El Centro de Jubilados Nuestra Esperanza tiene 430 socios que participan en diversas actividades y […]
Publicado el 27 diciembre, 2017 por Gustavo Viera
El Centro de Jubilados Nuestra Esperanza tiene 430 socios que participan en diversas actividades y 150 interactúan con mayor asiduidad en el local de Av. Del Barco Centenera 1762 en Parque Chacabuco.
Al entrar se ve una cartelera enorme llena de fotos de viajes, fiestas y actividades. Retratan encuentros y alegrías. En una mesa seis mujeres comparten un budín y la charla cotidiana. En un escritorio Sandra Tovorovsky, la coordinadora general de las actividades, está conversando con un agente de viajes programando las próximas salidas. La psicóloga está atendiendo en un gabinete. Éstas son las imágenes habituales en un espacio abierto a los adultos mayores.
Nuestra Esperanza tiene 18 años en el barrio. Comenzó en el local contiguo. Fue una iniciativa “para contener un grupo de 20 o 30 personas. Era un momento en que se generaban los presupuestos participativos, ahí conocimos a un montón de gente de asociaciones civiles, nos interiorizamos y se formó la comisión directiva que fue llevando adelante la propuesta”, cuenta Tovorovsky.
Hace más de 8 años que Sandra está abocada en exclusividad a la tarea de organizar las actividades. “La función de este centro va más allá de las actividades, es una contención al adulto mayor, antes la gente se jubilaba y sentía que se le terminaba el mundo, hoy no pasa eso porque existen infinitos lugares para poder contener esa situación”.
Desde marzo está abierto de las 9.30 hasta las 19, pero en verano el horario se reduce a los martes a la mañana y todas las tardes de 16 a 20. “Este lugar y otros similares sirven para que la gente pueda seguir viviendo de otra manera, en vez de acudir a los hospitales a que les hagan recetas permanentemente. Vienen acá y están más sanos”.
En 2016 se ampliaron las actividades. “Tiene que ver con las necesidades de la gente, vienen, piden y nosotros le encontramos la vuelta para satisfacerlos”. Hubo talleres de manualidades, dibujo y pintura, folklore, salsa, cocina, arte para niños, salidas a espectáculos, bailes y bingos. Algunos servicios son brindados por PAMI como reflexología, pedicuría, taller de cosmetología y cognitivo.
En turismo ya tienen organizados los viajes para los primeros meses de 2017. Están diseñados para pagar en cuotas. “Te desbordan pidiéndote vamos a la playa, a las sierras, el año pasado hicimos hasta un crucero”.
“Los viernes son tardes de hombres. Juegan a las damas, al ajedrez, conversan de sus cosas, se entretienen” explica Matilde, la secretaria de la entidad, y Sandra agrega: “porque siempre son 10 mujeres y un hombre, a veces, eso los cohíbe, pero un día vinieron varios hombres, se juntaron y fijamos un día para que se puedan encontrar”.
El Centro de Jubilados Nuestra Esperanza tiene socios de Parque Chacabuco, Flores y Pompeya. “Te saca de la nostalgia de pensar que tu vida ya está, acá se encuentran, dejan afuera los prejuicios, quieren divertirse y las puertas están abiertas para todo el mundo”, concluye Sandra.
Para consultar actividades y horarios, llamar al 3531-1924
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