta su muerte en febrero del 1942. Desde entonces, el lugar funcionó como una escuela para niños y niñas con compromiso auditivo y trastornos del lenguaje.

Además, las instalaciones fueron propiedad del Estado nacional, cuando se las expropió a la familia Ceci. Ya en 1996, pasó a manos de la Ciudad de Buenos Aires bajo la órbita del Ministerio de Educación con claros signos de deterioro por la antigüedad de las instalaciones. Fue así que en 2015 las autoridades educativas se vieron obligadas a mudar las aulas a un nuevo edificio lindante. Mientras tanto, allí permanecieron dependencias administrativas de la institución escolar.


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