Clubes, cooperativas y centros educativos forman parte de la Red Urbana Ambiental de la Comuna […]
Publicado el 18 octubre, 2025 por Juan Bertrán
Clubes, cooperativas y centros educativos forman parte de la Red Urbana Ambiental de la Comuna N° 7, un espacio donde la conciencia ecológica se construye entre vecinos y vecinas.
Hace más de tres años, distintas organizaciones de la Comuna N° 7 comenzaron a encontrarse en torno a una misma preocupación: cómo pensar el ambiente desde el territorio. De esos primeros encuentros surgió la Red Urbana Ambiental de la Comuna, un espacio de trabajo colectivo que busca articular proyectos educativos, sociales y productivos con una perspectiva ecológica.
“Empezamos con reuniones y, a partir de algunas iniciativas concretas, se fue armando la red”, recuerda Ariel Palombi, referente del Club Flores Sur y uno de los impulsores del espacio. “En la red hay organizaciones que trabajan distintos ejes: la alimentación saludable, como la Asamblea de Flores; nosotros, desde Flores Sur, más vinculados a lo cultural y deportivo, pero con una perspectiva ambiental; el Centro de Formación Profesional N° 24, que desarrolla proyectos de economía circular; y los Recuperadores Urbanos del Oeste, una de las cooperativas que presta el servicio de reciclado en la ciudad”.
La red nació de la necesidad de unir esfuerzos y conocimientos. “Nos empezamos a juntar por distintas cuestiones, pero un eje fundamental fue desarrollar iniciativas de formación, sobre todo en lo que tiene que ver con la separación de residuos”, cuenta Palombi. Una de las experiencias más destacadas, realizada por el CFP N° 24, fue la elaboración de un bloque ecológico para autoconstrucción, realizado con cemento, arena y plásticos no reciclables.
Otro proyecto importante fue la creación de un curso de formación ambiental, articulado con la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. El objetivo es que los participantes se capaciten en gestión de residuos y puedan luego replicar esos saberes en sus comunidades. “La idea es que la red también tenga la posibilidad de formar compañeros de organizaciones y que esa experiencia luego se pueda replicar”, dice.
En paralelo, la Red Ambiental impulsó una feria ecológica en el playón ferroviario de Flores, cerca del Patio de los Lecheros. “Ahí hicimos una feria que se mantuvo en varias oportunidades y la idea es volver a reactivar ese espacio y que la red esté cada vez más viva”, comenta Palombi.
Más allá de las dificultades, la red sigue pensando en nuevas acciones. Entre los proyectos futuros, se propone construir espacios comunitarios utilizando los bloques ecológicos del CFP 24 y continuar con las actividades educativas para fomentar el reciclado desde la infancia.
En ese sentido, Palombi subraya que el cambio ambiental sólo es posible con participación vecinal: “Sin trabajo territorial, no hay mejora. Es un trabajo que hay que hacer en las escuelas, cooperadoras, clubes, iglesias. Es muy territorial el trabajo de separación en origen”.
Aunque reconoce el esfuerzo de los promotores ambientales, advierte que las políticas públicas aún son insuficientes: “Después de más de 15 años de inicio del sistema, mucha gente todavía no separa residuos. Y eso tiene que ver con la falta de una política pública sostenida”.

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